☬ 6장

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Park JiMin

Tienes que controlarte... tienes que controlarte, ¡Tienes que hacerlo maldita sea!.

Golpeé con fuerza la pared de servicios higiénicos, mientras mi respiración se agitaba cada vez más. Mordí mi labio frustrado por el fuego que había dentro de mí lleno de impotencia, no sabía qué hacer; entonces me apoyé cansado en el lavamanos de marmol blanco si es que así lograba mantener un poco la calma.
Remangué mis mangas negras y me miré en mi reflejo. Mis ojos estaban tornándose amarillo, indicando las fuertes ganas de mi lobo por salir a como de lugar.

Mis venas comenzaban a notarse por mis antebrazos, y yo sólo podía contenerme con dificultad recordando su esbelta figura a sólo unos metros de mí. Estaba tan cerca.
Pero, no podía dejarlo salir, no cuando corro riesgo de causar desastres en frente de muchos humanos. No me daría a conocer frente a ella de nuevo.
Algo dentro mío se hirió, sabía que ésta alma mía lobuna estaba sufriendo tanto como yo. La rebeldía de mi animal hacía que me invadiera ese terrible sentir que no me acompabañaba desde hace cinco años. Una tortura que comenzó con su partida y que ahora el verla sin mí parece que la carga es más y más pesada.
Una parte necia mía había dado por hecho olvidarla... pero ahora que la he visto comienzo a dudar.

Está hermosa... no ha cambiado en lo absoluto.

Es cierto, y me sentía un maldito patán por aceptar esto también, sabiendo que ya estaba casado.
Ella sigue siendo hermosa y deslumbrante en todo sentido, de eso no hay duda.

Llevémosla con nosotros, vamos.

Estás totalmente loco. Requinté a mi lobo y este me gruñó enfurecido por medio del vínculo.

Tenía tanto anhelo en hacer lo que éste me dijera, pero no podía, sorprendentemente, en esta ocasión, la razón me era más fuerte que lo platónico. Me estaba volviendo loco. No podía llegar y decirle cosas por el estilo de esa forma. Dolía aceptar que también había un orgullo en mí, tejido entre mi sangre, y que esto también me negaba en hacerlo.

Te necesito.

Te extraño.

En verdad lo hago.

Y en muy dentro mío, desearía que correspondieses a mí como hace cinco años.

Te necesito, y no tienes idea.

Mojé mis manos y mi rostro mientras sacudía mi rostro borrando aquel pensamiento tan absurdo que comenzaba a tener.
A los veinticinco años se presume que debería tener algo como decir una vida más centrada y con objetivos ya más marcados. Y esto claramente, no estaba siendo tan aplicado en mí.
Asi que, no podía darme el lujo de andar de amorío a otro.

Tienes razón. Habló mi lobo.

Suspiro bruscamente y miro cuidadosamente mi reflejo, con exatrañeza noto un cambio en mi forma de mirar. Algo había cambiado dentro de mí. Mis sentidos capturaron un aura suave rodeándome, dejándome mis nervios en paz y reposo. Entonces, vuelvo a notar mi mirar en el reflejo, veo que todo tipo de reticencia y orgullo en mi alma se había esfumado, para construir una donde lidere la esperanza.

Mi fuerza.

Siento a mi Luna, a mi Diosa conmigo.

No me daré por vencido.

Hay una fuerza interna que me dice que: así es, que sé que tengo razón, y esta vez estoy muy seguro de querer cambiar todo.

La fuerza de mi luna, la siento al fin. Después de tantas súplicas a mi majestad, me ha escuchado y se ha apiadado de mí y me ha traído a mi hermoso primer amor de vuelta.

•𝐄𝐥𝐥𝐚 𝐞𝐬 𝐦𝐢 𝐋𝐮𝐧𝐚• [PAUSADA] [𝐉𝐢𝐌𝐢𝐧] [Temporada#02 MPM] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora