Capítulo 17.- "Sé que lo nuestro no está bien. Sé que está todo muy jodido"

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>>__________.

Lo saco de mi mochila y veo la pantalla, encontrándome con el peor nombre de la historia: Oh SeHun.
Aprieto el aparato entre mis manos y decido no contestar la llamada. No iba a permitir que la voz de SeHun me hiciera pasar un mal rato, pero, aunque no la he escuchado tengo una sensación extraña picándome en la nuca.

-¿Sucede algo?- pregunta JungKook receloso. Trata de verme a los ojos, pero se los evado un segundo ya que siento como se me hace un nudo en el estómago.
-No es nada- le sonrío tratando de recomponerme y palmeo su hombro-. Vayámonos a casa.
Se me queda viendo extrañado. Le sonrío esperando que no se de cuenta lo que está sucediendo. No quiero preocuparlo con mi paranoia. No es como que realmente esté sucediendo algo.

Trato de mantener mi buen humor todo el recorrido, haciendo lo posible para olvidarme del sabor amargo que me pica en la garganta. JungKook ha logrado relajarse y cantamos algunas canciones, a la par de que nos fastidiamos mutuamente sobre tonterías.
La compañía de JungKook es como un calmante. Al cabo de unos minutos me he olvidado del malestar.

JungKook se estaciona enfrente de mi edificio, alado de la banqueta. Apaga el auto y se gira para verme, me acomoda un mechón suelto detrás de la oreja, luego pasa sus nudillos por mi mejilla. Mi teléfono vuelve a sonar en el bolsillo de mi pantalón, también ignoro esa llamada, pero apenas termina vuelve a sonar, lo tomo y veo en la pantalla del nombre de Irene. Frunzo el ceño.

-¿Todo está en orden?- me pregunta haciéndome parpadear.
-Claro que sí- tomo su mano y le doy un apretón. Me giro para abrir la puerta-. Seguro le ha pasado algo con JunHoe y quiere platicármelo-. Respondo minimizando la situación -. Nos vemos mañana bombón.
El asiente regalándome una sonrisa.
-Te veo mañana.

Bajo del auto y lo veo irse, el pecho me revolotea de gusto y suspiro sintiéndome embriagada de la emoción. Entro al vestíbulo del edificio, mi teléfono vuelve a sonar y lo contesto.

-¡__________!- bufa-. Te he estado marque y marque. ¿Qué estabas haciendo?
-Nada, voy llegando a casa- escucho que hay mucho ruido en el fondo. Camino al elevador y presiono el botón-. ¿Qué pasa?
-Estoy en el taller. Vine a buscar mis audífonos, y- se detiene un segundo-. No sabes a quién me encontré- dice en un susurro emocionado.
El sentimiento extraño vuelve a tomar forma en mi abdomen.
-¿A quién?
-¡Al hijo del candidato!- se regodea en murmullos-. Es ese chico. Oh SeHun. Le he dicho que no estabas, pero me ha pedido que te llame. Dice que es urgente. ¿No es asombroso?  
-¿Irene, estás bien?
Ella se ríe.
-¡Claro! Pues...- la voz se le corta. Alguien le quita su teléfono.
-Hola, __________-. La voz de SeHun me corta la respiración.
-¿Qué haces tú ahí?
La sangre no me llega a la cabeza, por un segundo creo que voy a desmayarme. Aprieto los puños.
-Como no te he encontrado en casa, he pensado en hacerte una visita- , está tratando de sonar amable, pero no me creo ni una palabra-. Tienes un taller hermoso, y tu amiga también es muy linda. Es una pena que ella sea el único método de contactarte.
La bilis me sube por la garganta. 
-Como le toques un pelo...- no puedo seguir esperando, camino a la puerta de las escaleras, la determinación y la energía me hacen calentar la sangre-. Como la mires mal siquiera...
Se echa a reír.
-¿Por qué iba a hacer eso? ¿Has hecho algo malo?
Corro escaleras abajo, hasta el estacionamiento subterráneo del edificio.
-¿Qué quieres SeHun?
-Verte. Tenemos que hablar, no se te olvide que me lo debes-. Los dientes me chirrean-. Aunque ya me estoy cansando de esperar, quizá y deba cobrarme el favor, ¿no crees? -.He pasado tanto tiempo rodeada de matones que sencillamente sé identificar una amenaza. Más si es una así de clara como esa. Cierro los ojos y rezo para que no le pase nada. La culpa no me está dejando respirar, Irene no es consciente de que está en peligro. Ahí está, haciéndole compañía a ese hijo de puta sin saber que es un maldito prestamista-. ¿Tendré que esperarte mucho, ________? Sabes que no me gusta que me hagas esperar- pregunta SeHun y mis pies siguen rebotando en el concreto-. Adiós, _______.
Me cuelga y mis miedos se multiplican por mil. La adrenalina corre por mis venas, pero por fin estoy al frente de mi motocicleta. Tomo las llaves de mi chaqueta y subo de un salto, la arranco haciendo rugir el motor y salgo de allí lo más rápido que puedo.

Me fundo en el tráfico y me traslado mucho más rápido de lo recomendable, el frío del viento que corta la piel ya que mi ropa no es la adecuada para ir a esta velocidad. El tiempo apremia, después de haber oído a SeHun no me cabe la menor duda de que, ya sea directa o indirectamente, cumplirá cualquier amenaza que haga. Es una asquerosa rata que carece de moral y de conciencia.
Siento que tardo siglos en llegar. Realizo un montón de maniobras ilegales; doy marca atrás en un atasco, conduzco en dirección contraria y maldigo sin cesar mientras trato de recordar los atajos. Cuando por fin llego al taller con un frenazo, me bajo de la motocicleta a toda prisa y corro dentro. El portón está abierto.

Negativo más negativo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora