Capítulo 30.- "Si supieras lo que yo te quiero"

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JUNGKOOK

Mi padre apaga un cigarrillo mientras enciende el siguiente. No deja de caminar de un lado al otro; está totalmente abrumado con lo que hay sobre la mesa: el ojo de mí abuelo. Y mi tío, Jin está totalmente pálido y no es capaz de mediar palabra. Solo contempla las ventanas de la sala donde se había improvisado la reunión.

-¿Por qué no me contaste nada? Eres mi hijo- dice mi padre mirándome con reproche.
Yo estoy apoyado en la pared. No soy capaz de acercarme. Mi mente está lejos de allí, con ___________.
-No te enfades, papá. Ahora mismo tengo a una de las personas más importantes de mi vida bajo la custodia de los Oh. Solo Dios sabe lo que le estarán haciendo, así que no me sermonees ¿quieres?
Mi padre resopla y Jin se levanta de la silla frotando su frente.
-¿Crees que no me importa? Todo lo que sea importante para ti es importante para mí. Además, yo tengo la misma sed de venganza que tú, pero debiste explicármelo todo. Si lo hubieras hecho, ahora tu abuelo no estaría muerto- continúa mi padre. Aquellas palabras entran en mi pecho como cuchillas. Él no me está culpando, pero su contundencia me hace sentir culpable. Por un momento siento que yo he matado a mi abuelo.
-Si hubiésemos contado algo, muchos de esta sala estarían haciéndole compañía. Seguramente, yo el primero- interrumpe Jin. Veo a mi padre enojarse rápidamente
-¡Basta! ¡Pienso ir a la mansión Oh y matarlos a todos!- grita dando un golpe en la mesa.
-Seguramente, no estarán en la mansión- murmura su hermano mirándome con el rabillo del ojo. Cierra los ojos y aprieta la mandíbula. Como si estuviera sintiendo el dolor que yo siento.
-¿Por qué demonios se atreven a desafiarnos? ¿No se dan cuenta de que todo lo que tienen lo han conseguido gracias a nosotros? Se lo podemos arrebatar cuando queramos- se queja JiMin.
-Estás en lo cierto, pero el poder hace que desees más poder. No parece ser suficiente para ellos. Ya sabemos cuáles son sus intenciones. No solo quieren Seúl sino también Corea. Y si tienen que eliminarnos, lo harán- contesta con frialdad mi padre después de su arrebato.
-No si antes lo hacemos nosotros- añade JiMin- Seúl ya tiene dueño, no nos vencerán tan fácilmente.
Taehyung no deja de mirarme fijamente. Sé que le debo una explicación después de hacerle piratear la base de datos del hotel Oh.
-No cabe duda, pero debemos trazar un plan muy exhaustivo. Les recuerdo que las elecciones son mañana y ese bastardo se alzará con el poder- murmura mi padre, casi para sí mismo.
-Pues yo creo que antes de planear nada, JungKook debería explicarnos todo lo que sabe. ¿No?- dice Taehyung acusándome con la mirada- Anoche me telefoneó para que entrara en la base de datos del hotel Oh.
Bajo los ojos y suspiro. Tengo que darles otra noticia que no les va a gustar nada.
-¿El hotel?- pregunta Jin.
-Al parecer- comienzo-. Mi querida tía Min es novia de Senhyun- informo con las manos en los bolsillos. Todos se quedan boquiabiertos con la noticia, excepto mis amigos. A ellos se los había comentado antes de ir al cementerio.
Mi padre se levanta pausadamente. Como si de ese modo consiguiera dominarse. Todo el mundo ha enmudecido.
-¿Min?- pregunta con un hilo de voz. Sé que es una noticia difícil de tragar para él. No estoy hablando de cualquier mujer. Estoy hablando de su hermana. La adolescente que sus padres habían adoptado y le habían enseñado a amar y proteger-. ¿Estás seguro JungKook?
-Muy seguro. Mi abuelo lo sabía. La había estado siguiendo y recolectando pruebas durante años.
-¿Me estás diciendo que mi padre ha muerto por culpa de mi hermana?
El silencio es más atronador tras escuchar la voz herida de mi padre.
-JungSoo...- Jin va alado de mi papá y le pasa una mano por el hombro, tratando de reconfortarlo.
-Quiero acabar con esto- suspira él cerrando los ojos con fuerza. Como si aquello pudiera hacerle contener la torrente de emociones que seguramente están ebullendo en su interior. Su rostro se enrojece y veo como se le salta la vena del cuello-.Quiero ver cómo esa mujer vomita sus propias tripas. Quiero que me suplique que la mate y que después arda en los infiernos.
Mi padre termina mirándome y me da permiso para que explique lo que sé.
-El abuelo, en su lecho de muerte le entregó a _________ un USB-. Tomo aire mientras todas las miradas de aquella sala me observan atentas. Mi padre comienza a tranquilizarse. Lo sé por su forma de mirarme. Le gusta que yo tenga el control-. En él, está todo. Desde lo que sabemos hasta lo que no.
Frunce el ceño.
-¿Qué no sabemos?- pregunta Jin.
Ya les he contado la parte de París y los tratos con Betancourt. Resoplo y alzo los hombros.
-No lo sé.

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