TREINTA Y SIETE

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-Se ve hermosa...- dijo Hoseok pasando sus dedos por la marca aún sonrosada y fresca.

Sonrió pícaro viendo a través del espejo el hermoso sonrojo que se expandía por las mejillas de su alfa. Este desvió la mirada y sonrió tímido. De verdad que sí se le veía perfecta esa marca en el cuello, ambos lobos se sentían satisfechos y orgullosos.

Los dos terminaron de arreglarse para después de un besito pequeño y tomarse de las manos, dirigirse a la sala.

-Hobi, tenemos que ir a almorzar con Jewoo y~ ¡Oh Dios! ¡Te marcó! ¡Tengo yerno oficial!- chillaba su madre omega toda eufórica.

Mientras que los dos alfas de la familia Jung salían de la cocina y se fijaban en la brillante y bonita marca en el cuello del omega menor; Jiho sonrió burlón y Sora solo tenía los ojos entrecerrados.

¿Había marcado a su pequeño en SU casa?

¡Santo cielo! ¡los jóvenes precoces de ahora ya no tenían respeto!

-Cuida muy bien de mi hijo, Kim- sentenció la peli-roja sería. Ella es la cabeza de familia y por eso es la encargada de cuidar y velar por su manada.

Tae volteó a verla y asintió sin titubiar. Él quería ser digno de su pervertido omega, así que, empezaría por sus madres.

-¡Yo hablaré contigo después, mi lindo yerno!- grito Hyera acercándose a su esposa y tomando su brazo para salir de la casa- ¡vamos!

Y los tres chicos iban atrás, Zico le sonrió a Tae colocando una de sus manos en su hombro apretandolo amistosamente. Tae sonrió de lado.

-Bienvenido a la familia Taehyung...- murmuró y Kim asintió sin dejar de sonreír.

Se sentía demasiado bien...

Casa de los Min.✖

-Ten Kookie- le habló suavemente Jewoo pasándole un vaso con un licuado especial para la resaca.

El alfa le sonrió realmente agradecido y después de un suspiro se lo bebió de golpe. Esa cosa sabía feo, pero muy efectivo para su estado. Pobre de él, su omega y delta lo habían hechado de la cama por llegar muy tarde.

-Gracias...- susurro Kook tomando entre sus manos su cabeza. Vaya que se había pasado.

El omega le sonrió y siguió con lo suyo para el almuerzo que le tocaba organizar ese día; pues era como una tradición entre los Jung, Min y Kim.

-Podrías ir a despertar a ese par, necesito que me ayuden aquí- pidió el mayor, Jungkook asintió y se marchó hacía la habitación que se se supone debía compartir con Yoongi y Jimin.

Entro y los dos estaban acurrucados entre las mantas plácidamente dormidos. Kookie cerró la puerta y con suavidad se fue acercando a ambos hasta que estuvo lo suficientemente cerca, suspiró enamorado y se colocó con cuidado detrás del pálido omega. Los observó y sonrió.

-Yoonnie... Minnie... despierten- murmuró bajito para que no se levantarán enojados, bueno, al menos Min.

El primero en removerse fue Park, quien arrugó su naricita y suspiró abriendo lentamente sus ojos. Jungkook quedó idiota al verle; acercó su manos hasta la regordeta mejilla de Jimin y la acarició con cariño. El castaño le volteó a ver y sonrió adormilado, olvidándose por completo que solo había dormido con su omega.

-Kookie...- susurro adormilado.

-¿No sé supone que te habíamos hechado de aquí?- la amorosa pregunta con voz pastosa del de ojos gatunos hizo hacer una mueca al menor.

Mr. Pervert |BTS| •Vhope• [EN EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora