52. TAEMIN VS TAMARA

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Taemin mordía su uña mientras curaba las heridas de Minho, ya que, Xia lo había atravesado prácticamente de un lado al otro.


Ambos habían llegado a una pequeña cabaña al interior del bosque, aunque no quisiera admitirlo, la presencia de Jonghyun lo había asustado bastante.

Minho se encontraba recargado contra la pared y sentado en el suelo mientras intentaba no desmayarse.

Taemin podía sentir ese nauseabundo sentimiento de preocupación que se adueñaba de él al ver que el otro no dejaba de sangrar, por primera vez agradeció al nefasto demonio Dongwoo ya que, gracias a él, SU Minho no había muerto debido a esas graves heridas.

—¿Qué fue lo que pasó?—. Cuestionó Minho al no ser capaz de recordar nada.

—Un poderoso monstruo te hizo esto—. Respondió Taemin—Pero lo mataste.

—Es por eso que... ¿No puedes curarme?—. Minho sonrió.

Era verdad, Taemin no podía curarlo debido a que quién lo hirió era claramente más fuerte que él.

—¿No recuerdas nada?—. Taemin colocó su mano en el torso de Minho ayudando a disminuir el dolor aunque fuera un poco.

—No recuerdo—. Minho le confirmó mientras su sangre se impregnaba en el piso de madera.

Una leve sonrisa se dibujó en los labios de Taemin, él lo recordaba todo, lo cual era algo bueno ya que había disfrutado la manera en que Minho asesinaba a Xia, la emoción de ver a un miembro de su familia morir y el disfrutar ver a Jonghyun cargar el cadáver de su Noona.

Pero aunque lo había disfrutado y al mismo tiempo estaba consciente de todo, se sorprendía el mismo ya que, nunca creyó que se atrevería a hacerlo.

—Creo que debo ir a casa por un tiempo—. Taemin expresó—Tú regresa a tu casa también, después de arreglar algunos asuntos te buscaré.

Minho lo miró extrañado, su mano subió a la mejilla del príncipe de las tinieblas.

—¿Qué estás diciendo?—. Minho no podía creer lo que escuchaba.

Taemin sonrió, con su pequeña mano aprisionó la de Minho en su rostro y se acercó para darle un ligero beso en la frente.

Porque aunque era natural para él, como el demonio que era, el haber disfrutado lo que había pasado, estaba seguro que sus hermanos no se quedarían tranquilos y lo buscarían para castigarlo o algo peor, y no quería a Minho cerca cuando lo encontraran.

...

Por otro lado los ojos de Jonghyun desbordaban en lágrimas ante la imagen de Xia desapareciendo mientras se hundía a la mitad del lago.

Siendo lentamente rodeada por la oscuridad en donde permanecería por la eternidad, un inmenso lago, donde el fondo no era visible, en el medio de las montañas, un lugar inaccesible donde al fin podría descansar después de tanto.

Un gélido viento se hizo presente, la superficie de aquel lago comenzó a cristalizarse, bajo la fina capa de hielo los cabellos de Xia parecían danzar y pequeños hilos rojos de sangre se desprendían de sus heridas.

—Lo lamento—. Jonghyun susurró—Me aseguraré de asesinarlo Noona.

El cuerpo de Xia detuvo su descenso, el movimiento de sus cabellos cesó y dio la apariencia de permanecer estática cuando el agua del lago terminó por congelarse a la par que las lágrimas en las mejillas de Jonghyun hicieron lo mismo.

En un instante toda la luminosidad que lo rodeaba desapareció y el claro del lago quedó en completa oscuridad siendo la única luz presente la lunar.

Como si fuera llamado los ojos de Jonghyun se encontraron con el majestuoso astro.

—¿Es así como debe ser?—. Preguntó en dirección al cielo intentado no romperse.

No obtuvo respuesta, volteo para buscar a BM, había muchas cosas que quería preguntarle, ¿Quién era Hecate? ¿Quién era él? ¿Cómo conocía a Xia? ¿Y por qué ella estaba en ese lugar?, sin embargo todas sus preguntas se quedaron sin respuesta ya que había desaparecido.

...

—¿Qué has hecho Hyung?—. Kibum cuestionó a Jinki quién se encontraba sentado en un enorme trono en la parte más alta de aquel enorme salón.

Una gema índigo y otra naranja daban vueltas en la palma de su mano como si se encontrara jugando con ellas.

—¿En serio necesitas que te lo explique?—. Jinki sonrió.

Kibum se estremeció.

—Prometiste confiar en mí—. Jinki le recordó.

—Esas gemas...

—Son las almas de Jiah y Xia—. Respondió Jinki.

Kibum frunció el ceño.

—Dijiste que confiara en ti, que te entregara mi vida y la de él... ¡¡Nunca dijiste que asesinarías al resto!!—. Kibum se alteró.

El emperador bajó de lo alto seguido de una estela y negras energías a su alrededor, Kibum retrocedió un paso al sentir un fuerte mareo.

—Te recuerda al aura de padre... ¿Cierto?—. Los ojos de Jinki brillaron.

—Hyung... Tu... te convertiste en...

—Sí... soy el actual emperador—. Jinki respondió.

—¿En qué momento?—. Kibum lo siguió con la mirada—Hace 500 años que caí dormido padre estaba vivo... ¿Dónde está?

Jinki sonrió con su hermosa y psicópata sonrisa, las dos gemas, la naranja y la índigo desaparecieron para posteriormente mostrarle una completamente negra con destellos en su interior y un aura maligna emanando de ella.

—Aquí está... salúdalo—. Dijo acercando la gema al rostro de Kibum quien de inmediato sintió una compresión en su pecho.

—¡Lo mataste!—. Declaró Kibum intentando retroceder.

El piso bajo él se abrió, Kibum sintió el impacto en sus pies, trastabilló para no caer y al abrir sus ojos se encontró en el cuarto de juegos de Jinki.

Una sonrisa burlona se dibujó en su rostro al bufar.

—¡¿En serio Hyung?!—. Gritó hacia el techo que desde luego se encontraba completo—. ¡¿Vas a torturarme?!

Por otro lado Joon se encontraba en la habitación de Jinki, mirando por la ventana hacia el horizonte, en aquel lugar donde tantas veces había velado por su descanso, el mismo lugar donde lo había abrazado la noche de la última exhalación la emperatriz.

La opresión que aun sentía en su pecho parecía estar a punto de partirlo en dos, sus puños se apretaban, la culpa que sentía amenazaba con matarlo, el miedo que sentía al ver a Jinki transformarse en un monstruo no lo abandonaba.

Jinki había estado observándolo desde el marco de la puerta, a él mismo le causaba repulsión el tan solo pensar en lo que se estaba convirtiendo, pero, a pesar de que el cambio había comenzado mucho tiempo atrás, secretamente lo había logrado controlar gracias a Joon.

Tantos siglos de sentirse amado y protegido por Joon le habían dado las fuerzas que necesitaba incluso en su ausencia, pero desgraciadamente al reencontrarse y ver la decepción en sus ojos, la fortaleza que tenía había flaqueado de manera impresionante permitiendo que la oscuridad lo consumiera a gran velocidad.

—Tal vez, hubieras estado mejor en aquel mausoleo por la eternidad—. El emperador sentenció al desaparecer del lugar.

Joon volteó al creer que escuchó algo pero no había nadie en el marco de la puerta.

—Probablemente me odies... pero no quiero verte así—. Expresó Joon al tomar una decisión que probablemente lo alejaría aun más de Jinki.

Nuestro noble vampiro abandonó la habitación donde se encontraba, bajó a lo mas profundo del nefasto castillo donde las paredes parecían emanar muerte, era tal como lo recordaba antes de ser sellado.

Ese lugar, poco a poco estaba tomando el aspecto que tenía cuando el anterior emperador reinaba.

Finalmente, y a pesar de haber dudado en cada paso llegó al frente del cuarto de juegos de Jinki, con su corazón a punto de caer rompió el sello exterior de la misma y al abrirla se encontró con los ojos de Kibum.

—¿Joon?—. Reaccionó Kibum sorprendido.

—El joven príncipe debería irse—. Joon mencionó al hacerse a un costado para permitir que Kibum saliera.

El segundo salió y colocándose frente a Joon le preguntó.

—¿Qué es lo que Hyung pretende?

Joon desvió su mirada, tampoco sabía que era lo que Jinki estaba tratando de hacer.

—No lo sé, solo sé que no vacilará en tomar la vida de todos sus hermanos—. Joon miró a Kibum directo a los ojos—¿Podrías evitarlo?

Joon había deseado durante milenios que Jinki se convirtiera en el emperador para que así no cayera con la maldición, siempre tuvo la firme creencia de que no sería un ser malvado como su predecesor, incluso cuando su padre le dijo que el anterior emperador había sido incluso mas amable que Jinki, el no quiso creer.

—¿Cómo se supone que lo evite?—. Kibum respondió la petición de Joon con una pregunta.

Joon extendió su mano hacia Kibum con varias gemas, de inmediato Kibum las reconoció, eran de la misma clase que las que Jinki poseía.

—Son piedras del alma—. Joon reveló—Sirven para encerrar el alma de los herederos o de los nobles de línea real.

Kibum bufó.

—¿Enserio me estás pidiendo que vaya y los mate antes que Jinki?

—No—. Joon respondió de inmediato—Le estoy pidiendo que los salve, usted debe sellar cada una de las almas, así el emperador no las destruirá.

...

Al mismo tiempo Tamara abrió sus ojos, había estado desmayada al interior de la cueva donde Xia la había dejado, el ruido de las patitas de Caramelo al correr de un lado al otro la despertó seguido de la risa de una pequeña niña que al parecer jugaba con el cachorro.

Con pesadez se apoyó en sus manos para levantarse, llevó una de ellas a su rostro para evitar que su cabeza se cayera al sentirse mareada, sus largos cabellos resbalaron por sus hombros y llegaron al suelo.

—¡¿Qué es esto?!—. Exclamó al percatarse de que su cabello había crecido cerca de tres veces más.

Se levantó un tanto asustada perdiendo el equilibrio, su mano llegó a una de las paredes de la cueva.

Un quejidito de dolor se escapó por su garganta, sus ojos encontraron una pequeña herida en su mano y los mismos se abrieron desmesuradamente al percatarse que su piel era mucho más blanca de lo normal.

De inmediato su respiración se volvió pesada, no entendía a que se debía el cambio en su piel y cabello, fue entonces que la voz de una niña la llamó.

—No te asustes—. dijo la pequeña al salir de las sombras con Caramelo.

Una pequeña de unos seis años de edad, delgada y...

—¡¿Qué eres?!—. Exclamó Tamara al percatarse que la niña tenía la apariencia de ella misma cuando era pequeña.

—Soy los remanentes de tu lado humano—. Indicó la niña al acercarse a Tamara—Elegiste vivir como un vampiro, así que tu lado humano debía ir a alguna parte.

Tamara comenzó a mirar al rededor, pues no estaba segura de que le hablaba la extraña niña.

—¿Tan pronto lo olvidaste?—. Cuestionó la niña— Te lo dije antes, que si tu elección era vivir como una vampiresa, todos tus recuerdos permanecerían, pero tu habilidad se iría conmigo, y terminaría vagando en el mundo de los humanos, sin ningún tipo de recuerdos.

—¿Eres yo?—. Cuestionó Tamara al acercarse para ver a la pequeña más de cerca.

—Soy la parte humana que odias—. La niña dijo al ir en dirección de la entrada de la cueva—Al salir de esta cueva perderé todos los recuerdos que tengo.

Tamara comenzó a seguir a la niña con Caramelo a su lado.

La pequeña se detuvo en la linea que Xia había dibujado para su encantamiento y volteando a ver a Tamara le dijo con sus pequeños ojitos completamente húmedos.

—Por favor asegúrate de vengar a Unnie.

—¡Espera!—. Tamara corrió hacia la pequeña.

La niña salió de la cuerva, corrió tan rápido como pudo, el pequeño corazón de una niña que sabía estaría desamparada al salir del lugar comenzó a doler.

Y como era algo normal, apenas avanzó cerca de tres metros fuera de la cueva cuando su andar se detuvo, se preguntó en dónde se encontraba y un miedo atroz comenzó a invadirla al percatarse que se encontraba en un enorme y oscuro bosque.

La pálida mano de Tamara llegó al hombro de la niña quien dio un salto asustada, volteo y se encontró con los verdes ojos de Tamara que al contacto con la luz lunar destellaron en carmesí.

Desde luego la pequeña gritó tan fuerte como pudo y sin mediar palabra salió huyendo.

Tamara se quedó paralizada, no entendía que estaba pasando, ¿A qué se refería con vengar?

Y a pesar de no entender.

—¡Caramelo!—. Llamó a su cachorro.

Con cuidado lo levantó y le dio un beso en la frente.

—Por favor cuídala bien—. Le instruyó al cachorro que comenzó a mover su colita como si entendiera—Sé bueno entendido.

Abrazó a su cachorro, debieron pasar al menos varios segundos cuando lo soltó y el pequeño comenzó a caminar en dirección al bosque.

A unos pasos de entrar entre los arbustos Caramelo se detuvo y la miró, como si se estuviera despidiendo.

—Ve—. Tamara insistió y el pequeño dio un pequeño salto para perderse en la oscuridad.

—¿Dónde estoy?—. Se preguntó ella misma al percatarse que el lugar dónde se encontraba no le era conocido.

—¡¿Noona?!—. La repentina voz de Taemin la hizo dar un salto.

Los ojos de ambos se encontraron y Taemin frunció el ceño al notar los largos cabellos de Tamara que le llegaban hasta la cintura.

—¡¿Que te hiciste en el cabello?!—. Preguntó Taemin con una expresión de desagrado.

Ya que, además de largo, su cabello ahora era lacio cuando anteriormente era ondulado, además del predominante color verde en sus ojos y el extraño hecho de que era un poco más alta.

Tamara aun se encontraba un poco mareada por lo que no le respondió.

—¡Eres tan rara!—. Taemin se acercó a ella y mirándola a los ojos le dijo—¿Esto es lo que Xia Noona hizo por ti?

Solo esa frase sirvió para que Tamara recordara los acontecimientos que tuvieron lugar antes de desmayarse.

La mujer que intentó asesinarla, la aldea siendo consumida por llamas, Xia llevándosela del lugar indicando que Taemin era el responsable.

—¿Por qué la cara pálida Noona?—. Preguntó Taemin alcanzando su mentón—¡Oh!... ¿Pero que veo?... No solo físicamente, también tu alma cambio.

Taemin la soltó y comenzó a caminar dando vueltas alrededor de ella mientras su risa traviesa empezaba a sonar un tanto psicópata.

—¿Qué estás planeando mocoso?—. Cuestionó ella.

—Es que, al fin entiendo porque Xia se murió tan fácil.

—¡¿Que has dicho?!—. Exclamó Tamara.

—¡Es porque la estúpida te cedió sus poderes!—. Taemin se carcajeaba al punto de llevar sus manos a su estómago—¡Estúpida! ¡Seguro no lo hubiera hecho si supiera que te mataría en seguida!

—¡¡¿Qu-...?!

Las palabras se atoraron en la garganta de Tamara cuando Taemin la sujetó por detrás ahorcándola con su brazo.

El dolor en el cuello de la joven vampiresa era tal que sentía que le arrancarían la cabeza, podía sentir la presión en sus ojos y oídos a la par que su cabeza y estómago comenzaron a doler mientras con sus manos intentaba rasguñar los brazos de su agresor.

Pero como bien sabemos, Tamara era una chica buena, por lo que en esos momentos perdía el control de sus habilidades y terminaba siendo una chica indefensa.

—Sabes Noona—. Taemin le dijo al oído—Siempre quise probar el sabor de un sangre pura, ahora mismo eres algo muy cercano a una.

Tamara sintió como si su corazón fuera a detenerse cuando la mano de Taemin se deslizó por su abdomen, intentó patearlo, pero para su sorpresa no pudo moverse.

—No tiene caso Noona, ahora que eres una "cosa" cercana a nosotros te diré un secreto—. Taemin lamió el cuello de Tamara.

Ella sintió un fuerte espasmo en el estómago producto de lo que esa acción le hizo sentir, una abrumadora combinación entre asco, desesperación e impotencia.

—Cómo vampiros de sangre real somos sometidos fácilmente por nuestros mayores—. La mano de Taemin se deslizó hacia uno de los muslos de su hermana—Pero aunque Xia te haya convertido en lo que eres ahora... Con quién sabe que maldita brujería... Yo soy más fuerte, aunque seas mayor, por eso no tiene caso que intentes defenderte.

Tamara sentía que estaba a punto de vomitar, la voz de Taemin no hacía nada más que hacerla enojar, la presión de su mano en su cuerpo le daba asco, sus palabras eran blasfemias que quería que cesaran así tuviera que arrancarle la garganta.

—¿No crees que es excitante?—. Preguntó Taemin al cortar el cuello de su Noona con su afilada uña.

Un hilo sangriento apareció rápidamente en la blanca piel de Tamara, la uña de Taemin siguió cortando superficialmente su cuello de un extremo a otro al liberarla del ahorcamiento.

Ella podía sentir como la sangre escurría por su piel, aún así no podía moverse, estaba tan desesperada y asustada que temía que las lágrimas la traicionaran y terminaran por salir.

—Llora si quieres hacerlo—. dijo Taemin al tomar algo de sangre con su mano y embarrarla en la mejilla de ella—Así será más satisfactorio... Al menos para mí.

El miedo y el terror recorrían cada una de las células de Tamara, podía escuchar, podía ver, y podía sentir como su piel era desgarrada lenta y dolorosamente, pero no podía hablar, no podía ni siquiera llorar.

—¿Lo recuerdas Noona?... Te dije que te mataría—. Taemin le dijo al lamer sus dedos ensangrentado—Eres más deliciosa de lo que creí, succionaré toda tu sangre.

Tamara sintió como si sus rodillas fueran a romperse cuando cayó al suelo, la sangre que aun emanaba de su cuello manchó el piso y sus lágrimas la acompañaron.

Ni siquiera ella sabía el motivo de aquellas lágrimas, bien por el desbordante dolor que el otro le había ocasionado, por la impotencia ante su agresor o por la noticia de que Xia había muerto.

—Seré bueno contigo y te dejaré elegir—. Taemin materializó las llamas en sus manos, la sangre de Tamara en ellas desapareció al instante y comenzó a caminar hacia ella—¿Quieres que te descuartice o te quemo hasta morir?

La psicópata sonrisa de Taemin a solo centímetros de su rostro era la imagen más aterradora que jamás hubiera visto nuestra princesa.

Taemin cerró sus manos frente al rostro de ella, una volvió a la normalidad, la otra se tornó negra, Tamara sintió como si le hubiesen soplado vapor hirviendo al rostro por lo que se cubrió de inmediato al sentir un terrible ardor.

La desquiciada risa de Taemin se escuchó resonar en el bosque, las aves en los árboles volaron y los animales alrededor corrieron en dirección opuesta a donde esos dos se encontraban.

—¡No hagas eso o no es divertido!—. La tomó del cuello y aprisionó contra el suelo.

—¿Duele?—. Le preguntó mientras introducía sus dedos en el corte de la piel de su cuello—Apenas estamos empezando Noona.

Nuestra princesa tenía sus ojos repletos de lágrimas, sus manos y piernas se encontraban pegadas contra el suelo, nuevamente no se podía mover mientras sentía como Taemin se sentaba sobre ella y aunque suplicara no era capaz de cerrar sus ojos, estaba obligada a ver a ese maldito demonio psicópata.

La negra mano de Taemin tocó las ropas de su Noona sobre su hombro, al instante estás se deshicieron dejando al descubierto la piel de la zona.

—Prepárate para lo bueno—. Sentenció el príncipe de las tinieblas al empujar con su dedo en la zona.

De inmediato la piel y la carne de nuestra princesa fue completamente carbonizada dejando que el demoníaco dedo del otro penetrara en su cuerpo, una sensación agonizante, un dolor comparable a que le enterraran un cautín industrial al rojo vivo.

Taemin se sorprendió cuando Tamara prácticamente desgarró su garganta al gritar y colocar sus manos contra sus costillas, sus afiladas garras crecieron y atravesaron el torso del príncipe de las tinieblas saliendo por su espalda.

Un delgado hilo de sangre se filtró por la comisura de su labio, se acumuló en su mentón y se desprendió cayendo sobre los labios de Tamara, filtrándose a través de los de ella y ocasionando que sus redondos ojos verdes se tornaran rojos.

La fiera mirada de Tamara hizo contacto con un Taemin sorprendido, en realidad nunca se hubiera imaginado algo así, que la mestiza fuera capaz de defenderse y aun más de herirlo, era algo que no se hubiera imaginado.

—¡¡Mueréte!!—. Tamara gritó al cerrar sus manos desgarrando a su hermano.

Prácticamente le abrió un enorme hueco en el torso, Taemin se alejó de ella de inmediato subiendo a lo alto de un árbol siendo seguido por la mirada de ella.

—Maldita bruja—. Sentenció.

Tamara se levantaba con dificultad, Taemin comenzaba a sentirse débil, por más hijos del emperador que fueran, herirse entre ellos era muy doloroso y realmente les causaba mucho daño.

LUNA ESCARLATA (FINALIZADO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora