☬ 32장

1.2K 125 99
                                    

Un nuevo día se hizo presente. El cielo lucía pálido y el viento era más fuerte que otros días. El invierno estaba por llegar y con él millones de sentimientos afligidos más, de esos que solo te ponían nostálgica al ver el cielo apagado y sin gracia.
Sin embargo, eso no fue impedimento suficiente para que el pálido de esta historia intentara crear un ambiente cálido para así, recuperar el corazón dolido de una bella mujer, quien se encontraba dormida plácidamente bajo el grueso edredón.

– Tn –canturreó suavemente y dejó la bandeja a un costado– Levántate –dejó un beso en su frente.

El sueño de la morena solía ser pesado y profundo, además de tranquilo. Pero para estos días, ya todos conocíamos que el estado en el que atravesaba, no era el mejor de todos, en realidad. Y aunque, quisiera dormir más y no despertar hasta un buen rato después, su cuerpo no pudo sentirse más incómodo por la compañía del recién llegado.

– Logan –susurró al verlo acomodándose bien en la cama para luego recibir un café preparado por él mismo– ¿Todo lo hiciste tú?

Se sintió aturdida por sentir el frío pasar por un pequeño espacio de la ventana.

Tomó la taza tibia entre sus fríos dedos y admiró con extrañeza la variedad de comida que había en la bandeja de plata. Era nuevo viniendo de su parte. Ni cuando recién comenzaban su relación se había esmerado por preparar algo así. Siempre fue apegado y risueño cuando estaba a su lado, pero jamás hacía este tipo de detalles.

Quiere tu perdón–murmuró su conciencia- solo eso.

Una vez más se sintió apagada al tener esto sentido.

Para ella fue extraño, no sabía por qué se sentía expuesta de una manera no tan agradable. Era una sensación nueva para ella sentirse ya no tan cómoda como antes al verlo buscar protección y cariño en ella, eso siempre la enternecía, pero ahora ya no tanto. Es como si fuese un día completamente distinto entorno a él.

– Me levanté temprano para hacerlo.

– En lugar de afilar tus armas, ¿Hiciste esto?–preguntó incrédula.

Él asiente con una sonrisa tímida, contagiándosela a ella de pronto.

– Creí que ese día nunca llegaría –se burla– Tus cuchillas lo son todo para ti. Tenía que competir con ellas. –recordó cuando a penas iniciaban su relación amorosa y con las armas, también. Logan era un capo en el uso de las armas, su especialidad las cuchillas, al igual que ella.

– Son mis consentidas –ella alzá una ceja– Pero después de ti, claro.

– Eso suena mejor –bajó la vista al café y pensó en tomarlo, perdiéndose en su color pardo y el perfecto olor a cafeína en la mañana. Le parecía espontáneo aquel acto todavía, mencionando lo incómoda que se sentía bajo la mirada contraria– ¿Ocurre algo?

– No, nada –tambalea su mirar– Sírvete.

Le señala el café y los bocadillos que habían en la charola.

– Gracias –volvió a ver el café y tomó un sorbo mientras comenzaba a entrar el calor. Era lo que necesitaba para despertar por completo.

El pálido se acomodó mejor sosteniendo su mirada con la de ella antes de tomar la palabra.

– Tn, yo quería avisarte algo –le presta su atención– Recibí una llamada de emergencia hoy cuando desperté. Y tengo que ir a Holanda esta vez.

Su entrecejo se juntó, pero para su sorpresa sintió como la tensión en ella disminuía. Se sentió más tranquila de solo hacerse la idea de que no estaría.

•𝐄𝐥𝐥𝐚 𝐞𝐬 𝐦𝐢 𝐋𝐮𝐧𝐚• [PAUSADA] [𝐉𝐢𝐌𝐢𝐧] [Temporada#02 MPM] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora