Trece

689 115 45
                                    

-¡Casi me mata de un infarto!-le dije sin disimular mi enfado.

-sólo quería hacer su experiencia más divertida-me dijo entre risas.

Me di la vuelta para seguir otro camino cuando me encontré con otro mounstro.Uno aún más espantoso que el anterior y creyendo que simplemente era el supremo kaiosama haciéndome otra jugarreta,lo golpeé con la bolsa de los dulces haciendo que la máscara saliera volando y descubriendo a quien intento asustarme:el ángel de ese universo,su nombre es Korn sino mal recuerdo.

-creo que me excedi-fue lo único que dijo.

Bueno después de todo ¿qué dolor iba a causarle yo,con una bolsa con dulces?

-señor Liquir,creo que no es buena idea seguir asustandando a la joven-le dijo al dios que aparecía por mi costado.

-así parece-dijo Liquir mirándome fijamente.

Me sentí como un pequeño conejo rodeado por tres lobos en ese momento.No parecían verme con más altanería que cualquier otro trío de deidades,pero no sabría decirles porque me incomodaba tanto que esos tres me miraran así.

-supongo que yo era la víctima perfecta para sus jugarretas-dije en voz baja y como si se me hubiera escapado un pensamiento.

-en efecto-exclamó Liquir-¿no esperara que tengamos esta clase de comportamiento con los Zen oh sama o Daishinkan?

Abría mi boca para responder cuando alguien más lo hizo.

-no sabría decirles si ella esperaría de ustedes una acción así o no-dijo Daishinkan-después de todo la señorita Salieri reprendió a los Zen oh sama por su  comportamiento en el universo tres.

Lo mire,me miró;nos miramos y pensé en lo mucho que me gustaría apretarle esas mejillas hasta dejarlas de color escarlata,
pero no iba a hacer eso y él me dió una de esas sonrisas de niño bueno que...¡olvidenlo!

-¿y usted le permitió una osadia como esa?-le pregunto el dios algo escándalizado con la ida.

-porque no habría de permitírselo,después de todo ella  proviene del mundo del que sería nuestro verdadero dios y eso hace de ella una auténtica-dijo el supremo kaiosama,pero se interrumpió sin motivo aparente.

Ese comentario me hizo caer en cuanta de algo,pero no tuve tiempo de meditarlo gracias a que los Zen oh sama aparecieron en ese momento y uno de ellos me tomo de la mano para tirarme hacia un lado con mucha confianza,algo que pareció tomar por sorpresa a Liquir y compañía.

-cuéntanos una historia de fantasmas-me dijo.

-¡si! Cuentanos un historia de fantasmas ¡de fantasmas!-dijo el otro y me tiró de la otra mano.

-que maravillosa idea!-exclamó Daishinkan-Salieri porque no nos deleita con uno de sus relatos acorde a esta pintoresca festividad...

-¡sii!-exclamaron los Zen oh sama-¡historia! ¡historia!

-eso suena interesante ¿podemos quedarnos a escucharla?-preguntó Liquir.

Era suficiente tensión contarles una historia a los Zen oh sama y Daishinkan como para,además tener que hacerlo para Liquir,Korn y su supremo kaiosama cuyo nombre jamás recuerdo.

"Dígale que no,dígale que no,dígale que no"...

Pensaba yo

-¡por supuesto!a Salieri la hará feliz tenerlos como audiencia-dijo el gran sacerdote mirandome  con su sonrisa...

"Hijo de la..."

Cuentos al Rey De Todo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora