29. REENCUENTRO (500 AÑOS)

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Jinki estaba realmente complacido por el hecho de que sus planes iban tal cual los había planeado, Taemin seguía detrás de Minho y si todo salía bien y era necesario él podría encargarse de borrar todo sentimiento inútil del corazón de Taemin así como sus memorias.

Jonghyun pasaba los días y noches cuidando de Kibum, en sus casi dos mil años de vida, no había visto un amor como el de sus hermanos, presenciar un amor como el de esos dos lo alegraba en cierta medida, pero también le parecía algo molesto.

Xia seguía lejos con Tamara como él mismo había indicado, y aunque quería a sus hermanos juntos, el despertar de Kibum podría ser peligroso para la menor.

—¿De verdad tenías que enviar a Tamara y Xia lejos?—. Preguntó Jonghyun sin despegar la mirada de Kibum.

Ésa mirada que se denotaba cada vez más triste, día tras día parecía estarse sumergiendo un poco más en una intensa y profunda tristeza, y aunque era capaz de sonreír como siempre lo había hecho si la ocasión lo ameritaba, Jinki maldecía su habilidad de ver las almas pues sabía que la de su hermano se marchitaba lenta, dolorosa y tortuosa mente.

Las caricias que Jonghyun le proporcionaba a Kibum, a pesar de contener la misma calidez y amor incondicional que le había profesado durante toda la vida, eran cada vez más débiles.

—Sí... era realmente necesario, por su seguridad... ¿Debería confesarte un secreto ahora?—. dijo Jinki mientras acomodaba un mechón de cabello rebelde en Kibum y sonreía.

—Si él estuviera despierto... seguramente estaría haciendo una rabieta por ello (su cabello)—. Agregó Jinki.

Jonghyun se acercó con un pequeño cepillo y peinó esos cabellos a la perfección, un gesto amable a la vista pero que en realidad quería decir... "No toques a MI Kibummie"

Una sonrisa se dibujó en los labios de Jinki, ya que a pesar del cansancio y la debilidad que acechaba a Jonghyun, aún tenía ánimos para andar celando al otro.

La desesperación comenzaba a invadir a Jinki al darse cuenta que el tiempo se le estaba acabando, debía traer de vuelta a Kibum lo más pronto posible, antes que fuera demasiado tarde.

—¿Qué es lo que estás planeando Hyung? ¿Cuál es el secreto que me ocultas?—. Preguntó Jonghyun con su hermosa y encantadora voz cada vez más triste, vacía y vacilante.

Jinki comenzaba a sentirse celoso, esa era una de las varias razones por las que había permanecido en el castillo lejos de ellos, ya que le parecía molesto, ver a Jonghyun que  le era fiel a Kibum, Kibum tendría a la persona que amaba al abrir los ojos, Xia tal vez no había logrado nada con Jonghyun pero era devota a cuidar a Tamara, Tamara que pensaba que Xia la odiaba en realidad siempre había estado bajo su cuidado, Taemin recientemente tenía a alguien, aunque fuera un patético humano, Risa también había encontrado el amor con un humano, y al final, él se sentía engañado, y utilizado, no por Risa, sino por su padre el emperador, al final estaba solo, sin amor y sin ser amado, o por lo menos es lo que el creía.

—Creo que, no es necesario que lo sepas, deberías solo dedicarte a cuidar de él—. dijo Jinki mirando a Kibum.

—En otros tiempos te hubiera molido a golpes por esa maldita respuesta... pero estoy tan cansado en estos momentos, solo esperaré a que cumplas tu promesa de volver a traer a Kibum—. Respondió Jonghyun.

Tratando de olvidar ese sentir nauseabundo hacia sus hermanos Jinki fue hacia la ventana para dejar entrar las almas enviadas por los sirvientes de Taemin.

Siempre puntuales a la misma hora, como si fueran enviadas a propósito en ese exacto momento.

Esas pequeñas luces entraron directamente al pecho de Kibum y se alojaron en su interior mientras la blanquecina luz que les acompañaba se extinguió desapareciendo al contacto con la blanca y lechosa piel del que se consideraba el más hermoso del reino.

LUNA ESCARLATA (FINALIZADO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora