Alguien Tenía Que Aprender.

Cuarenta Y Tres

—Ya sabes —contesté acerca de los muebles. No debía saber que ya no vivo aquí, así que para bajar la tensión, decidí encender el televisor y ver las noticias—. El trabajo me ocupa mucho tiempo. Disculparás el polvo.

Mateo me sonríe creyendo la historia que en parte es verdad, el trabajo me tiene muy agotada, solo le sonrío de vuelta.

Cuando recordé que en la cocina todavía permanecían tres botellas de cerveza que en algún momento tuve que haber olvidado, me dispuse a brindarle, aunque sí recuerdo la borrachera esa que me había dado yo sola. Tenía tiempo que no compartía una cerveza con alguien, a pesar de que en esta ciudad era muy fácil conseguir alcohol.

Regresé a su lado y él estaba a la expectativa de la rubia de que dijera algo interesante sobre la política y antes, le ofrecí el vaso de cerveza con hielo.

Me agradeció nuevamente con una sonrisa que mostraba sus dientes blancos y todavía no aceptaba lo condenadamente guapo que se había vuelto.

La rubia en el televisor llamó mi atención.

—Los seis meses de vacancia legal para que comience aplicarse el nuevo Código Orgánico Integral Penal traen consigo una serie de cambios en los procesos judiciales. Aquí la entrevista con la señora Ministra del Interior, Leisa Vera.

—Buenas tardes, he pedido exclusivamente a los diarios y reporteros que tengamos esta reunión en vivo para dar a conocer los nuevos cambios que se harán con base en los regímenes penales. Las leyes fueron aprobadas por la Asamblea Nacional, el Departamento Penal y el presidente de la República el martes pasado.

Fruncí el ceño, rarísimo, a mí no me han comentado nada en la comisaría, mantenía mi atención ingenua imaginando la cara del jefe al enterarse de estos cambios. Él, como yo, disponía con absoluta certeza, que el arma en cualquier situación de violencia era requerida por la autoridad del momento.

Se hizo un corto que dejó de enfocar a la mujer de unos cincuenta años para que la reportera del canal de más información.

—Las nuevas leyes del país rigen, de forma estricta, a todas las bases policíacas en aclarar las nuevas normas sobre el uso de armas en estado adiestrado o pasivo. También requerirá más entrenamiento a los que ejercen esta profesión. Actualmente la ley dicta: "Pueden usarse armas siempre y cuando dependa de salvar la vida del ciudadano", en referencia a esto, como dictó la ministra del interior y jefe judicial, el pueblo ha levantado malos comentarios haciendo parecer una "mala redacción" en lo que respecta la ley. ¿Dependerá del policía no usar su arma cuando deba o solo en caso especial? Si es así, ¿los uniformados del país gozan totalmente de sus derechos?

Esto es una completa mierda y no dudé en mostrar mi molestar.

¿No puede usarse armas para salvar al ciudadano antes de establecer un diálogo? Entonces, se niega completamente la presencia de otros policías como si no fueran ciudadanos. Absurdo. Cuando se cambian las leyes, siempre se tiene que generalizar: no solo ciudadanos, sino personas que se encuentren en peligro y acudir al rescate en cualquier percance que requiera ayuda.

En nuestro código está que la vida del civil es más importante que la de la autoridad social, aun así, debería la ley aplicarse para todos.

—Entonces, si disparo al maleante para salvar la vida del civil, ¿estaré siendo presa? —pregunté aturdida.

—Ahora, hay que ver bien lo que esa señora trató de referirse. Sabes que un día sí, otro no. La política es una mierda en este país.

Concuerdo.

—Si no fuera por Nebot, Guayaquil estuviera en un hilo.

Ambos sonreímos.

—Tú siempre has sido violenta en este tipo de casos —continúa—. Te recuerdo queriendo partirle la cabeza a tipos que abusaban, especialmente si era hacia mujeres.