Por suerte,para mi, cuando cruce ese umbral,nadie noto mi presencia y en un rápido vistazo descubrí que el universo tres,
cuatro y díez no estaban.Del nueve faltaba el supremo kaiosama. A decir verdad no me sentía con muchos ánimos de estar ahí,pero no tenía opción.
Busque un lugar que pasará desapercibido donde sentarme.
No queria llamar la atención. Había un sitio lleno de cojines y almohadas muy suaves y en medio de ellas me senté abrazándo mis piernas.Todo se veía muy bien y el ambiente era agradable.Habia una decoración muy bonita y bocadillos.Me pregunte si así era realmente una pijamada,de niña nunca fui a una.Me pareció divertido que los dioses de la destrucción se vieran más vestidos con Pijama que con sus atuendos cotidianos y me sonreí.
-¿Qué hace aquí,tan sola?-me preguntaron y mire a mi costado izquierdo.
Ahí estaba el supremo kaiosama del universo ocho (me cuesta recordar su nombre),sentado con un pijama de camisón algo anticuado y un gorrito algo gracioso.Traia un plato en la mano con algo que parecían ser galletas del cual me ofreció y tome una.
-Gracias-le dije y le di una mordida,tenia sabor a miel.
-¿No es esta la chica que me golpeó con una bolsa con caramelos?-hablo Korn que estaba parado detrás de mi-Luce un poco diferente...
-No trae puesto un disfraz.Eso es todo-dijo Liquir que en algún momento llegó a pararse frente a mí,él sólo traia un holgado pantalón.
-Hola que tal-les dije sintiéndome algo invadida y me respondieron a coro para luego sentarse en torno a mí.
Comenzaron a hablar de aquel evento como si yo no estuviera ahí y eso,aparte de hacerme sentir como un fantasma, me era bastante desagradable,pero todo siempre puede ser peor.
-Asi que tú eres Salieri.No tuve la oportunidad de apreciarte cuando estuviste en mi universo-me dijo jerez.
Traia un pijama un tanto sensual,pero muy elegante y tomándome de la mano me puso de pie.Era más alta que yo y desprendía un perfume muy agradable.Me miro con mucha atención y con algo de brusquedad me sujeto por la barbilla,para acercar mi rostro al suyo obligándome a pararme de puntas.
-El color de tus ojos me recuerdan los de un felino -me dijo-Deberías usar algo de maquillaje. Te ayudaría a resaltar tu mirada.
-Lo tendré en cuenta-le dije y no sé por qué,pero me sentí algo avergonzada con su recomendación.
-¡No arruines a la muchacha con tus consejos de belleza!-le dijo una voz que no reconocí.
Se trataba de Gin,el dios de la destrucción del universo doce. Su aspecto semejante al mounstro de la laguna me resultó algo amedrentante. Tenia una postura que mostraba orgullo y solemnidad.Me extendió la mano y me dijo:
-Es un placer conocerla,me han estado hablando de usted.
-¿De mi?-le pregunte y estreche su mano,estaba fría.
-De usted es de quien todos hablan aquí,Salieri-me dijo el supremo kaiosama del universo ocho.
Eso no me gustó mucho y ni siquiera me atreví a imaginar que podían estar hablando de mi, esos dioses y ángeles.
-Nosotros nos quedamos muy intrigados con su persona,pues jamás llegó a nuestro universo- dijo una voz masculina.
No pude ver quien era porque Jerez me cubrió los ojos con sus manos.
-Vermouh,el Gran Sacerdote dijo que debíamos asistir en ropa de dormir ¡No en ropa interior!-le reclamo la diosa.
-Asi es como duerme el señor Vermoud-dijo Marcarita.
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Cuentos al Rey De Todo
FanfictionYo escribía de él sin saber que desde su mundo podía leer aquellas historias. Un día, ofendido por mi prosa, me lleva ante él para proponerme un inusual juego.