Capítulo 16.- "¿Quieres besarme?"

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>>___________.

Dudativo, me pone la mano en la nunca y me observa en busca de resistencia. No voy a hacerlo, no puedo hacerlo. Me ayuda a acostarme en el sillón, a la par que él también lo hace, abrazándome por la espalda.
-Qué extraño es todo esto- suspiro antes de sentir como su mano se detiene en mi cintura. La rodea y se acerca un poco más, tengo su cuerpo tan pegado al mío, que un escalofrío me recorre la espalda. Me gusta, me gusta muchísimo.
-¿Por qué?- retira un mechón de mi cabello, lo hace despacio, con suavidad, aprovechando cada segundo. Siento su respiración en mi cuello.
-Hace unas semanas te habría matado. Sin embargo, ahora...- guardo silencio, pero es porque no sé muy bien cómo me siento. Una parte de mí se siente en un gran alivio, pero hay otra parte muy considerable que todavía se muere de vergüenza, y otra, la más grande, que empieza a darse cuenta de lo que realmente significa Jeon JungKook para mí. Un refugio.
Alguien con quien me encuentro a gusto. Amor. Me he enamorado. Este hombre tan hermoso me hace sentir mejor y más a salvo de lo que me he sentido nunca yo sola. Incluso las cosas que me irritan de él me resultan reconfortantes de un modo absurdo. Lo amo. Lo amo tal y como es.
-¿Ahora qué?- quiere saber.
Respiro hondo y me giro para abrazarle.
No creí que fuera a responder, pero lo hace y de una manera apasionada. No estoy acostumbrada a este tipo de caricias, he tenido relaciones de todo tiempo, pero jamás me había tomado el tiempo de sentir de esta manera. Nunca ha habido sentido este sentimiento que recorre mi piel, calentándome la sangre. Que JungKook esté bajo mi cuerpo, rodeándome con sus brazos es, con diferencia, la mejor experiencia de mi vida.
-Ahora...- la nariz se me inunda de su delicioso aroma-. Ahora me encanta estar contigo- murmuro apoyándome en su pecho.
JungKook me besa la frente y siento como su corazón se acelera. Dios, cómo me encanta que él también esté tan nervioso. Desliza su mano por mi espalda y busca mis ojos.
-No sabes lo mucho que deseaba oír eso.

Me sumerjo en el suave tarareo de JungKook en mi oído. Me besa el cabello y me abraza sin dejar de acariciarme gentilmente, de una forma que me hace sentir que todo estará bien. Me quedo dormida.




JUNGKOOK

Me siento increíblemente cómodo. El cuerpo de __________ está encima de mí y la sensación es tan confortable como la de una manta. Escucho su respiración tranquila y pacífica. Sigo enredando mis dedos en su cabello.
En mi familia las infidelidades son consideradas peor que un asesinato. Ningún Jeon es capaz de hacer semejante acto, y nunca había entendido la razón. Hasta ahora. Las palabras que mi abuelo me había dicho de niño empiezan a tener sentido.

>>Cuando consigas a la persona, Kook. Te darás cuenta que no vas apreciar nada más que su confianza.<<

No cualquiera se deja ver vulnerable delante de otros. Y no hay postura más vulnerable que esta. Dormir. __________ está dejando que la vea. Está dejando que la cuide y vele su sueño. ¿Cómo poder traicionar ese nivel de confianza? ¿Cómo poder traicionar a la persona que confía en ti con ojos cerrados?
La aprieto en mis brazos e inhalo el olor de su cabello. Me quedo dormido.

Despierto de súbito cuando __________ me zarandea. Estaba soñando con ella: la besaba intensamente mientras me deleitaba del sabor de su cuerpo (un sueño de lo más lógico después de haberla tenido durmiendo literalmente sobre mí. Mi cuerpo soy de piedra)

-¿Qué hora es?- pregunta sofocada.
Se incorpora en el sofá y se arregla el cabello. Está bellísima. Tiene los ojos débilmente hinchados y la piel algo pálida. Me froto la frente y me enderezo sin darme cuenta de que eso me ha dejado demasiado cerca de ella. _________ tiene la vista puesta en mi pecho y me contempla igual que lo había hecho en mi sueño minutos antes de que nos quitáramos la ropa. Trago saliva. Hubiera dado mi riñón porque el sueño se hiciera realidad en aquel momento. Mierda, qué malo es pensar recién levantado. Me está dando jaqueca.
Miro mi reloj de muñeca.
-Son pasadas las siete.
-¡Joder! ¡Tenemos que irnos!- exclama atrapando mi mano y echando a correr.
Me pongo de pie a trompicones y aturdido la sigo hasta el pasillo.
-¿Qué? ¿Qué sucede?
-¡A las ocho tengo clase con el profesor de motores! Me matará si no llego a tiempo.
Salimos a la sala y ella corre. Sin querer se golpea contra la mesa que hay en el recibidor tirando un jarrón junto con ella.
-¡Cuidado!- me apresuro a ver que esté bien, verificando que ningún cristal le haya lastimado-. Te vas a matar tú sola.
Me mira y luego el desorden que hay a su costado.
-Lo siento- dice apenada. Se acomoda el cabello detrás de las orejas y se hinca para recoger los pedazos del jarrón. La detengo tomando su mano.
-No toques eso. Te vas a cortar- Me pongo de pie y le doy un leve tirón para que haga lo mismo-. Te llevaré a la universidad. No te preocupes.

Negativo más negativo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora