ocho

781 125 43
                                    

Supongo que el cansancio me hizo dormir al final. Desperté más tarde porque escuchaba vocecitas y risitas como en secreto en torno a mi y cuando abrí los ojos ví a los Zen oh sama recostados a los pies de ni cama viendo el cuaderno de dibujo,
especialmente el dibujo de Daishinkan.

"Porque no tiré esa cosa"

Pensé y rogaba porque no supieran leer,cosa que no era muy probable.

-oye oye ¿por que Daishinkan tiene cuernos?-me pregunto uno.

-eehh...bueno...es...eso es... Por...¡porque tiene un disfraz de Halloween!-dije de pronto y sin meditarlo.

-¿hallo...ween?-dijeron a dúo y se acercaron tanto a mi que quise apartarme.

-si...es Halloween...una festividad de mi mundo,por así decirlo.

Parecían muy interesados en el tema y término por contarle al respecto sin sospechar que pasaría después de eso. Querían que les siguiera contando cosas de mi mundo,pero en ese momento,Daishinkan apareció y Zamasu salía de su habitación.
Todo quedó en silencio,todos se miraban entre sí y yo ahí en la posición más incómoda de todas.

-no sabía que estaban aquí,Zen oh sama-dijo Daishinkan-vinieron a pedir una historia?

-no,queriamos una cantidad de cuna...-dijo uno.

-y ella nos canto una...-dijo el otro.

-y ahora nos habló de algo muy interesante-dijo el primero.

-ya me contaran durante el desayuno,ahora dejen de importunar a Salieri-les dijo amablemente.

Se los llevo y eso me alivio,pues me sentí bastante invadida. Mire,sin razón aparente hacia mi costado derecho y ahí me encontré con Zamasu viéndome como siempre (con desdén y molestia)

-ya vístete y ven a comer -me dijo y tiró algo sobre la cama.

Eran prendas de vestir ¿de donde las sacaba? Pues no tengo idea, se parecían a mi primer atuendo  Comí sin protestar,aun que no sabía del todo que eran esas cosas.Parecia fruta y algo como pan o que se yo. No tenía mal sabor así que... Después sólo aguardar a que los Zen oh sama me llamarán,no había nada que hacer y no tenía permitido salir de la habitación sin consentimiento de Daishinkan.

Zamasu era callado y combatía el aburrimiento leyendo algunos libros o sólo estando sentado ahí pensando en quien sabe que.
Cuando de casualidad su mirada y la mía chocaban de inmediato la apartaba o llenaba sus ojos de odio y despreció. A ratos su presencia era realmente sofocante y no tenía donde refugiarme de ella.

En un momento se levantó y fue hasta el escritorio,tomo la tablet,mirando su pantalla, regreso al sofá donde estaba y se quedó viendo algo con atención.

-salvaste a Lilibeu-dijo de pronto-tuviste suerte.

Lo ignore.No tenía ánimos de discutir.

-¿que sucede? Estas muy callada el día de hoy-me dijo en tono incisivo,pero volví a ignorar sus palabras-¿te sientes mal?

No respondí o más bien no me dió tiempo de hacerlo,en un parpadeo ya estaba frente a mi. Me tomo las manos como cuando quieren tomar el pulso y luego me miro fijamente como si me estuviera examinando.

-¡aléjate!-le dije,estaba demasiado cerca y eso no me gustó.

-estás algo pálida y tus labios perdieron color-dijo tomando distancia.

Iba a decir algo más cuando Daishinkan y los Zen oh sama aparecieron en la habitación.
Creo que no sabían para que son las puertas.

-espero no ser inoportuno-dijo el gran sacerdote-pero ambos zen oh sama han decidido que quieren jugar al Halloween y desean que usted los acompañe...

Cuentos al Rey De Todo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora