Capítulo 3.- "No me gusta nada sentir esa sensación."

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Los días han pasado regular. Veía al niñato con sus amigos, y según los rumores dos de ellos acaban de entrar a la universidad.
Kim Taehyung ya lleva algunos semestres en la carrera de Seguridad en Informática. Park JiMin es uno de los nuevos y se ha matriculado en Derecho Penal y por último, Jeon JungKook que se ha inscrito en Mecatrónica, así que va a la misma facultad que yo. Por suerte, ha decidido no volverse a acercar a mí.

Las clases han terminado. Salgo del edificio y tras cruzar la puerta de cristal, veo a JungKook en la jardinera de enfrente. Habla con Jimin y Taehyung. Y como de costumbre, sus ojos se posan en mi, pero no deja de hablar con sus amigos. Está lejos, pero no tanto como para no darme cuenta de su mirada. Suspira y se quita la chaqueta, para él un gesto típico, para mí un gesto increíblemente atractivo. La cintura del pantalón se le ciñe en la cadera y marca sus piernas. ¿Por qué tiene que ser un idiota? Un guapo idiota...

-Hola princesa, ¿qué sorpresa, no?- giro la cabeza y me encuentro con el cuerpo alto y largo del pelmazo de Oh Sehun, casi enfrente mío. Me mira con una estúpida sonrisa en la cara-. Estaba pasando por aquí y pensé que era buena idea recogerte. ¿Me extrañaste?- pregunta en un tono supuestamente divertido mientras me toma de la cintura y me abraza. Su cercanía me es completamente incómoda, y más porque lo odio. Apenas nos conocemos, pero desde el momento que me vio no ha dejado de hostigarme. Oh SeHun es el hijo de Oh Sungyeon. El hombre al cual le debo dinero, y no más ni menos que el candidato a la presidencia de Corea. Así que mientras tanto, tengo que aguantarlo a él y a su hijo menor. La gente reconoce a SeHun, y nos observan con miradas rápidas de interés. Quiero empujarlo y mandarlo a freir espárragos, pero me lo trago. No quiero problemas con gente de su familia. A pesar de lo mucho que odio que se que haya tomado estas confianzas.
Puedo ver de reojo como JungKook se muerde el labio. Le puedo ver bien y algo me dice que no le agrada la idea de que esté en esta posición, así que decido alargar el momento. Rodeo el cuello de SeHun con mis brazos y cierro los ojos cuando me besa el mentón. Le sonrío intentando lo más posible que pareciera real.
-¿Aceptarías una invitación a comer?- me pregunta, olvidando la idea de que tiene que soltarme. JungKook se ha ido de mi campo de visión antes de darme cuenta, y ahora es muy tarde para arrepentirme. Así que tengo que aceptar la maldita invitación. No quiero tener nada que ver con SeHun, pero no puedo negarme. No tengo ninguna excusa en mente.

Me acompaña por el sendero de mi facultad hasta el estacionamiento principal. Fácilmente identifico su lustroso y llamativo Audi amarillo canario, típico de un chaebol. Me monto en el coche y bajo la ventanilla. SeHun arranca y el reproductor se enciende antes de que salga del aparcamiento. De inmediato el noticiero del radio me inunda los oídos. SeHun no es como una persona normal que guste de escuchar música en su auto, él prefiere escuchar las noticias todo el santo día. Suspiro y lo veo. Viste un traje gris metalizado que lo hace lucir mucho mayor. No como un adulto de apenas veinticuatro.

-¿Puedo cambiarle?- pregunto.
-Sé que a las mujeres no les interesan los problemas del mundo, pero no te haría mal saber qué está pasando- Perfecto. Sigue siendo un completo idiota.

Salimos del estacionamiento y vamos en un silencio incómodo por la calle. Nos detenemos en un semáforo. Escucho el sonido limpio de un motor. >>Bugatti<<, murmuro para mi misma. He tenido varios en mi taller y soy una gran fanática. Así que tengo algo de familiaridad con ese sonido. Miro por la ventana y en efecto es un hermoso Bugatti negro. Se coloca a nuestro lado y el conductor baja el cristal tintado. Atrás del volante se encuentran nada más ni nada menos que Jeon JungKook.
Tiene una mano en el volante y un cigarro colgado de sus labios. Sensual.

-SeHun, deberías acostumbrarte a saludar, ¿no crees?- pregunta JungKook burlón. SeHun se echa adelante y le lanza una mira iracunda. JungKook sigue mofándose. Ya había oído que estos dos se odian, pero no me imaginé nunca que en una de sus peleas tendría que estar yo en medio.
-Lo que creo es que va siendo hora de que te acostumbres, Kookie- responde SeHun.
JungKook se ríe. Luego de un segundo aprieta el acelerador. El sonido del motor del Bugatti empieza se escucha como el ronroneo de un león. Lo está retando a una carrera. Mis ojos brillan con deseo. Una sonrisa se pone en mis labios. La calle está despejada, son solo estos dos autos y un camino recto. Perfecto para una carrera, pero SeHun hace caso omiso.
-SeHun, anda- le animo dando pequeños aplausos.
Me mira y en sus ojos oscuros veo temor. Trata de ocultarlo con una sonrisa extraña y acelera también.
El semáforo cambia y el hermoso Bugatti sale disparado, sin embargo, mi conductor se trastabillea con el embrague y el auto se apaga en temblor, dejándonos estancados en el mismo lugar.

Negativo más negativo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora