"Estúpido Daishinkan"
Me miro fijamente un momento, se inclinó un poco hacia mí, yo busqué distancia.
-Tiene unos ojos muy extraños-me dijo al fin-Me recuerdan el color de estas nubes-agrego mirando al cielo.
¿Por qué no se iba? Era obvio que no tenía nada más que decir.
-Zamasu,me gustaría una taza de té.E ste lugar es bastante agradable. Voy a quedarme un momento-señalo sin quitarme los ojos de encima.
Iba a levantarme,pero descubrí que no era dueña de mi cuerpo. No podía mover nada de la cintura para abajo.
-Será agradable,disfrutar de su compañía-dijo sonriéndome.
¡Claro! Si yo había decidido no hablar,él se había propuesto lograr que lo hiciera.Se quedaría hasta lograrlo o aburrirse. Se sentó del otro lado de la mesa, con una expresión cándida e infantil mientras Zamasu, preparaba el té que unos minutos más tarde llevo hasta la mesa en silencio absoluto. Me puso una taza en frente,pese a que yo no di ningún indicio de querer beber té,pero que más daba.Supuse que era una orden implícita del cretino de Daishinkan.
-Esta delicioso ¿No le parece?-me preguntó.
Asinti con la cabeza tras probarlo.
-¿Le gustaría un bocadillo? Las cosas dulces van bien con una buena taza de té.
Hizo aparecer galletas,pasteles, tartas y varias cosas de ese tipo ¿Queria provocarme una alza de azúcar? Quizá,con él nunca se sabía. Comía y bebía té con una actitud bastante relajada.Miraba el paisaje,paseaba su vista por la estructura. A ratos me miraba sonriendo,al fin me relajé y comí un bocado.
¿Cuanto puedes tardar en beberte una taza de té? Creo que llevaba más de una hora y seguía ahí.Seguramente el té estaba frío para entonces y ¡seguia ahí bebiendo tranquilamente!
Quería que se fuera,pero no podía pedírselo. Si hablaba perdería ese desafío insinuado entre los dos. Me hubiera gustado levantarme,pero tampoco me lo permitía y ahí estaba con esa cara de inocente que yo imaginaba romper a golpes.-¿Esta aburrida?-me pregunto como si recién lo hubiera notado.
Asinti con la cabeza.
-Juguemos-dijo y la mesa se convirtió en un tablero de ajedrez-Estoy seguro que conoce este juego.
Desde los diez años que juego ajedrez con mi hermano Gabriel. Nunca le he ganado,pero mala no soy eso se los puedo asegurar.
-Un juego interesante, a mi juicio, el más interesante de su mundo, seguramente podría hablarme de el,aunque como a decidido privarme de su voz...Haremos el siguiente trato. Si usted gana yo la devolvere a su mundo.
Lo mire con incredulidad.
-Los Zen oh sama se molestaran, pero puedo manejarlos.Mas si yo gano,usted volverá a hablar ¿Esta de acuerdo?
Acepté. A fin de cuentas si perdía mi situación no empeoraba.
El primer movimiento lo hizo él,movió un caballo. Si en un principio fui optimista y creí que podía ganar peque de ingenua,él era Daishinkan y estaba a años luz de distancia en muchos aspectos,aun así postergó el juego tanto como pude enfrentar sus tretas. Al final terminé con dos peones y una torre además del rey; él tenía dos alfiles y un caballo.-Llegamos al final del juego y creo que tengo la ventaja-me dijo y me miró con triunfo-Le propongo un empate ¿Qué dice?
Le dije que no con la cabeza.
-¿Hasta el final? ¿Quiere seguir jugando aún cuando sabe que no va a ganar? ¿Cree qué voy a cometer un error o que la suerte la favorecerá?
Por obvias razones no respondí, pero le hice una señal Zamasu; moví mi mano como si escribirá y el materializó una libreta y un lápiz que llevo hasta mí.
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Cuentos al Rey De Todo
FanfictionYo escribía de él sin saber que desde su mundo podía leer aquellas historias. Un día, ofendido por mi prosa, me lleva ante él para proponerme un inusual juego.