55. POR LA ETERNIDAD

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En el preciso momento en que Jonghyun desapareció con Selene, Kibum y Yoogeun salieron de su escondite.

—¿A dónde va el profesor?—. Cuestionó Yoogeun.

—A donde un mocosito e insignificante humanito como tú, nunca podría ir—. Respondió Kibum sin mirarlo.

La mirada de Kibum se perdió en el imponente astro, como si fuera mágico, podría jurar que intensificó su brillo cuando Jonghyun subió.

Una sonrisa se dibujó en sus labios.

—Sería bueno que te quedaras ahí, tu bonita personalidad combina con la luna a la perfección.

—¿De qué está hablando?—. Yoogeun cuestionó.

—De nada mocoso, sé una buena mascota y ve a ver si el cazador ya se murió—. kibum ordenó al rodar los ojos.

—¡No soy una mascota!–. Yoogeun se quejó.

—Estás al mismo nivel que el perro de Tamara—. Kibum dijo al mirarlo de arriba a abajo—En realidad estás más abajo.

—No tienes colmillos—. dijo al levantar el mentón del jovencito con un dedo—Tampoco te transformas como el cachorro... Eres inferior.

Kibum se había aproximado al rostro de Yoogeun tanto que el último terminó por ruborizarse debido a la cercanía del rostro más bello del reino de los Vampiros.

—¡No soy una mascota!—. Insistió Yoogeun al desviar la mirada.

—Como sea, sé una buena mascota y ve a hacer lo que te dije—. La mano de Kibum acarició los cabellos de jovencito.

Yoogeun se sacudió aquella caricia y sin mirar a Kibum se marchó.

"¿Qué rayos le pasa?“

Se cuestionó Yoogeun al mirar atrás y ver a Kibum mirando fijamente a la luna.

—Es tan extraño—. Murmuró para si mismo al ingresar al bosque.

Nuestro jovencito debió saltar entre varios árboles enormes hasta que llegó al punto donde habían dejado a Minho y la pequeña niña.

Minho seguía desmayado y completamente ensangrentado, pero era capaz de observar que su respiración ya se encontraba normalizada, a unos metros la pequeña niña jugaba con Caramelo en su forma de un bonito y esponjoso cachorro.

Los dedos de Minho comenzaron a moverse cuando su conciencia comenzó a volver.

En medio de la oscuridad abrió sus ojos al tiempo que sus párpados temblaron.

La risa de una niña llegó a sus sentidos, segundos después logró enfocarla jugando con Caramelo.

Desde luego reconoció al cachorro.

—¿E-estás bien?—. Preguntó a la niña.

La pequeña volteó y sonrió a la par que corrió hacia él.

Pero sus pequeños pasos se detuvieron con el sonido de los arbustos al moverse, giró sobre sus pasos y su rostro se entristeció al notar que Caramelo se había ido.

—No estés triste—. Minho le dijo—Estoy seguro que volverá luego.

La pequeña lo miró y sonrió.

—¿Usted está bien señor?—. Preguntó inocentemente.

—Estoy bien—. Él confirmó—Pero no me llames señor, llámame Minho.

La niña sonrió tanto que sus ojitos prácticamente desaparecieron.

—¿Cómo te llamas pequeña?

LUNA ESCARLATA (FINALIZADO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora