48. GRAEAE - GREAS

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Joon observaba a su joven amo dormir en su enorme cama después de haberlo lastimado bastante en su “cuarto de juegos”.

Jinki llevaba prácticamente dormido un día completo y las heridas de Joon aún dolían, los rasguños en su torso se habían curado extraordinariamente con las lágrimas del sucersor pero la herida de la daga en su hombro prevalecía y no se estaba curando al igual que cada uno de los cortes en su cuerpo producto de las dagas de su joven amo.

Por otro las perforaciones en sus muñecas y tobillos producto de los grilletes habían desaparecido prácticamente al ser liberado de los mismos.

Joon se acercó a la ventana para cerrarla, el viento se sentía extrañamente frío, no quería que su joven amo estuviera incómodo.

En los jardines se alcanzaba a distinguir a Jonghyun y Kibum paseando mientras se tomaban de la mano, un pequeño y extraño sentimiento acechó el corazón de nuestro noble vampiro.

—¿Cuánto tiempo creen que podrán permanecer así?

Un suspiro se le escapó, giró sobre sus pies y se aseguró de acomodar las sábanas de Jinki mientras anhelaba tomar su mano, una vez, por lo menos una vez, si tan solo pudiera tomar su mano una vez, tal como Jonghyun sostenía la de Kibum, solo con eso, podría morir sin ningún arrepentimiento.

Desde luego sabía que era algo casi imposible, por lo que terminó de arreglar las sábanas y abandonó la habitación.

Al cabo de unos minutos los ojos de Jinki se abrieron, nubes negras transitaban al interior de sus pupilas, como si fuera poseído por algo ajeno comenzó a caminar por los pasillos del castillo mientras su mirada parecía estar ausente, subió a la torre más alta y desde ahí miró en dirección al este.

—¿Por qué se están escondiendo?—. Se preguntó a sí mismo girando hacia el oeste—Tú también.

Declaró mientras su puño se apretaba.

Al mismo tiempo en los jardines Jonghyun guiaba a Kibum a través de ellos, los enormes y coloridos jardines donde antes habían paseado tantas veces parecían estarles dando la bienvenida.

—¡Espera!, estoy seguro que esta por aquí—. dijo Jonghyun.

Kibum se limitaba a disfrutar la calidez de la mano que con un solo roce anulaba todo lo malo que les había pasado.

Y aunque en el interior Kibum seguía preguntándose quién era el niño (Yoogeun) al final decidió que no importaba siempre y cuando el otro permaneciera a su lado.

—¡La encontré!—. Exclamó Jonghyun con una gran sonrisa en su rostro mientras acercaba una hermosa flor al rostro de Kibum para colocarla en la parte superior de su oreja.

La voz de Jonghyun fue tan potente que, todas las mariposas alrededor emprendieron el vuelo, cientos de ellas se arremolinaron alrededor de los dos jóvenes a la par que una sonrisa se formaba en los labios de Kibum y su mejilla era alcanzada por el otro.

—No soy una chica—. Kibum intentó parecer molesto por el cursi acto, pero el rubor en sus mejillas delataba cuanto le gustaba.

—No eres una chica... Eres “mi” Kibummie—. Jonghyun declaró al aprisionar su cintura entre sus fuertes brazos.

Dicha acción provocó que los cuerpos de ambos chocarán, los delgados dedos de Kibum se entrelazaron en la parte posterior del cuello de Jonghyun y los ojos de ambos comenzaron a cerrarse mientras la distancia entre sus labios se acortaba.

"Saranghae"

Ambos susurraron sobre los labios del otro antes de obtener el contacto que tanto ansiaban.

LUNA ESCARLATA (FINALIZADO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora