veinticinco

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Me desencajo con esa sonrisa y con que pronunciará mi nombre,tanto o más que con esa respuesta que fue ¿Amable?

-¿Deje de ser "la humana"?-le pregunté por,lo admito,
arrogancia.

Él me miró sin responder y se encaminó a la cocina. Decidí ignorar eso para tirarme en la cama y cuando iba volando hacia ella,después de tomar un impulso y saltar, ví un objeto muy familiar ¡Mi celular! Crei que Iru se lo había llevado,
pero no.Estaba ahí y aún con batería (sorprendentemente) algo de mi mundo. Algo mío con algo que extrañaba ¡Mi música! Mi extraña y poco común música que me llevaba de paseo a otros mundos y a mi anterior.Claro que antes no olvide confirmar si tenía o no señal y no,no tenía...

¡Bueno! al menos podría oír música y eso me ayudaría a pasar las horas.A demás tenía algunos juegos así que algo es algo,pero lo más importante es que sabría que hora es y eso fue lo más extraño. La fecha era la del mismo día en que llegue allí y la hora también.Se que yo,en ese palacio perdí por completo la noción del tiempo,mas era imposible que este estuviera estancado.Habían sido días o semanas,no podía estar segura ¿Entonces por qué ese artefacto no registraba el paso de los días? Me quedé mirando el reloj en la pantalla esperando que los minutos pasarán,pero no avanzaban.

-La cena está lista,te serví en la terraza-me dijo Zamasu y volvió a la cocina.

Tenía hambre así que fui a comer y para mi sorpresa había dos puestos en la mesa.Zamasu jamás comía conmigo él,siempre me servía y se retiraba ¿Por qué en ese momento quería sentarse a mi lado? No me dijo una sola palabra,se limitó a comer sin prisa y con modales dignos de un noble,cosa que me hacía sentir torpe e inculta,mas mi atención se apartó pronto de eso.

-¿Qué te sucede? ¿No tienes hambre?-me pregunto apartandome de mis pensamientos.

No respondí y tome los cubiertos para empezar a comer.

-Así que te incómoda mi presencia-dijo jactancioso-¡Vaya! yo creia que te habías habituado a interactuar con dioses.

-No es eso-le dije-solo me hago una pregunta...

-¿Qué pregunta?

-Ese mohicano que tú y todos los shin-jin usan ¿Es de nacimiento o parte de ser un supremo kaiosama?

Me miro confundido,pareció meditarlo un poco luego dijo en tono poco amigable:

-Todo los Shin-jin nacemos así...

-No lo creo-le dije-Kibito,el asistente del supremo kaiosama del universo siete,tiene una larga y abundante caballera,mientras que el asistente del supremo kaiosama del universo seis usa un mohicano como tú ¿Cual es la razón de ese peinado?

-Haces preguntas irrelevantes-me dijo y se puso de pie-¿Qué se puede esperar de una humana como tú?

Estaba algo molesto,aun así cuando pasó por mi lado lo tomé del brazo para detenerlo. Me miro indignado e hizo un movimiento brusco para que lo soltara y lo logró.

-¿Es irrelevante?-le cuestione-¿O es que no conoces la respuesta?

No respondió.Se dio la vuelta y se fue. Yo obtuve la respuesta a la real pregunta que oculte debajo de esa.

Estaba entendiendo todo.

¿Se han preguntado si odio a Zamasu? Pues no,no lo odio. Me causa recelo y eso es todo.Nunca fue un personaje que me disgustara es más, me resulta muy interesante,pero Zamasu es Zamasu y no pueden pedirle que sea amable con una humana,
pues él fue diseñado para odiarnos,despreciarnos y juzgarnos con severidad.
Quiza también para enrostrarnos nuestros pecados y falta de buen juicio. Él cumplió ese rol magistralmente y para ello el autor lo dotó de una personalidad que lo hiciera antagonista del héroe.

Cuentos al Rey De Todo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora