TREINTA Y SEIS

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Los rayos del sol se colaban apenas por las rendijas que las pesadas cortinas de la habitación del peli-rojo dejaban. Eran las once del día y Taehyung junto a Hoseok aún seguían en la cama por la tremenda e intensa madrugada que tuvieron.

El omega fue el primero en despertar, abrió sus ojos con pereza, suspiró y recordó de golpe todo lo que había pasado. Sonrió contento volteando a ver a un lado topandose con la serena y hermosa cara durmiente del rubio. Se acercó y dejó un piquito en los labios de Tae quien se removió un poco, este abrió los ojos y observó muy de cerca a su omega. Se sorprendió y los recuerdos le ca como agua fría.

-Buenos días lindo- murmuró Hoseok sin poder dejar de sonreír y ver con ternura a su pareja.

Jung se acercó más a él y escondió su nariz en su cuello, deleitándose del aroma de este, quien por su parte estaba avergonzado y feliz de tener al omega entre sus brazos.

-B-buenos dias Hoseokkie hyung- se sonrojo y el dulce olor de Hobi lo aturdió-... huele muy bien- murmuró enterrando también su nariz en el cuello del mayor.

Hoseok sonrió de lado y se pegó más al cuerpo caliente y desnudo de su alfa. Tae apretó la cintura fina de Jung y este se acomodó sobre su pareja.

-¿Aún tienes cuerda para más muñequito?- interrogó travieso Hobi pasando sus manos por el pecho del menor.

Fijándose mejor que en este habían pequeñas cicatrices, chupones y arañazos.
Sin embargo no le tomo más asunto cuando las manos del alfa obstruyeron su vista.

-Es... es mejor que no mires...- murmuró por lo bajo desviando la mirada hacia un lado, muy avergonzado de su propio cuerpo.

En la noche oculto esas desgraciadas marcas que estaban por todo su cuerpo, cicatrices injustas y que siempre lo acompañarían. Suspiró triste, su maldito pasado siempre estaría escrito y gravado en cada tramo de piel.

Hoseok posó sus manos en las mejillas de su alfa e hizo que le viera directos a los ojos, dos pozos que lo enloquecía y recobraba las ganas de ver más allá que el neutro y triste gris.
Comenzó a acariciarlas con ternura y se acercó hasta que las bocas de ambos se encontraron en varios piquitos.

El peli-rojo jamás había sido así, mucho menos se lo imagino. Pero su pareja le hacía deterriterse y convertirse en alguien totalmente dulce, empalagoso, tierno, paciente y extremadamente pervertido.

¿Qué has hecho con él, Kim Taehyung?

-Quiero ver más Tae... mucho más- susurro cerca de su oído causando que su alfa se estremeciera- estás marcas son de tu pasado y yo estoy dispuesto a cargarlas junto a ti... Taehyung te amo, de verdad lo hago...

Tae suspiró dispuesto a olvidar, esas cadenas ya no lo tenían que retener, él tenía que romperlas y junto a su destinado... Él podía hacer lo que quisiera.

Así que dejando de lado su timidez, tomó a su omega de la cintura e invirtió posiciones. Sonrió y Hoseok se volvió a enamorar.

-También te amo Hoseok hyung...- dijo sin tartamudear y besando los labios rosados de su pareja.

En medio de los besos que se daban reían, se daban mimos y el calor del omega se fue apaciguado, pues en realidad no había entrado en celo todavía. Simplemente fue el efecto de la luna llena, lo mero bueno empezaba el lunes.

-¿Sabes Tae?... con ese color de cabello te pareces al sol ¿quisieras darme todo el día?- se mordió el labio Hobi enrollando sus brazos alrededor del cuello de Tae.

El alfa se sonrojo pero no sé parto y más bien pegó su cuerpo al de su pareja, dispuesto a~...

-¡Hoseok, Taehyung-ah, tenemos que salir, arreglense rápido!- el peli-rojo gruñó bufando, mientras que el menor sonreía abochornado y se alejó de su pareja.

Tae busco con la mirada su ropa interior por todo el suelo pero no la encontró, hizo un puchero y resignado tomó una de las sabanas de la cama y la amarró alrededor de su cintura. Todo bajo la atenta mirada del omega, quien sin pudor alguno se levantó despacio -pues ahora si que le dolía el culo como el quería- y se encaminó al baño junto con su alfa.

Tae se sonrojo más al ver el hermoso y sexy cuerpo de su omega, desvió la mirada hacia arriba y escuchó como Seok reía.
El mayor se acercó hasta donde él estaba y lo abrazo pegando su cabeza al pecho de Kim.

-No es nada que no hayas visto o tocado, bebé- dijo por lo bajo dando pequeños mordiscos traviesos en la piel de Tae.

Este se estremeció y por instinto llevo sus manos hasta la cintura de Hoseok, la apretó y lo separó un poquito para verlo a los ojos.

-Lo se... pero es vergonzoso- sonrió apenado encogiéndose de hombros- te-tenemos que alistarnos Hoseokkie... vamos- el alfa lo tomó de la mano y beso su mejilla derecha.

¡Oh mierda! ¡agradecía tanto a la madre luna por su pareja destinada!

Casa de los Kim.✖

-¡Tío! ¡Llegamos!- aviso feliz un rubio. El otro que lo acompañaba sonrió y rodó los ojos.

El beta se asomó por las escaleras observando a sus dos sobrinos y sonrió, corrió hasta donde ellos estrechandolos entre sus brazos. Vaya que extrañaba que esos dos lo fueran a visitar.

-¡Namjoon!- grito el mayor y el embarazado salió de su habitación arreglandose la camisa y el pelo, dejando a un Seokjin con un puchero y frustrado.

Oh Manuela, dulce y fiel compañera.

-¿Si?- bajo al primer piso y se dio cuesta de su primo- ¡Jackson!... ¿Yugyeom?- interrogó alzando una ceja. Los dos sonrieron.

-Hola...- saludo Yugyeom.

-¡Namie!... wow, no perdiste el tiempo ¿eh?- dijo pícaro acercándose a su primo y abrazándolo con cuidado.

Nam sonrió, pero tenía un mal presentimiento.

¿Que hacía Yugyeom ahí?

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-2/4 ♥

Mr. Pervert |BTS| •Vhope• [EN EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora