•𝐄𝐥𝐥𝐚 𝐞𝐬 𝐦𝐢 𝐋𝐮𝐧𝐚• [PAUSADA] [𝐉𝐢𝐌𝐢𝐧] [Temporada#02 MPM]

☬ 13장

─ Tn, ¿Puedo pasar?

La voz grave de mi primo me desconcertó de un documento en la computadora. Ya era hora de hacerme cargo de mi empresa y pues aquí me tienen.

─ Claro, Tae, entra ─cierra la puerta tras él y deja una tarjeta sobre mi mesa─ Y ¿Eso? ─la tomo confundida.

¿Acaso pensaba renunciar?

─ Es una invitación a la reunión empresarial en La Embajada de Japón.

Gracias al cielo que no era lo otro.

─ Bien ─miro cada detalle de la tarjeta perla─ Y tengo que ir ¿No es así?

─ Así es, tienes que familiarizarte con el entorno de los inversionistas coreanos.

Bufo.

Magnífico, una noche en una mansión repudiantemente lujosa con viejos verdes y cascarrabias, sudando dinero, presumiendo sus variados atuendos de seda y relojes de oro. Será la mejor noche, de eso estoy segura, nótese el sarcasmo.

─ De acuerdo ─asiento sin mucho ánimo─ Me acompañarás, ¿Cierto? ─le doy una de esas sonrisas que hacen las niñas para pedir algo. Tae siempre caía...

─ No, deberás de ir sola o con algún otro ─Bueno, casi siempre.

─ Habrá comida ─canturreo─ y gratis.

El ríe un poco, pero niega una vez más.

─ No puedo, Tn. Tengo una reunión con unos tailandeses esa misma noche.

─ ¿Seguro? ─él asiente─ Bueno... ─hago un pequeño puchero dándome por vencida.

─ Tranquila, lo harás bien.

─ Eso ya lo sé, pero necesito de mi mano derecha conmigo. Tú sabes más del mercado coreano, has liderado esta compañía por más tiempo que yo ─intento convencerlo─ Por favor...

La verdad es que quería cierto apoyo emocional por parte de Tae, las cosas han estado un poquito duras entre él y yo por el tema de Logan y de JiMin. Quisiera que en verdad me acompañe.

─ Es momento de que lo hagas tú. Que te conozcan al fin, podrás hacerlo ─me resigno y resoplo suavemente.

─ Esta bien...

─ Mira ─tiene una idea─ Logan, podría acompañarte, es muy bueno en los negocios según tú. Así ya no estarías sola.

─ Intentaré convencerlo ─A Logan no le gustaba mucho salir a ese tipo de reuniones aquí en Corea, porque siempre le hacían muchas preguntas acerca de su ascendencia, y eso lo ponía algo incómodo por obias razones.

─ Bien, eso sería todo ─se lleva unos documentos sobre mi mesa y se dirige a la puerta.

─ Tae ─se detiene y me mira─ Te quiero.

Su sonrisa cuadrada aparece con esa picardía que lo caracterizaba siempre después de dos días sin haberla visto así frente a mí.

─ Pues yo no.

─ ¡TaeHyung! ─este no hace nada que carcajearse y se va. Sé que aunque lo niegue lo hace.

Después de tres largas horas de continuo trabajo en mi oficina y en la sala de reuniones llego a mi casa, la que era antes de mis padres en Seúl, y que ahora la ocupaba yo. Dejo mis tacones al entrar y me dirigo a la refrigeradora para sacar jugo de naranja, lo bebo rápido y subo a mi habitación.