LUNA ESCARLATA (FINALIZADO)

53. TAEMIN VS JONGHYUN

Momentos antes del encuentro de Taemin y Tamara.

—¿En serio vas a dejarme?—. Minho preguntó a Taemin mirándolo a los ojos.

—No... no te estoy dejando—. Taemin acarició la mejilla de Minho—Prometiste que me encontrarías la próxima vez... Debes cumplirlo.

Un fuerte espasmo dominó el cuerpo de Minho, una enorme cantidad de sangre salió por su boca y un punzante dolor atravesó a Taemin cuando llevó su mano a la frente del primero y mirándolo a los ojos le dijo.

—Es el momento de que me olvides—. Una pequeña y cristalina lágrima se le escapó—Olvídame por ahora, cuando nos volvamos a ver me aseguraré que me recuerdes de nuevo.

Los ojos de Minho se sintieron pesados, su conciencia lo abandonó y todo se tornó negro, el diestro cazador se desmayó al interior de la pequeña cabaña a la par que la fea herida en su cuerpo se sanaba lentamente con la ayuda del demonio Dongwoo.

Las nubes comenzaron a moverse a gran velocidad anunciando la llegada del quinto príncipe, después de abandonar el castillo con ayuda de Joon, Kibum se aproximaba.

Un pequeño "crack" despertó a Minho de su letargo, al abrir sus ojos observó a una pequeña niña de largos cabellos ondulados colocándole una mezcla de plantas maceradas en su herida.

La cual por cierto era muy dolorosa al contacto, pero no era nada en comparación a ser atravesado por las garras de Xia.

Los ojos de la pequeña y Minho se encontraron, la niña se asustó y de inmediato se apartó.

—N-no te asustes—. Minho expresó al levantar su ensangrentada mano hacia ella.

Desde luego la pequeña se asustó aún más, giró sobre sus pies y corrió desapareciendo tras el umbral de la puerta hacia el exterior.

Con dificultad y sintiendo como si su cuerpo se fuera a partir en dos Minho la siguió, cruzando aquella puerta, a través de los arbustos y los árboles, tropezando con las ramas muertas en el suelo y resbalando con las pierdas ocultas bajo la vegetación seca, mientras dejaba un rastro de sangre a su paso.

—¡No te vayas!

La llamaba mientras la pequeña corría y corría, él se preguntaba que hacía una niña tan pequeña sola en un oscuro bosque.

En la copa del árbol más alto Kibum observaba la escena, desde luego reconoció a la pequeña como la parte humana de Tamara y aunque estaba preocupado decidió esperar a ver qué pasaría.

—¿No va a ayudarla?—. Preguntó Yoogeun que estaba a su lado.

Desde luego fue ignorado.

Fue así como la pequeña llegó a la orilla de un río, sus ojitos buscaron en todas direcciones buscando una ruta de escape, la cual no encontró, giró sobre sus pequeños pies y juntando sus manitas al frotarlas suplicó.

—¡Por favor no me mate!

Minho se detuvo a solo unos pasos de ella, las miradas de ambos se encontraron nuevamente.

—No tengas miedo—. Minho indicó.

Por supuesto su petición estaba fuera de lugar, era imposible que una pequeña niña no se asustará al ver a un hombre de más de 1.80 m, con sus ropas cubiertas de sangre y además completamente despeinado, capaz de moverse con tremendas heridas.

Nuestra pequeña retrocedió un paso cuando Minho se acercó a ella, su pequeño pie rebasó del borde de la orilla del río a sus espaldas y los ojos de Minho se abrieron desmesuradamente cuando la vio caer, a pasos agigantados corrió hacia ella apenas logrando sujetar sus deditos.