70. EL ÚLTIMO SANGRE PURA

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[HACE CERCA DE 500 AÑOS]

Después de que Lea falleciera, a causa de la maldición de la cual Jiah era portadora, Jinki viajó a encontrarse con su tío, mientras llevaba con él, lo que de ella quedaba.

Ésa era la primera vez, que el joven príncipe se escabullía de su padre, y hacía algo sin su consentimiento.

Al llegar a aquel castillo junto al océano, un sentimiento nostálgico lo abordó, ese era; el lugar donde Joon nació y creció, donde se crió, y se convirtió en el Joon, que había llegado a su corazón.

—Bienvenido sobrino—. Yeong le saludó desde una de las ventanas.

Jinki correspondió el saludo con una leve reverencia, el anciano sonrió, por primera vez en su vida, conocía a uno de los hijos de su hermano el Emperador.

Desde luego había oído hablar de cada uno de ellos, especialmente de Jinki, pues Joon lo había desafiado, al oponerse a su plan de asesinarlo.

—Un digno sucesor no debe inclinarse ante nadie—. Yeong mencionó al abrir las puertas de su castillo.

Habían pasado apenas dos días, desde que Jinki se había convertido en el sucesor, después de asesinar a Lea.

—No soy el sucesor—Jinki declaró al entrar en el castillo y negar los acontecimientos previos.

—Parece que no te explicaron, que la maldición se hereda—. Yeong comentó al bajar las escaleras—Y el destinatario es el primer heredero que toma la vida de uno de los otros.

—Yo no maté a Lea.

—Accidente o no, directa o indirecta, una muerte es una muerte… y mi joven sucesor es el causante.

Jinki bajó la mirada, era verdad, no era su intención, pero al final Lea había muerto.

—Te traje a tu hija—. Extendió aquella carnosidad palpitante hacia su tío—¿Lo mismo le hiciste a Joon? ¿Es para matarnos? ¿Tus hijos están de acuerdo?

—Eres muy listo joven sucesor—. Yeong sonrió—Pero no es para matarlos, es para salvarlos, para terminar con la maldición.

—Salvarnos con la muerte… eso no tiene mucho sentido.

—Salvar sus destinos—Yeong dijo al sentarse en el enorme sofá del recibidor—El joven sucesor puede encargarse de salvar sus almas, con su habilidad y el regalo que Selene le ofreció.

Jinki se extrañó.

—¿Cómo sabes lo de Selene?

Yeong sonrió, acunó sus manos y una pequeña luz comenzó a formarse en medio de ellas.

—Esto es una maldición, he estado trabajando en ella desde hace mil años.

—¿Para qué es?

—Ésta en específico, purificará la oscuridad que consumió al Emperador—. El anciano miró a Jinki a los ojos—Puedes matar a tu padre con esto, y salvar a tus hermanos con el obsequio de Selene.

La mirada de Jinki se clavó en la maldición que le ofrecían, a cambio de obtenerla, y como el nuevo Emperador (desde hace menos de un día, porque en realidad nunca llevó el título de sucesor), liberó a su tío del lazo con su padre, así fue como Yeong no murió, al morir el padre de Jinki.

Fue así como Jinki obtuvo la maldición, que siglos más tarde utilizaría para destruir al emperador, y que a su paso, también lo dañaría.

[DE VUELTA AL PRESENTE]

Después de despedirse de Caramelo, Kibum volvió a los dominios del Emperador, lo acompañaban las almas de Jonghyun, Tamara, Minho y Taemin, las cuatro gemas titilaban y la mirada de Kibum se perdía en ellas.

LUNA ESCARLATA (FINALIZADO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora