CUARENTA Y SIETE .1

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-¡Maldita sea!- gruñó la rubia- llegamos muy tarde...- volteó a un lado y vio la puerta trasera abierta, un leve olor se coló por su nariz.

Gruñó y paso a su forma lobuna, el pelaje blanco con tonos amarillos cubrían el gran cuerpo del animal, una alfa con elegancia y de rango alto. Olfateo mejor el aire y llamó a los tres hombres que estaban con ella y se habían esparcido en la casa buscando a sus presas.

Ellos acudieron a la presencia de la loba y ella rápidamente los guío hasta donde terminaba el aroma. El agua chocaba con las rocas sobresalientes que había hasta el fondo del gran acantilado y la paz se rompió gracias al gran gruñido furioso que emitió la alfa.

Ahora no tenía rastro de ellos.
Tenía que recurrir a otras medidas... medidas más peligrosas.

En otro lugar.

Jimin temblaba, estaba tan nervios y ansioso. Las lágrimas ya habían parado -aunque sospechaba que prontamente volverían- y su corazón latía desbocado. Su hermoso rostro estaba teñido de un tierno rojo, sus ojitos estaban brillosos e hinchados; en ningún momento se alejó de sus parejas, quienes le estaban acunando con su olor y brazos.

-Minnie...- llamo su alfa, el menor le volteó a ver y suspiró enamorado al sentir como el lazo se tenzaba por el repentino calor y amor que ambos le transmitieron- ¿quieres conocerlo ya?

Observó los cálidos, profundos y acariñosos orbes de los dos; Jimin sabía que su alfa y omega lo apoyarían en todo lo que decidiera. Suspiró tratando de calmarse, llevo una de sus manos hacia el cachorro que aún estaba en su interior y asintió.

Iba a conocer a su primer bebé.
Y entonces no pudo contener la sonrisa ansiosa y la repentina ola de nervios y felicidad que atacó su cuerpo.
Jungkook y Suga se vieron a los ojos y asintieron entre ellos; cuando encontraron a Jimin... lo aceptaron. Ellos también llevaban la carga del pasado de su delta y ahora tenían que apoyarlo tanto o más como cuando recién se habían convertido en un trío acoplado.

-Vamos mi amor... ese cachorro será igual de amado y consentido que estos dos- dijo el pálido sonriendo de lado, acariciando el vientre de Jimin y el suyo.

Park pudo haberse derretido y deshecho en lágrimas por el amor que sus dos parejas le estaban dando.

-¡Eso no lo dudes Jiminnie! ¡sus tíos consentiremos mucho a esos cachorros!- sonrió orgulloso el omega de cabellera rojiza. Jimin observó a Hoseok y Taehyung y este le asintió.

-Todos estamos aquí para ti mi pollito- hablo Namjoon con infinito amor hacia su manada.

Y Jimin estalló otra vez en lágrimas. ¿Por qué le hacían esto? Estúpidos sus hormonas idiotas.

Se las limpió y les agradeció a los que estaban presentes; suspiró y le pidió a Yugyeom que lo llevase a donde estaba el pequeño. Su pequeño.

El beta asintió y encaminó a Jimin, Jungkookie y Suga a una de las habitaciones que habían en el segundo nivel de la casa. Los tres se hubieran detenido a observar la bonita decoración pero eso no les importaba en lo más mínimo en esos instantes.
Finalmente llegaron a la puerta de madera blanca y Jimin retuvo el aire para cuando la puerta fue abierta, dejarlo salir. Estaba demasiado conmocionado con todo y por todos.

El omega y el delta ahogaron un chillido al ver como un bultito era lo único que sobresalía en aquella gran cama de dos plazas.
Park se acercó a pasos lentos y el aroma del cachorro lo hizo temblar y su lobo aulló removiendose en su pecho. Ahí estaba, su hermosa carita durmiente, tapadito con mantas azules y amarillas con figuritas de cohetes y patitos. Dios, su corazón se hincho con tanto amor, que sentía que en cualquier momento explotaría. Tan cálido y dolido a la vez.

Todo fue olvidado en el momento en el que el tierno niño de seis años abrió lentamente sus ojos, observándolo borroso porque no traía sus lentes. Esos brillantes e inocentes ojos lo terminaron de enamorar.

-Ho-hola...- el delta apenas pudo decir, se acercó con más lentitud hasta posar su mano sobre el suave cabello castaño de Taeil.

El cachorro acepto gustoso la caricia y se dejó hacer, el tacto se sentía como él de su papi beta.

-Hola- murmuró con voz dulce el niño.

Jimin agrandó su sonrisa.

-¿Cómo te llamas?- pregunto el castaño sin dejar de acariciar al pequeño.

-Taeil... Kim Taeil- respondió sonriendo- ¿y usted?

-Me llamo Park Jimin-

-Usted es muy bonito hyung- halago Tae cuando se sentó en la cama y alcanzó sus lentes.

-Gracias, tu también eres muy lindo- las mejillas del pequeño se tiñeron de rosa.

Río y volteó hasta la puerta en donde Yugyeom hyung y otras dos personas que él no conocía les observaban.

-¿Q-quiénes son ellos?- pregunto por lo bajo. Jimin volteó y les hizo una seña a sus parejas para que se acercarán.

-Ellos son Yoongi hyung y Jungkook, son mis parejas- dijo el castaño. El menor se sorprendió y abrió su boquita en una perfecta "o".

-¿Pueden ser de tres?- interrogó señalando el número con sus deditos.

Los tres rieron por la ternura y Jungkook asintió.

-Somos destinados cachorro, nuestra alma fue partida en tres pedazos...- explicó el alfa de cabello negro.

Taeil lo comprendió muy bien y le emoción ver aquella peculiar relación. Él podía ser pequeño, pero era muy inteligente, eso siempre se lo decía su papi.

Era tan inteligente que se dió cuenta que el lindo chico que había acariciado su cabello era su otro papi. Park Jimin. Ese nombre siempre lo mencionaban su hermano y su papi beta.

¿De qué más se habrá dado cuenta el pequeño Taeil?

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-Hola :3

¿Cómo han estado?
Espero bien muertas -como yo-por el pequeño adelanto de la BigHit 😆😁

Y bueno ¿qué les pareció? ¿no sienten que hay relleno o si? ;-; si es así, me disculpó, esa no era la intención :c

Estoy debatiendome en sí hacer un segundo libro de esta historia o no, pero no sé :B

En fin, espero les haya gustado, no se olviden de votar y comentar 😘💞

Yo lxs amo💗💗💗
Gracias por el apoyo💟💟💟

Adiós 🙋❤




Mr. Pervert |BTS| •Vhope• [EN EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora