☬59장

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📍Dedicaré el próximo capítulo a la primera persona en dejar cinco comentarios a lo largo de la historia.

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Tres veces tocaron suavemente la puerta, poniendo todos sus sentidos en alerta.

Por un momento creyó realmente que era Logan quien tocaba para ponerlas de mala otra vez, pero ya había visto demasiada insolencia en su estadía en Corea que lo descartaba.

— Señorita Tn, Buenas noches, soy la mucama -exhaló más tranquila.

Fue un alivio saber que fuera esa desgastada voz con un aire de terneza, a que el inexpresivo tenor del mencionado.

Cualquier cosa era mejor que él.

— Claro, pasa... -responde sin más.

Esperó a cualquier muchacha, menos a que esta fuera nuevamente aquella anciana. Era la primera vez que se encontraba con alguien de tercera edad en servicios.

Muy bajita y con una corta cabellera en cenizas sujeta por una pañoleta blanca, acabado en un pequeño moño en la nuca, apareció tan pronto abrió  la puerta sujetando una bandeja con comida y lo que parecía ser un frasco con pastillas.

— Con su permiso -sonríe con los labios cerrados, levantando sus desgastados pómulos, caminando a ella.

Los pardos más jóvenes detallan minusciosamente su aparencia a cada paso que ésta daba. Su desfallecido aspecto no le daba ni para renegar una vez más.

La mujer de apariencia débil, por extraño que parezca, no parecía tan prepotente como el resto de los esclavos lo eran con ella. No la miraba con soberbia, ni mucho menos buscaba intimidarla como los pocos ancianos que rondaban la edad de Logan y se creían realmente la gran cosa por participar en la corte vampírica.

Era lo más cercano a un suspiro en plena tormenta.

— Buenas noches, mi ama –reitara su saludo con una dulce sonrisa.

Distinta. Tanto que juró haberle parecido ver dos ruborcitos de carmín en sus pómulos bajo la tenue luz de su lámpara le daba. Pero, en cuanto se detuvo y vio su tez pulcramente pálida, pisó tierra por milésima vez en la noche, cayendo en cuenta de quiénes estaba merodeada.

Últimamente imaginaba cosas que no eran.

O que deseaba que fueran.

La anciana mucama caminó hasta ella intentando hacer el mínimo ruido posible, cuidando de no temblar sus frágiles manos para evitar un desastre.

Su aspecto apacible no la alteraba como otros ahí, lo que le resultaba escaso de presenciar aún en la jerarquía más baja de los sirvientes.

Puesto a que aún estando en la línea más baja de su especie, pensaban que jamás estarían tan por debajo que un ser humano.

— Sé perfectamente cuáles fueron las órdenes de mi Lord, pero no puedo dejarla así, mi Lady.

Los años se notaban cuánto habían desgastado su voz.

— No tengo hambre –murmura.

— Ha estado muy débil desde que llegó, mi señora –asegura– Ya es media media noche y no tiene nada en el estómago. Vamos –busca animar– Le hice unos rollitos de arroz con mucho jamón y huevo.

Destapa el tazón dejando escapar el provocativo aroma del jamón frito, teniendo como reacción un gruñido en su estómago no deseado.

— Para que le abriera el apetito.

•𝐄𝐥𝐥𝐚 𝐞𝐬 𝐦𝐢 𝐋𝐮𝐧𝐚• [PAUSADA] [𝐉𝐢𝐌𝐢𝐧] [Temporada#02 MPM] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora