¡Fuera!

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[Mi cuarto]

*Se escuchan voces en la lejanía*

- Queremos ayudarte, pero tú no te dejas. ¡Si te quieres hundir no nos hundas a los demás!

- Vale...

- Tienes que pensar menos en ti y un poco más en los demás. No eres la que peor lo está pasando en el mundo. Eres la que más suerte tiene de todos nosotros. Hay otros mucho peores que tú.

- ¡Claro! Yo tengo muchísima suerte. Siempre tengo más oportunidades que el resto de personas. ¡Por eso estoy así!

- Tú sola te amargas la vida. Es normal que la gente te dé de lado con ese carácter que tienes. Vas a acabar sola.

- ¡Siempre estamos igual! ¡Siempre soy yo el problema! ¡Yo siempre tengo que cambiar para que me acepten los demás pero nadie cambia por mí! ¡Pues quien quiera acercarse a mí, me tendrá que aceptar como soy al igual que yo hago con los demás!

- Tú verás lo que haces, que ya eres mayorcita. Te lo decimos porque te queremos. Sólo piensa en la edad que tienes y no tienes amistades ni gente cercana ni nada por el estilo. No puedes pretender que el mundo sea como quieres. Si no cambias ese carácter acabarás sola.

Ya no tiene sentido seguir discutiendo.

- Eso no lo sabes. A lo largo de toda mi vida he hecho amistades que se han perdido porque nuestras vidas se separaron. Pero no me he peleado con ninguna y nadie tiene una mala palabra que decir de mí. Tan monstruo no seré, digo yo.

- Bueno, será como tú dices. No vamos a seguir hablando de esto.

- Vale

*Entro en la habitación y cierro la puerta*

Me siento en la cama. Lo único que queda de mi cuarto junto al armario.

Lo cierto es que en otro tiempo hubiera llorado de rabia y frustración, pero este tipo de discusiones se han convertido en nuestro día a día, así que como ellos no van a cambiar de parecer y yo tampoco, me siento en la cama a esperar que se calmen los ánimos.

- Si ellos supieran...

"Que he estado a punto de casarme dos veces, mi esposo era el Rey Goblin, amo y señor de todo el Submundo, que mis dos mejores amigos, por los que daría la vida son Frizz y Víctor, y que soy la protagonista de un libro, supuestamente imaginario, pero totalmente real..."

- Igual cambiaban su visión sobre mí. Pero no les daré el gusto.

*Llaman*

Abro la puerta. No hay nadie.

Cierro la puerta

*Llaman*

Me giro instintivamente

¿Han llamado al armario?

*Llaman*

Abro con cuidado la puerta del armario...

- ¿Qué demonios...? ¡AH!

Salís, como caballos desbocados, tú, Víctor, Hoggle y Sarah.

- ¿Qué demonios hacéis aquí?

Me abrazas fuerte

- ¡Susana! ¡No sabes las ganas que tenía de verte! ¡Te he echado mucho de menos!

Suelto tu abrazo para observarte con más detenimiento. 

- ¡Frizz! ¡Madre mía! ¡Qué cambiada estás!

¿Y si todo fuera un sueño?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora