Capítulo 12.- "Es demasiado perfecta para ser real."

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Me llevo una mano a la frente mientras me apoyo con el codo sobre el colchón, todo me da vueltas y siento el cuerpo adolorido. Me impulso hacia adelante y me quedo unos segundos sentada, recomponiéndome. Es extraño como funciona la adrenalina. Ayer me sentía excelente, y ahora creo que podría quedarme en cama todo el día. No recuerdo mucho de lo ocurrido ayer, salvo el rostro destrozado de HoSeok al verme, como YoonGi corrió a sujetarme en brazos y NamJoon llenándome de besos la cara. Les di un susto de muerte, pero ellos también a mi.
Me trajeron a casa después de pasar otro par de horas en el hospital y se estuvieron unas cuantas horas hasta que les convencí de que estaba bien y quería dormir a solas.
Me levanto y camino hasta la pequeña cocina de mi departamento, la cual es solo un angosto pasillo. Retiro la ventana para que entre un poco de aire; tiemblo, pero no estoy segura si es por el viento húmedo o por la imagen de JungKook sentado afuera de mi edificio. Cierro la cortina de nuevo y me llevo una mano al pecho, mi corazón comienza a latir con rapidez, sé que es un buen momento para hablar con él, pero el solo pensarlo me hace sentir como una loca.
Respiro hondo (aunque de igual modo no logro calmarme) y decido que lo mejor es bajar y aclarar ciertas cosas. Voy al armario y cambio mis shorts de pijama con unos jeans holgados y un suéter rojo de algodón. Me atuso el cabello y salgo del departamento hasta el elevador.

Camino hasta JungKook cruzando los brazos sobre mi pecho. Hace más viento del que esperaba. No se da cuenta de mi presencia hasta que me siento a su lado. Me mira sorprendido y serio, pero puedo ver en sus ojos que le alegraba que estuviera aquí.

-Hola- hablo bajo-. ¿Acampas fuera de mi casa?
-Me dijeron que tu padre no estaba- dice sin quitarme los ojos de encima-. Debes dormir, aún es temprano y necesitas recuperarte.
-No necesito un guardián- giro la vista a la solitaria calle-. Y ya no puedo dormir más.
Apoyo la cabeza sobre mis rodillas antes de sentir los dedos de JungKook rozar mi cabeza, me estremezco en un ligero escalofrío. No quiero que los quite, y no lo hace.
-¿Te duele algo?
-Apenas.
Traga saliva y desliza su mano por mi cuello antes de regresarla a su costado. Resopla y tensa la mandíbula. Se ve raro, como... agobiado.
-Dices que no necesitas un guardian, pero si lo hubieras tenido no te habrías acercado a WooJin. Mira lo que podrías haberte evitado.
Frunzo el ceño sintiendo el calor de la frustración recorriendo mi cuerpo.
-¿Acaso fue mi culpa el incendio?
-No, pero si no te hubieras ido con el imbécil ese, habrías sido de las primeras en salir- gruñe-. Además, si yo no hubiera llegado, sepa mierda qué te habría hecho.
Aprieto los puños. Intenté ser amable con él y me responde con altivez. Ni siquiera en un momento como este tiene consideración.
-¡Ay! ¡Lo siento!- ironizo-. No sabía que todos los hombres de mierda son unos cabrones violadores- mascullo viéndolo fijamente-. Sé cuidarme a mi misma. Te lo he demostrado antes.
JungKook sabe bien a qué me refiero. Se levanta de un salto, sacude sus pantalones.
-Bien, me largo.
Se dispone a marcharse, pero me interpongo en su camino. Coloco una mano en su pecho, gesto que no le hace ninguna gracia.
-Sueles escapar a menudo- noto.
-Yo no escapo- retira mi mano de su torso, pero no me alejo, es más, me acerco un paso hacia él.
-¿Por qué te fuiste entonces?
-No es de tu incumbencia-. Me rodea, pero no avanza. Se queda ahí dándome la espalda. Está claro que tenemos que hablar de muchas cosas, así que espero. Toma aire y se da la vuelta, me toma de la mano y me obliga a caminar hasta el parque que está cruzando la calle. Me coloca frente a él con un movimiento brusco-. Lo siento, ¿bien?- dice mirándome-. No estuvo bien y me arrepiento muchísimo- abre y cierra la boca sin decir nada-. No suelo comportarme de un modo tan asqueroso.
Me quedo viéndole algo impactada. Jeon JungKook no se ve de ser la clase de persona que piden disculpas, y sin embargo, aquí está haciendo. En aquel momento se ve tan perdido que me conmueve el corazón. Me siento privilegiada porque me dejase ver aquella parte de él.
-Jung...
-Si te hice daño lo lamento- continúa-. Si he sido un completo imbécil también lo lamento, pero no... No quiero que dejes de hablarme.
-¿Por qué dices eso?- pregunto confundida.
-En la fiesta de caridad... dijiste que lo mejor era que dejáramos de hablarnos y realmente no quiero que eso ocurra.
-Eso no va a pasar. Solo hablé por hablar- admito con una sonrisa avergonzada-. Solo estaba algo estresada.
-Sueles estarlo siempre- bromea.
Me rio y lo empujo ligeramente.
-Tienes razón-. Pero antes de poder regresar mi mano a mi sitio, JungKook toma de mis brazos y me acerca a él. Lo observo y tantas cosas pasan por mi mente, pero no comprendo ninguna, salvo una pregunta que necesito hacer-. JungKook...- él enarca una ceja. Suelto un suspiro y cierro los ojos-. Jungkook- reitero con un poco más de firmeza. Lo escucho reírse un poco.
-¿Sí?
-¿Por qué no lo hiciste?
Noto su cuerpo tensarse un poco.
-Porque me pateaste lejos de allí, ¿recuerdas?
-Eres mucho más grande y fuerte que yo, eso no te habría detenido.
Se humedece los labios y traga saliva antes de volverlos a humedecer. No sabe que decir, toma aire y tras unos segundos de silencio, niega con la cabeza.
-Porque yo no violo mujeres- sentencia-. En ese momento estaba al borde de un ataque de nervios, solo estaba fastidiándote pero... se me escapó de las manos.
Asiento al digerir sus palabras.
-Lo entiendo. Yo también me comporté horrible y dije cosas que no debía...
-Estabas en tu derecho- me interrumpe. Se acerca un poco más a mí-. Pero te aseguro que jamás volverá a ocurrir. Te lo prometo. No volveré a tocarte...- cierro los ojos y tomo aire mientras se acerca aún más-. Hasta que tú me lo pidas-. Sus labios rozan los míos y cierro los ojos sintiendo que mi corazón se desborda-. Aunque me muera de ganas. Te lo prometo.
Su susurro me baila en los labios antes de marcharse.

Negativo más negativo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora