33. UNA SEÑAL

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Tamara terminó desobedeciendo a Jinki y salió de aquella casa en el campo donde fue recluida con Xia sin mayor explicación.

El hecho de sentirse apartada sin saber el motivo realmente la molestaba, y como Jinki la conocía bien, había hecho una "travesura" al enviarla a un lugar que si quería abandonar, no tendría otra opción que "caminar".

Fue así como las dos hermanas terminaron caminando, Támara iba al frente mostrando indiferencia por Xia quien seguramente la seguía por órdenes de Jinki.

Porque, a pesar de lo que Joon le había revelado, para ella era difícil de creer que algo de aquello fuera verdad.

Aquella ocasión en que Joon abordó a Taemin y Tamara lejos de sus hermanos les reveló algunas cosas que ellos no debían saber, o al menos que los mayores no quería que supieran, y entre ellas una fue que Tamara había sido privada de sus recuerdos y vivía pensando que Xia la había odiado toda su vida, cuando era todo lo contrario.

Pero por más que Tamara observaba a su Unnie no le era posible imaginar otra dimensión, realidad, mundo alterno o vida en que ambas se llevaran bien.

De alguna manera esas dos que eran como el agua y el aceite terminaron caminando en lo que parecía ser un enorme bosque.

Los recuerdos de la tremenda golpiza que Xia le propinó a la otra llegó a la mente de ambas, Tamara odió a su Unnie al recordarlo, Xia se sintió horrible por hablarle hecho tanto daño,siendo que al final había sido necesario, o al menos eso pensaba cuando el plan era que Tamara se acercara a Minho, hasta que Jinki y Taemin echaron todo por la borda.

—¡Estoy cansada, vamos a descansar!—. Declaró Xia mientras intentaba atrasar a la otra.

No quería que Jinki se molestaría si volvían pronto, por su parte Tamara ni siquiera la miró y siguió caminando con un solo objetivo en mente, reclamarle a Jinki.

—¡Ojalá te encuentres un hombre lobo y te mueras de una vez!—. Sentenció Xia al sujetar a Caramelo con la esperanza que la otra volviera por el cachorro.

Se sentó con él a descansar siendo ignorada mientras se debatía si la única forma de detenerla era darle otra buena golpiza.

Por otro lado Tamara siguió su camino mientras maldecía el hecho de ser apartada, seguido de su reclusión con su carcelera a quien obviamente odiaba y luego la gran travesía a pie que debía hacer para volver.

...

Por otro lado, en el castillo, Jinki nuevamente se había quedado abrazado a las piernas de Joon, si, era extraño pero para nuestro sucesor, esa era la única manera para dormir plácidamente... cuando Joon velaba por su sueño.

Como tantas veces lo había hecho en el pasado.

Joon miraba al joven heredero en sus piernas y ponía todo de sí para no acariciar lo que para él, era el rostro más hermoso que había visto en sus casi tres mil años de vida, porque como ya dijimos antes, en algún momento de todo el tiempo que había estado junto a Jinki, había aceptado sus sentimientos por él.

Entonces veamos un poco de Joon junto a Jinki desde sus inicios.

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[FLASH BACK

En un bonito castillo color azul cerca del océano un joven miraba como las olas rompían en la costa junto a su hogar mientras grababa la hermosa vista en sus recuerdos a sabiendas que no los vería en mucho, pero mucho tiempo.

Siendo acariciado con delicadeza por la brisa marina, ese joven... era Joon, el primogénito del "único" hermano del actual emperador y padre de Jinki y el resto.

—¿Estás listo?—. Preguntó el dueño de una mano que se posó sobre su hombro.

Ese día Joon dejaría su hogar para ir a vivir en los dominios del emperador, así se había decidido desde antes de su nacimiento, cuando se determinó que su familia debía servir a la familia principal.

Entonces sí, es lo que están pensando, Joon y Jiah son hermanos, y primos de Jinki y los demás.

El padre de Joon veía con pesar la partida de su hijo mientras Jiah, su única hija pasaría por lo mismo a la llegada del nacimiento de la primera princesa.

Pasaron varios meses, tiempo en que Joon vivió en el castillo mentalizándose a su misión, como primogénito de su familia, y como el hijo de su padre que estaba decidido a acabar con la serie de infortunios que acechaban a su familia, había sido instruido desde que tuvo uso de razón para cumplir su misión.

¿En qué consistía su misión?

Muy sencillo, debía ganar la confianza del emperador y hacerse querer por el bebé que venía en camino, al punto que el pequeño saliera de los dominios del emperador, ya que el niño no podría ser sacado y solo podía salir por voluntad propia.

¿Para qué?

Pues sencillo, para asesinarlo.

El más terrible secreto de los sangre pura y por lo cual mantenían su linaje era en realidad muy sencillo.

Empecemos con el abuelo de Jinki para que sea fácil de entender, el abuelo de Jinki tuvo 20 hijos entre varones y damas.

De esos 20 hijos, el mayor (actual emperador) se convirtió en sucesor y luego en emperador como debía ser.

Ese actual emperador asesinó a todos sus hermanos varones menos al padre de Joon que a sus ojos era el más "débil", lo exilió y lo dejó vivir a cambio de que ofreciera a sus futuros hijos (Joon y Jiah) a servir a los príncipes que heredarían su sangre.

Fue así como el padre de Joon se casó con una vampiresa noble y Joon y Jiah terminaron siendo nobles muy poderosos más no sangre pura como sus primos.

El padre de Jinki tuvo muchas esposas, entre sus propias hermanas nacieron la mayoría de sus hijos que fueron sangre pura, además de varias esposas nobles para tener descendencia directa y fiel a sus hijos.

Todas y cada una de las madres de Jinki y sus hermanos desaparecieron (No creo que haga falta que les diga que les pasó), para evitar que surgiera una rama alterna de sangre pura ya que el padre de Joon seguía con vida.

Entonces, la misión de Joon y Jiah, era asegurarse de que todos los príncipes y princesas murieran antes de que la trágica historia se repitiera, después de mucho pensarlo Jiah y Joon estuvieron de acuerdo en su misión, incluso creyeron que sólo si las princesas desaparecieran la cadena de infortunios se rompería, pero su padre no estuvo conforme y exigió que todos los príncipes murieran.

Fue así como Joon conoció a un pequeño y regordete bebé llamado "Jinki".

En aquella enorme habitación completamente blanca, dentro de un tenebroso castillo donde el miedo y la oscuridad reinaban, fue donde también conoció a su tía y madre de Jinki.

—Acércate—. Solicitó la hermosa dama de largos cabellos y piel tan blanca como la nieve más pura, era conocida por su impresionante amabilidad que después sería una rasgo distintivo de su hijo, además tenía un don único y especial, era capaz de ver más allá del tiempo y el espacio, y fue por eso, que con el correr de los días se atrevió a hacer una petición a Joon.

"Por favor cuida siempre de él, por favor asegúrate que su corazón siempre sea amable, tal como lo es ahora, que es un bebé inocente."

Joon se presentaba cada día en los aposentos de la emperatriz, el pequeño Jinki siempre tomaba su dedo entre sus pequeñas manitas, hasta que un día finalmente comenzó a cargarlo, a sentir su calor y los latidos de su pequeño corazón, y es que Joon tenía una habilidad que para bien o para mal, reinaba en sus ojos... Él podía... Ver dentro del corazón de los demás.

Fue así como vio la naturaleza del corazón de Jinki, y entonces se preguntó.

De verdad ese pequeño con desbordante bondad... ¿Se convertiría en un cruel y sanguinario emperador como el actual?

Fue así como comenzó a dudar en sí lo que su familia quería era realmente correcto.

Después de unos meses se llevó a Jinki a sus aposentos a petición de la emperatriz, esa noche el pequeño príncipe lloraba rehusándose a dormir, por lo que terminó cargándolo y paseándose por la habitación durante horas y horas hasta que finalmente se durmió.

Y como si de un mal chiste se tratara en cuanto intentó acostarlo se despertó y comenzó a llorar como si estuviera sufriendo un gran tormento.

Nuevamente lo cargó y se paseó con él un par de horas, hasta que se durmió nuevamente, nuestro joven vampiro noble y niñero estaba tan agotado que decidió irse a dormir con el bebé en brazos esperando que no se despertara una vez más.

Subió como pudo a su cama y llegando hasta el rincón más lejano de las orillas se quedó dormido sentado con Jinki en brazos.

Pasaron un par de horas y la claridad de la mañana comenzó a filtrarse a través de las cortinas de su habitación.

Su ceño se frunció ligeramente y sus manos buscaron el pequeño bulto que debía estar en sus brazos.

Pero... Ese pequeño bulto no estaba ahí, abrió sus ojos asustado al sentir que Jinki no estaba en sus brazos, estuvo a punto de levantarse de golpe pero afortunadamente no lo hizo.

Ya que el pequeño príncipe estaba dormido extrañamente abrazado a una de sus piernas.

Una sonrisa se dibujó en sus labios ante semejante acto de ternura por parte de un bebé indefenso, y en ese precioso momento ese pequeño bebé no sólo se apropió de la pierna de Joon... Sino también de su corazón.

Después de esa noche, la emperatriz no fue vista nunca más, Joon tomó en sus brazos al pequeño príncipe y le prometió que lo protegería, incluso del emperador, de su padre y de su propia familia, incluso de él mismo, no permitiría que su corazón se corrompiera jamás, hizo un juramento de lealtad para la eternidad.

FIN DEL FLASH BACK]

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—Joon—. Jinki susurró aún recargado en la pierna del otro.

Su cálido aliento traspasó la tela del pantalón frente a su rostro como si de vapor hirviendo se tratara.

—¿Qué ocurre mi joven amo?—. Cuestionó Joon intentando tranquilizar su corazón que por esa simple acción estuvo a punto de salir de su pecho.

Jinki frunció el ceño y se levantó un tanto molesto quedando a sólo centímetros del rostro del otro.

—¿Cuántas veces te eh dicho que me llames Jinki?—. Preguntó un tanto molesto.

—No podría hacerlo mi joven amo—. Joon sonrió nuevamente intentando controlarse.

Lo cual era realmente difícil si ese joven frente a él se acercaba tanto que podía sentir su aliento en la piel de sus labios.

—Por favor llámame Jinki... Al menos cuando estemos solos, quiero volver a los tiempos en que no tenía que tener estas preocupaciones—. Declaró mientras llevaba su mano a la altura de su corazón.

Como un relámpago las ansias de alcanzarlo y abrazarlo atravesaron el cuerpo del joven noble.

—También quiero llamarte Hyung... Joon Hyung... Como cuando solo éramos tu y yo—. dijo Jinki mirándolo suplicante.

El segundo no pudo hacer sino solo sonreír, era como si frente a él tuviera al pequeño que prácticamente había criado desde que era un bebé, a quien había amado durante siglos como su hermano y posteriormente a quien le había entregado su corazón durante más de mil años sin siquiera poder confesar sus sentimientos.

—Está bien... Jinki—. Joon sonrió a la par que acarició los cabellos de Jinki.

El segundo sonrió complacido y volvió a acomodarse en las piernas que le servían de almohada.

Entonces recordó su plática con Taemin, aquella vez que le dijo que era amor si "podía dormir en brazos de esa persona y odiaba despertar por querer permanecer en ellos", precisamente, eso era lo que Jinki sentía al estar en brazos de Joon, al cerrar sus ojos, en verdad deseaba que la noche se extendiera indefinidamente para permanecer en su cálido abrazo.

Nuevamente se quedó dormido y Joon fue su almohada durante horas al igual que aquella noche en que el pequeño bebé fue confiado a sus brazos por la emperatriz.

...

En el mundo humano Jonghyun se encontraba como todas las noches observando las perfectas facciones de Kibum mientras se aseguraba que cada detalle en la habitación fuera de su agrado.

—Ya casi Kibummie, falta poco para que volvamos a estar juntos—. Sujetó la mano de Kibum y depositó un suave beso en su dorso.

Se deleitó con el aroma y la textura de su piel y le declaró.

—Saranghae Kibummie... Te lo eh dicho a diario desde antes que aceptaras mi corazón, y seguiré haciéndolo hasta mi último suspiro, así que, por favor despierta pronto, necesito que también me lo digas—. Susurró en el oído del otro.

Lo miró un segundo e inclinándose lentamente se disponía a depositar un beso en sus labios cuando repentinamente se vio interrumpido por un "bulto" maloliente que cayó detrás de él.

Desde luego el maloliente bulto era el envío de Taemin, "el anciano Dongwoo".

Jonghyun estuvo a punto de asesinarlo por la pestilente interrupción pero afortunadamente para el viejo fue reconocido.

En lugar de morir en manos de Jonghyun este terminó sacándolo de la habitación de Kibum y deshaciendo la maldición sobre él.

El fétido olor se fue en segundos, el cabello blanco del anciano se tornó negro, sus uñas podridas se recuperaron a la par que las yagas en su piel comenzaron a sanar, su espalda se enderezó, sus párpados cubrieron sus ojos naturalmente y sus dientes tomaron su color natural y posición en sus encías.

El pútrido viejo tomó la apariencia que tenía hace 900 años cuando vio a Jonghyun por primera vez, un joven de unos 16 años que en aquel entonces era el hermano menor del humano amante de Risa.

—¿Qué te pasó para seguir en este mundo después de tanto tiempo?... ¿Quién te maldijo?—. Cuestionó Jonghyun al chico frente a él.

El joven cayó con las palmas al suelo mientras evitaba mirarlo.

—Él dijo que sí resguardaba el alma que me llevaba hasta que la pidiera de vuelta, me devolvería a mí hermano— Confesó Dongwoo.

—¿De qué alma estás hablando?—Preguntó Jonghyun frunciendo el ceño.

Entonces el joven señaló con su temblorosa mano en dirección a Kibum.

—¿Y... Dónde está?—. Cuestionó Jonghyun.

—No lo sé, un tiempo después fue robada, pero no recuerdo quién la robó, entonces él dijo que me pudriría en cuerpo y después en alma por no cumplir mi promesa—. Dongwoo apenas podía hablar.

Y cómo no, si el pobre hombre había pasado por tanto.

Jonghyun suspiró pues creía saber quién había maldecido al humano.

—¿Qué hay de tu hermano?

—Él dijo que hace tiempo había desaparecido de este mundo.

Jonghyun no pudo evitar sentir lástima del humano.

—Está bien, yo buscaré el alma que perdiste, y si encuentro a tu hermano lo enviaré a tu lado, ve a descansar—. El joven vampiro expresó colocando su mano sobre la cabeza del joven arrodillado.

Así fue como envío esa pobre alma al más allá donde se prepararía para su próxima vida.

—Con suerte coincidirás con tu hermano la próxima vez.

Fue así como Jonghyun se despidió de Dongwoo y ahora que sabía que el alma de Kibum no estaba donde Joon la había guardado originalmente entendía porque Jinki no había podido regresarla a su cuerpo.

El cuerpo del joven se des-materializó y su alma se elevó en un brillante color azul celeste que desapareció a través del techo de la habitación.

Y por si están preguntándose ¿Cuándo Jonghyun y Dongwoo se conocieron?

Fue cuando Jonghyun fue a buscar a su hermano que fue dejado con los humanos y no logró encontrarlo, en aquel entonces Jonghyun estaba sumamente herido por los acontecimientos de la noche anterior, se encontró con Dongwoo que curiosamente lo ayudó en lugar de alertar a los cazadores, si Jonghyun era el amable vampiro del que Dongwoo siempre habló.

A cambio Jonghyun le ayudó a vivir un par de cientos de años ya que ambos necesitaban lo mismo... Encontrar al príncipe vampiro que había devorado el alma del hermano de Dongwoo, así fue hasta que Kibum cayó en aquel trágico sueño, Jonghyun olvidó la búsqueda del príncipe perdido y Dongwoo fue contactado por Joon.

Joon le ofreció recuperar el alma de su hermano a cambio de cuidar la de Kibum.

El trato duró poco tiempo ya que el alma de Kibum fue robada por algún desconocido, Joon estaba furioso al no poder regresar el alma que Jinki tanto apreciaba y terminó por maldecir a Dongwoo que ya sabemos cómo terminó, después de eso en lugar de volver con Jinki terminó encerrado en el mausoleo donde Jonghyun lo encontró.

Aunque muchos podrían responsabilizar a Joon por dejar el alma de Kibum al cuidado de un humano, la verdad es que tampoco se le podría culpar, y más si consideramos que su "familia" no dudaría en destruir el alma de uno de los hijos del emperador, así que al final, se perdió por una serie de desafortunados eventos que escapó de las manos de todos.

Después de despedir el alma de Dongwoo, Jonghyun volvió a la habitación de Kibum y se acostó junto a él para dormir un rato mientras sostenía su mano con delicadeza.

—Solo dormiré un momento Kibummie—. Le susurró antes de depositar un besito en su mejilla.

Tras unos minutos se quedó dormido junto al otro para viajar al mundo de los sueños con la esperanza de encontrarse con él.

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[EN UN SUEÑO

Un pequeño cachorro olfateaba a toda prisa por la pradera, sus patitas llenas de lodo no eran impedimento para su veloz avance.

Aquella pequeña nariz negra se expandía y contraía velozmente en busca del rastro que ansiaba encontrar, sus orejitas atentas en cada momento percibían incluso el más pequeño de los sonidos.

Pasaron días, meses y años, el cachorrito siguió sin descanso, apenas dormía y comía mientras seguía olfateando.

Los animales del bosque, la pradera y los cielos, todos le decían que su búsqueda era inútil, aquel hermoso ser con pelaje radiante y hermosos ojos rasgados nunca volvería a su lado, había quienes aseguraban haberlo visto partir hace mucho, aun así el cachorro siguió y siguió, día tras día y noche tras noche, bajo el fuerte sol o la más cruel de las tormentas, nada lo detuvo, la esperanza lo guió y el recuerdo de la calidez de aquel ser lo impulsó para continuar.

Hasta que finalmente un día, en medio de las altas hiervas después de una fuerte tormenta, una leve luz roja como el carmín más intenso se filtró entre la vegetación, aquella fragancia era conocida y un estremecimiento recorrió cada célula del cachorro al reconocer al propietario de aquel delicioso aroma.

Dejando todo en el olvido el cachorro salió corriendo en dirección a donde sus sentidos lo guiaban, una larga y difícil travesía comenzó.

Grandes prados, montañas, inmensos ríos, pantanos y espesos bosques intentaron detenerlo en vano, con cada paso que daba el agradable aroma conocido se hacía más intenso.

Debieron pasar varios días, incluso semanas hasta que el cachorro llegó a un inmenso tronco hueco que estaba tirado.

Dentro del tronco solo había oscuridad, el cachorro dudó por un segundo si debía continuar, entonces una fresca brisa le llevó una nueva descarga de aquel dulce aroma.

Con sus temblorosas patitas dio un primer paso, a ese siguió uno más y otro, antes de darse cuenta había atravesado el tronco y se encontraba en un hermoso jardín repleto de césped verde y hermosas flores, y justo en el medio de un claro, el brillante rayo de luz carmín que lo había guiado hasta ahí.

El cachorro comenzó a mover su colita entusiasmado al saber que al fin lo había encontrado.

El rayo de luz destelló intensamente y en un parpadeo desapareció dejando en su lugar una gema del mismo color.

FIN DEL SUEÑO]

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—¡¡¡KIBUM!!!—. Jonghyun abrió los ojos y se levantó de golpe, de inmediato buscó a quien seguía a su lado.

—¿Qué significa Kibummie?... ¿Es ahí donde debo buscarte?... ¿En un destello carmín?—. Jonghyun llevó la mano a su frente para darse cuenta que había estado sudando como nunca.

Una suave brisa se generó de la nada al interior de la habitación y envolviéndolo secó hasta el último rastro de sudor en él.

—Gracias Kibummie... Pronto te encontraré—. dijo al besar el dorso de esa tersa mano que adoraba.

LUNA ESCARLATA (FINALIZADO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora