Mr. Pervert |BTS| •Vhope• [EN EDICIÓN]

CINCUENTA

Dieron las diez y media de la noche, y por fin Seokjin dió el permiso para que los demás entrarán. Hoseok, Yoongi y Jimin fueron los primeros en salir corriendo para abrazar al embarazado que estaba envuelto entre las sábanas y algunas almohadas. Taeil no entendía casi nada, pero de igual forma se encaminó junto al delta para también abrazar al dulce moreno omega que le dejaba acariciar a su cachorrito y le daba galletas cuando quería.

Mientras que los alfas y betas se quedaron en la sala, todo estaba tenso. Seokjin estaba muy molesto y preocupado.

-Tenemos que hacer algo...- murmuró Jungkook tomando entre sus manos su cabeza.
Estaba muy irritado por la situación.

-Esos idiotas nos están acorralando- gruñó rabioso Zico. Su lobo estaba inquieto.

Todo quedó en silenció, los minutos pasaron y cuando el reloj de la sala marcó las once en punto de la noche, unos fuertes golpes en la puerta principal de la casa resonaron haciendo que los omegas, delta, beta y alfas pegaran un salto del susto.

Jackson y Jungkook fueron los primeros en acercarse.

-Esten alertas...- murmuró el alfa más pequeño de ahí. Wang y Jeon olfatearon el aire y se sorprendieron por el olor a sangre fresca.

-¡Ayuda! ¡abran por favor!- la desesperada voz de una mujer los tenso a todos, pues aunque los omegas y delta estuvieran en la planta de arriba por su buen oído escucharon el desgarrador llanto.

Hoseok alzó la cabeza para arriba al percibir un aroma familiar... su corazón se paralizó por segundos. Sintió como su respiración se agitaba y la sangre se le helaba. Su mente solo pudo pensar en una cosa: su familia.

Soltó la mano de Jimin, quien abrazaba contra su pecho al alterado cachorro y corrió para salir de la habitación de Seokjin y Namjoon; sus pasos fueron detenidos por un par de brazos fuertes, el olor de su alfa llegó hasta su nariz y solo atinó a gruñir.

-¡Sueltame! ¡Kim Taehyung, sueltame!- forcejeaba con desesperación y enojo el omega.

El aroma de sus madres llenaba su cuerpo junto al de la sangre; gruñó y sintió como el agarre sobre su cuerpo se hacía más duro y fuerte, pero Tae trataba de no lastimarlo.

-¡Hyung, calmese! ¡no es bueno que se alteré de esa manera!- alzó la voz el alfa, preocupado por su cachorro y su pareja- ella estara bien Hobi... Soora noona es fuerte, ella va a estarlo- dijo con voz suave, quería calmar al triste, angustiado, asustado y furico peli-rojo.

-¡Necesito estar con ellas y con mi hermano! ¡sueltame!- seguía sin calmarse, sentía la firviente necesidad de estar con su manada... su familia.

-¡Por favor hyung!. Ellas~- y fue interrumpido por un fuerte golpe es su estómago, jadeo por el dolor y la falta de aire.

Sus manos soltaron al mayor, observó el suelo hasta caer de rodillas, su mirada estupefacta se dirigió hacia el omega que decía amarlo y se dio con la dolorosa sorpresa de que este tenía los ojos grises, llenos de hielo y opacos.

-Yo no quiero que mi madre muera y si tengo que hacer algo ¡lo haré!... no quiero que termine como la tuya- eso terminó por impactar al pobre alfa que incrédulo y roto se puso de pie, soltando los pedazos de un corazón que el omega alguna vez reparó y hoy lo volvía a quebrar.

La última persona que creyó que lo haría...

El silencio reino en el pasillo, pareciera que solo ellos dos estaban, sin embargo, no era de buena manera. Los ojos del castaño derramaron lágrimas amargas, llorando porque su corazón sangraba y su lobo estaba destrozado. La garganta la sentía doler por el fuerte nudo que ahí se encontraba y retrocedió unos pasos.