46. EL PECADO DE JOON

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Después de cumplir con la encomienda del sucesor Joon volvió al castillo para entregar el alma de Jiah.

A la lejanía divisó aquel lugar donde sabía que Jinki se encontraba y se sorprendió a él mismo preguntándose si era correcto entregarle el alma de su hermana.

—¿Qué podría hacer él contigo?—. Se preguntó mientras sostenía la gema en su mano.

—Lo siento mucho—. Cerró sus ojos y llevó la piedra preciosa al interior de sus ropas para dirigirse al castillo.

Al final, la palabra "decepción" seguía rebotando en su mente con cada vez mayor intensidad, no lo soportaría, no podría seguir viviendo sabiendo que Jinki estaba decepcionado de él.

Le tomó sólo un par de minutos llegar a la entrada principal del castillo y atravesar el umbral hacia el vestíbulo.

De inmediato algo llamó su atención, y es que... ¿Recuerdan todas las chicas en una de las habitaciones de Jinki?

Todas ellas se encontraban en ese enorme salón, sentadas y en silencio con la cabeza gacha.

—¿Qué están haciendo aquí?—. Preguntó sin obtener respuesta.

Su mirada se paseó por los rostros de todas las presentes y de inmediato notó que una expresión de terror se reflejaba en el semblante de cada chica.

Unos ligeros pero firmes pasos se escucharon acercándose por uno de los largos y oscuros pasillos que conectaban a ese lugar.

—El amo Jinki ha pedido que todas salgan, dijo que la princesa Risa esta de vuelta—. Yoogeun explicó a Joon quien no respondió en absoluto.

El jovencito levantó una ceja al notar como la característica sonrisa en el rostro de Joon desapareció y su semblante siempre tranquilo se alteró notablemente al escuchar el nombre de Risa.

Por primera vez en los miles de años que había vivido, nuestro noble vampiro se sintió invadido por el terror y la desesperación, sus ojos comenzaron a buscar inconscientemente una vía de escape, sus manos comenzaron a temblar, un sudor frío resbaló por su espalda y su corazón subió a su boca cuando Yoogeun lo llamó.

—¿No escucha?—. Cuestionó el jovencito.

—¿Eh?—. Fue lo único que salió de sus labios cuando Yoogeun señaló hacia arriba y sus ojos siguieron los deditos del chico para encontrarse con la mirada de su joven amo.

—Le ha pedido que vaya a sus aposentos—. Yoogeun informó al tiempo que Jinki giró sobre sus pies para esperar a Joon adentro.

¿Miedo?

¿Instinto?

¿Estupidez?

¿Qué fue lo que hizo a Joon retroceder un paso en lugar de ir hacia Jinki?

Ni siquiera él estaba seguro, lo único de lo que se percató fue que al retroceder el primer paso sintió como el piso bajo él desapareció haciéndole perder el equilibrio.

Sus pies dolieron por el impacto al caer, sus manos terminaron en el suelo para amortiguar el golpe, la oscuridad invadió sus ojos al intentar enfocar su mirada y la humedad mezclada con el olor a sangre mientras se incorporaba le hizo saber donde se encontraba.

—Bienvenido a mi cuarto de juegos—. Jinki comentó sonriendo frente a él.

Los ojos de Joon se pasearon por la habitación, su visión comenzó a esclarecerse logrando detallar las cadenas que colgaban del techo, dagas, cuchillos y mazos adornaban las paredes, varias mesas y jaulas dispuestas por toda la habitación.

LUNA ESCARLATA (FINALIZADO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora