-¿Como que fuiste...Como que fuiste tú... Él que me escogió? Si...el que me trajo aquí fue Daishinkan-le cuestione mientras aún me sostenía en sus brazos.
Se sonrió divertido y con cuidado me puso en el suelo.
-Eso es verdad,el Gran Sacerdote te trajo aquí,pero porque yo se lo pedí-me explico Zamasu.
-¿Puede decirnos por qué accedí a una petición como esa,señorita Salieri? Debo recordarle que su retorno aún está en vilo,así que piense bien su respuesta-me dijo Daishinkan.
Zamasu me guiño un ojo,yo no entendía nada. Que Zamasu fuera quien me llevo ahí fue otra cosa que no ví venir,pero claro está que muchas cosas me llamaron la atención respecto a él. Como que no se postrara ante Daishinkan como los demás solían hacelo o esa doble personalidad.A veces era un ogro y otras hasta amable y atento.Le preocupaba que yo fuera a quedarme ahí y...
-Señorita Salieri-me llamó Daishinkan apartándome de mis reflexiones-¿Tiene su respuesta?
-La apuesta real es entre usted y Zamasu-dije al fin.
-¿Qué apostamos?-me pregunto el Gran Sacerdote, con bastante interés.
-No hace falta que responda eso-dijo Zamasu y pasó su brazo tras mi cuello-Ella ya ha gano este juego.
-Tienes razón-dijo Daishinkan y comenzó a aplaudir.
Los dioses aplaudieron también y luego fueron desapareciendo. Algunos como los del universo ocho se despidieron de mi agitando la mano y respondí el gesto. Tenía varias preguntas, mas no pude hacerlas porque los Zen oh sama, fueron hasta mí y el del futuro se lanzó directo a mis brazos como de costumbre.
-Lo hiciste bien -me dijo y puso su mano sobre mi cabeza-Ahora podrás volver a casa,pero me gustaría que te quedarás un poco más...
-Un poquito más si-lo apoyo el otro.
-Un día más si-lo apoyo el primero-para jugar un poco más si...
Los Zen oh sama podían ser aterradores como tiernos (no muy diferente a cualquier niño de hoy en día) Nunca fueron malos conmigo y... en vista de que podía volver a casa no ví nada de malo en quedarme un día más,ademas aún no tenía mis respuesta y estaba ese otro asunto con Bills.
-¿Un día más? No hay problema- les dije y ellos parecieron muy felices.
Se fueron,según a ellos,a buscar algo muy divertido. Así me quedé a solas con esos dos.
-Entonces la apuesta real era entre ustedes dos-les señale algo molesta-Exijo saber que aposataron ¡Me lo deben!
Ellos se miraron,se sonrieron y luego se aproximaron a mi para tomarme de los brazos y llevarme de vuelta a mi mundo. Aparecimos en aquella jaula y la verdad entre esos dos me sentía bastante incómoda. Lo peor es que me trataron como una muñeca, Zamasu me tono por la cintura para sentarme sobre la mesa y Daishinkan puso esa tablet en mis manos para luego sentarse junto a mi.
-Tal como debes haberte dado cuenta,yo soy eso que tú llamas "alma de un personaje"-me dijo Zamasu-Conservo la esencia dada por mi creador,pero también he adquirido cierta autonomía.
Estoy fuera del argumento y dentro a la vez. Como bien dices, de mi no se sabe más que lo que se considero pertinente contar. Así que empecé a leer las historias de los fans y me encontré con cosas muy desagradables,unas interesantes y otras aberrantes. Algunas me trataban como un lunático,otras como siempre fui en la historia original en fin.Pero en la tuya ví algo que hasta entonces no había encontrado.-Pero yo no he escrito ninguna historia respecto a tí-le dije.
-Cierto,pero me usaste en "NO" y me gusto algo que leí allí respecto a mi persona.
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Cuentos al Rey De Todo
FanfictionYo escribía de él sin saber que desde su mundo podía leer aquellas historias. Un día, ofendido por mi prosa, me lleva ante él para proponerme un inusual juego.