73. EPÍLOGO - ETERNA MALDICIÓN

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"Me aseguraré de recordarte hasta mi último aliento... Estoy listo para el precio que debo pagar, para que seas libre al fin... sé feliz, mi joven amo, mi Emperador... mi amor."

Fueron las últimas palabras que Joon le dedicó a su joven amo, cuando su alma se desprendió e ingresó a las animas para seguir el camino; que el resto de los príncipes habían recorrido.

Aquel momento seguía fresco en sus memorias, la imagen de como el alma del Emperador se perdió, en un intenso destello que absorbió su figura, mientras daba brinquitos desesperados para alcanzarlo, y ser finalmente llevado al camino en que se encontraría con el resto de sus hermanos, después de más de mil años de sufrimientos y soledad, después de una eternidad de cargar con la culpa de la muerte de todos, al fin había logrado olvidar... y continuar.

En la piel de las manos del noble vampiro seguía vivida la sensación de aquella pequeña flor, recordaba los pétalos  completamente transparentes, y la imagen de como se rompió cual frágil cristal; en su alma aun resonaba el poder que había sido capaz de purificar al Emperador, aquella pequeña flor celestial se había  transformado en pequeños cristales que desaparecieron sin dejar ningún rastro.

Un poder ancestral, el cual había estado intensificándose por el amor de Jonghyun y Kibum, aquel poder que fue el único capaz de enviar al Emperador, y desprender su alma de aquella maldición.

...

En aquel momento la herida de Joon desapareció , la sangre se había secado y caía en forma de costras, acompañado de un dolor terriblemente agonizante, como si emanara abrazadora mente de lo más profundo de su alma.

A partir de esa noche, el joven noble lloró y gritó intentando sacar el dolor de su alma y corazón, un intenso temblor lo acechó a cada instante y el solo ver una flor le atravesaba el corazón; al final todo se volvió insoportable, por lo que se quedó encerrado en la oscuridad, creyendo estúpidamente que así lograría sobrellevar el sufrimiento, pero para su desgracia; aquella oscuridad no hacía más que recordarle a SU Emperador.

La "Última Luna Escarlata" sangró durante 90 días, hasta que finalmente retomó su blancura natural, dejando en el olvido la muerte del "Último Emperador", y brillando para todos aquellos que quedaron atrás.

El joven noble destruyó la habitación de las animas en los siguientes meses, recibiendo un gran daño en el proceso, ocasionando que su cuerpo fuera víctima de la furia de los Dioses y siendo condenado a habitar en el cuerpo de un anciano, de apariencia de unos ochenta años, delgado, escuálido y canoso, con piel tan quebradiza como una hoja de ciprés seca, y con cabellos tan blancos que hacían resaltar aún más, las manchas de los rezagos de oscuridad en su piel.

Un año después hizo lo mismo con el castillo, los remanentes del poder del Emperador lo golpearon y como un cáncer, los huesos de sus piernas recibieron el impacto, ocasionando que los mismos se rompieran y sanaran al mismo tiempo, en un ciclo interminable de agonía y dolor.

Pasaron un par de décadas, en las cuales buscó una manera de seguir a su joven amo, tanto en el mundo de los Vampiros, como el de los Humanos, incluso con Hombres Lobo, Brujas y Demonios, llegó al reino de las Valkirias y Sirenas, en cada uno suplicó a cada uno de los Reyes, Emperadores y Líderes.

Pero en ninguno de esos mundos fue capaz de encontrar algún ser que, pudiera poner fin a su sufrimiento y su vida, la oscuridad que tenía en su interior, era algo con lo que nadie quería lidiar; asesinar al Emperador era ya de por sí un pecado imperdonable; destruir la habitación de las animas, lo había situado en el punto exacto donde no estaba ni vivo ni muerto, sin poder brincar hacia ninguno de los dos lados; y por último destruir el castillo, lo había condenado a un infernal y eterno dolor.

LUNA ESCARLATA (FINALIZADO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora