Tú me vas a ayudar

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 Nota: Aquí entras tú en juego. No importa el género, ni la edad ni nada. Mentalízate que también vas a ser parte de la historia.

Tú eres una persona normal con una vida normal. No buscas problemas ni nadie te los busca a ti. Hasta ahí todo bien.

Pero lo que nadie sabía, es que tu eres una persona especial. La gente no repara mucho en ti y sabes que no eres un as en todo lo que se te ponga por delante. O al menos eso es lo que piensas. Hasta ahora

Siempre supiste que no eras un número más entre un millón. Creíste que tenías algo que te hacía especial. Y descubriste que esa idea no era una locura cuando empezaste a leer este libro.

Cuando leíste el primer capítulo te sorprendiste. Cuando te dije que probablemente nos conocemos o nos conocimos o que igual mañana nos cruzamos por la calle, un fugaz pensamiento hizo que creyeras que eso era posible. Parecía... magia. Pero obviamente fue algo que no duró mucho en tu mente porque es una tontería. Porque eso queda relegado al mundo de los sueños... y tú vives en la realidad... o ¿no?

Luego te hablé de esa cosa especial y de lo que yo llamo "botón del sueño" y seguramente decidiste que era ficción, no vale la pena hacer caso.

Pero ahora es diferente. Comienzas a... tener sueño. Una sensación de somnolencia se apodera de ti a medida que lees...

Ya...no...puedes seguir...

Es extraño... no... te había ocurrido antes...

De repente se acerca alguien por detrás y te agarra por el hombro

- No me sirves de nada si te duermes

Abres tus ojos de golpe ¿quien ha dicho eso? ¿quien está agarrándote del hombro?

- Vamos, no tengo todo el día

Te giras y casi mueres de un ataque al corazón. Un hombre, o más bien engendro larguirucho y feo, te suelta del hombro y se levanta haciéndose un lado.

- No se si nos servirá, Majestad

- Ya no hay vuelta atrás. Habrá que probar. Tendrá que cooperar si no quiere una muerte lenta y dolorosa

Te incorporas de golpe. No quieres morir. Una sensación de miedo y nerviosismo se apoderan de ti dejándote casi sin palabras. Te acercas un poco para ver quien se esconde tras la luz de interrogatorio que ha sumido la mayor parte de la habitación en total oscuridad.

Mientras te acercas, dices lo primero que se te ocurre

- Yo... no quiero morir

Sigues todavía en estado de semiconsciencia, pero logras vislumbrar claramente quien es la misteriosa sombra... ¡Es Jareth! ¡El Rey de los Goblins!

- Despierta. No tengo todo el día. Quiero hacer un trato contigo

Contestas como puedes. No consigues salir del asombro.

- Yo... ¿qué trato?

Bien, muy buen léxico, seguro que has causado muy buena impresión

- Majestad, queréis que yo...

- Yo me encargo Dot. Déjanos solos.

- Si, mi señor

Como por ensalmo, el tal Dot desaparece quedándote a solas con el Rey de los Goblins

- Vengo a proponerte un trato. Tú me das algo... y yo te correspondo...

Mientras te habla parece estudiarte. Quizá no tenga tan claro que debas ser tú la persona indicada.

- ¿De qué se trata?

- Verás, he visto que has mostrado mucho interés por mi vida privada ultimamente

¿Tú? Si lo único que hacías era leer un libro. ¿O acaso...?

- ¿Yo?

- Si, tú. Y todo por culpa de esa chica. Piensa que no lo se. Que no me doy cuenta. Pero yo SIEMPRE me entero de todo.

Esto último lo dice en tono amenazante.

Quieres hablar, pero mejor no liar más las cosas...

- Nuestra historia. La está escribiendo en un libro. Quizá lo hace de manera inconsciente, pero ahí está. Todas y cada una de las cosas que nos ocurren aparecen en ese maldito libro que parece atraer tanto tu atención

Te quedas sin palabras. Es lo último que esperabas oír.

- Forma parte del poder que le di. Cuando vi que todas esas historias que salen de su cabeza se trasladaban a la realidad, o peor, a través del sueño, comprendí que ella ya tenía un poder especial. Le di un empujoncito.

Esto último lo hace en tono burlón y haciendo el gesto del empujón con ambas manos.

De repente su semblante se vuelve furioso y enojado.

- ¡Lo hice para divertirme! ¡Para probarme a mi mismo! ¡Probar la capacidad de mi poder! Y ella, sin darse cuenta, traslada toda nuestra historia a un libro. Un libro al alcance de cualquiera ¡Maldita sea!

- Tampoco lo lee tanta gente...

Intentas arreglar la situación. No me conoces personalmente, pero no eres mala persona y no deseas mal a nadie. Y menos si eso va a repercutir en ti.

- ¡Tú!

Se acerca señalándote con el dedo

- ¡Tú vas a ayudarme! ¡Vas a venir conmigo al castillo y vas a vigilarla para que no me cause más problemas!

- ¿Y por qué yo?

Lo que faltaba ahora. Canguro a tiempo completo.

Te coge de la pechera y se acerca a ti. Su voz es lenta y peligrosa.

- Porque si no lo haces, hundiré tu cabeza en el Pantano del Hedor Eterno antes de que puedas pestañear. Y te juro que lo que viene después no es nada placentero.

No te queda opción. Tienes demasiado miedo como para llevarle la contraria.

- ¿Y qué tendré a cambio?

Ya que vas a trabajar de manera forzada, al menos que te paguen.

Sonríe y te suelta. Hace aparecer una esfera.

- Mi regalo es todo. Si cumples con lo que te pido te entregaré esta esfera. Es un cristal de los deseos. Esta solamente va a concederte un único deseo. Pero será un deseo sin límites. Podrás tener lo que quieras. Sin embargo, el deseo solo podrá hacerse realidad en tu mundo, no voy a arriesgarme a un motín. ¿Entiendes?

Lo piensas un momento. En realidad no tenías nada mejor que hacer y además no parece aceptar una negativa como respuesta. Y lo del cristal de los deseos no suena nada mal...

- Está bien. Acepto.

- Lo sabía. Ahora vamos a mi castillo, allí arreglaremos cuentas... 

¿Y si todo fuera un sueño?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora