32. OCÉANO DE FUEGO

96 18 5
                                    

Bajo un enorme árbol Taemin contemplaba las brillantes luces de la ciudad, había estado siguiendo a Minho los últimos meses en un juego de tira y afloja.

Minho seguía en su interminable búsqueda de Jiah lo que molestaba a Taemin cada vez que él la mencionaba, por otro lado Taemin buscaba el alma de Kibum para llevarlo a su cuerpo sin ningún avance.

Minho se cuestionaba, qué era lo que Taemin buscaba desesperada mente, ya que el segundo no compartía nada de sí con el otro, por otro lado Taemin se cuestionaba una y otra vez las extrañas reacciones de su corazón al estar cerca de aquel hombre.

—Pero... a mí… siempre me han gustado las mujeres.

Susurró para sí mismo mientras su mano se posaba sobre la corteza de aquel enorme árbol.

A la lejanía podía ver claramente la casa central o cuartel de los cazadores, el lugar donde Minho vivía y a donde se dirigía para ver al anciano Dongwoo a petición del mismo y de Jinki.

—No debes temer, yo te protegeré—. Minho le aseguró.

Colocando su enorme mano sobre la pequeña de Taemin que aún reposaba sobre la corteza del árbol.

Desde luego Taemin retiró su mano molesto, y es que, una vez más, "ese" humano se burlaba de él, el príncipe de las tinieblas no necesitaba protección de nadie.

—En verdad te gusta tentar a tu suerte—. Bufó Taemin molesto.

Minho sonrió y recargándose en el árbol le dijo.

—No sé qué tan fuerte eres, aun así, eso no impide que desee protegerte a como dé lugar.

Minho sonrió al notar un leve rubor en las mejillas del otro.

—Un día de estos te mataré—. Sentenció Taemin mientras bajaba la colina.

Minho sonrió pues, aunque no era "el" Taemin de su juventud, terminó sorprendiéndose por el simple hecho de que su corazón latiera nuevamente de esa loca y desenfrenada aunque agradable manera.

Durante los meses pasados Minho se había cuestionado mil veces si era correcto amar a Taemin, y al final siempre llegaba a la misma respuesta, cazador o vampiro, eso no importaba, quien se atreviera a tocar un solo cabello de ese chico moriría en sus manos.

...

—¡Quédate afuera!—. Sentenció el anciano Dongwoo al expulsar a Minho de aquella oscura habitación.

Minho trastabilló al ser expulsado por la fuerza del anciano, aun así, se quedó del otro lado de la puerta, pues sabía que ese anciano no era un ser humano común como el resto de los cazadores.

La habitación era tan oscura como siempre, húmeda y maloliente, Taemin arrugó su nariz ante semejante y desagradable atmósfera, sacó un pequeño pañuelo de su bolsillo y tapó su nariz.

—¿Quién eres?—. Preguntó al observar al viejo que lo seguía con la mirada mientras se paseaba por la habitación encendiendo todas y cada una de las velas dispuestas en la habitación.

Una tras otra las pequeñas llamas del infierno comenzaron a bailar sobre las velas iluminando el lugar.

Así fue como los ojos de Taemin al fin vieron al anciano en uno de los rincones de la habitación.

—Te queda poco tiempo anciano—. Sentenció Taemin a un hombre que prácticamente era un cadáver.

Piel negra y mohosa cubría cada centímetro de su cuerpo, rojos ojos, enormes y salidos de sus órbitas adornaban su rostro como un par de canicas, prácticamente ausente de párpados y mechones de cabellos blancos completamente enredados que caían con el más mínimo movimiento desprendiéndose de raíz, largas uñas en sus dedos que parecían estar a punto de desprenderse al final de las temblorosas manos del sujeto, enormes yagas rojas y negras adornaban su piel y un apestoso líquido amarillento supuraba de cada pliegue en su piel.

LUNA ESCARLATA (FINALIZADO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora