66. ES MEJOR OLVIDAR

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—¡¡Tamy apresúrate!!—. Minho gritaba desde la primera planta de su casa.

Veinte años habían pasado, el no tan joven y diestro cazador, quien había sobrevivido bajo el cuidado del actual Emperador, administrando la fortuna que Jonghyun había logrado, con su trabajo como escritor, se encontraba muy sensible en ese significativo día.

—¡¡Tamy apresúrate!!—. Subió corriendo las escaleras—¡¡¿En serio vas a llegar tarde incluso el día de hoy?!!

Abrió la puerta embravecido, traspasó aquel umbral, y se encontró con la figura de Tamy frente a la ventana.

Los rayos matinales que se filtraban a través de las blancas cortinas, parecían estarla enmarcando, como si de un ser celestial se tratara; sus rizos habían sido recogidos en un alto pero sencillo peinado; su piel resplandecía como nunca, ese rubor natural en sus mejillas, la hacía ver especialmente hermosa, y el blanco de su vestido, en combinación con su velo y sus delicados guantes, brillaban como si hilos de plata estuvieran tejidos en ellos.

—Eres tan bella como un ángel—. Minho declaró sonriendo.

—¿De verdad te parece Oppa?—. Tamy preguntó al acercarse a él.

—Espero que ese imbécil sepa lo afortunado que es—. Minho sonrió al ser golpeado por Tamy.

—¡¡No lo llames así!!—. Tamy frunció el ceño molesta—¡¡Es mi prometido y futuro esposo!!

—¡Ya ya!... No te molestes, solo bromeaba—. Minho intentó tranquilizarla al besar su frente—En serio me recuerdas a ella.

Minho y Tamy bajaron, afuera los esperaba una enorme limusina blanca, la pequeña mano de Tamy sobre la de Minho, se apreciaba tan indefensa, al punto que Minho no quería soltarla.

—Oppa… siempre dices que me parezco a “ella”, pero… ¿Quién es ella?... ¿Una ex-novia?

Minho sonrió al ayudarla con la cola de su vestido.

—Es solo una amiga, una chica a quién me hubiera gustado conocer mejor—. Minho cerró la puerta de la limusina—Te veré en la iglesia.

El auto partió con Tamy en su interior, rumbo a la iglesia, rumbo a su boda, al inicio de una nueva vida.

Cuando saliera de aquel precinto, se habría convertido en la esposa del hombre que amaba, se iría con él, a una nueva etapa de su transitoria y frágil vida, y su hermano Minho debería enfrentar la soledad, ya que, nuestro diestro cazador, vivió esos veinte años, pensando en Tamara, y con el dolor de un inexplicable vacío en su corazón dejado por Taemin.

La ceremonia de bodas transcurrió como fue planeado, los invitados llegaron puntuales, las flores decoraban el espacio hermosamente e inundaban el ambiente con su delicado aroma, incluso Minho pagó una gran suma de dinero, para que cada rincón de la iglesia estuviera inmaculado.

El hombre de cerca de cincuenta años, no podía hacer más, que ver como su pequeña hermanita dedicaba sus votos a su futuro esposo.

Ya que por alguna extraña razón que el mismo desconocía, no le agradaba entrar a las iglesias, por lo que presenció la ceremonia desde el patio de la construcción.

A unas cuantas calles de distancia, en lo alto de un rascacielos dos delgadas figuras lo observaban.

—¿Qué hacemos aquí?—. Tamara preguntó intentando controlar sus cabellos que eran sacudidos por el viento—¿No puedes hacer algo con esto?

Kibum sonrió, del bolsillo de su pantalón, sacó una pequeña liga, se posicionó detrás de ella, y con cuidado sujetó sus cabellos en una coleta alta.

LUNA ESCARLATA (FINALIZADO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora