Vienes directamente al cuarto y te acuestas, aunque sabes que no vas a pasar la mejor noche de tu vida.
A la mañana siguiente nos despertamos temprano.
- Voy a salir a dar una vuelta. Te veo luego
Sientes todo tu cuerpo dolorido. Ha sido una noche malísima.
Ahora te alcanzo. Espera¿Qué?¿Crees que podremos salir a pasear por ahí, sin más?Tranquila, no voy a escaparme. Ellos lo saben. [Jardines de palacio]
Llevo casi una hora andando, cuando por fin me alcanzas
(sofocada) ¡Lo siento! ¡No he podido llegar antes!
No te contesto y sigo caminando
- Oye, ¿qué vas a hacer al final con lo del Rey?
Tengo algunas ideasPero, ya me dijiste que no le quieres. Eso no va a cambiar de hoy para mañana.No hace falta. Ya no necesito quererle. No hay tiempoTiempo, ¿para qué?
Te miro con expresión solemne y continúo con el paseo. Esa mirada no te gusta ni un pelo
- Susana, ¡¿Que vas a hacer?!
Me cortas el paso y me obligas a mirarte a la cara - Voy a matar a Jareth
¡¿QUÉ?! Me aparto.Después del almuerzo. Tenemos una reunión. Allí lo mataré. Le estaré esperando¡NO PUEDES HACER ESO!No voy a discutir contigo. Ya está todo pensado. Muerto el perro se acabó la rabia.
- Pero...
No tiene sentido seguir discutiendo. No pienso cambiar de opinión.
Llegamos a la puerta trasera. Tú te quedas fuera y yo entro
- (en el umbral de la puerta) Por cierto, no digas nada a nadie. Eso estropearía mis planes
Cierro tras de mí
[Pasillos]
Obviamente Jareth ha vuelto ha presionarte hasta que le has contado mi plan. Sabes que no podría cargar con una muerte a mis espaldas.
Sin embargo, cuando se lo has contado al Rey, no se ha asustado en absoluto.
Llegáis hasta la puerta y te hace un gesto indicándote que esperes fuera.
[Salón del castillo]
Todo está oscuro. Completamente negro. Y todo parece estar en calma.
Jareth entra con pasos sigilosos, pero decididos.
La puerta se cierra tras él. No le sorprende.
Nota como una espada apunta a la parte baja de su espalda, a la altura de su cintura
- ¿Hace falta que te recuerde que no se puede matar a los muertos?
Se prende la luz de un pequeño quinqué.
Ambos estamos completamente serenos. Nos conocemos lo suficiente como para saber cuando nos hemos tendido una trampa
No. Me lo dejaste muy claro en el baile. Bajo la espada.
La tiro al suelo.
Lo suponía. Entonces, ¿para qué me has traído aquí? ¿para asustarme?No te he hecho venir para hablar contigo. Creo que sabes muy bien lo que pienso de tiY también sé lo poco que me importa. Y lo poco que importará mañana cuando te lleve al altarQuería probar algo.
Me mira con falsa sorpresa
Dile a tu espía que paseFrizz, entra.
Recojo la espada y justo cuando cruzas el umbral, te apunto con ella en el cuello.
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¿Y si todo fuera un sueño?
FanfictionMuchas veces las historias, ya sea a través de libros o películas, nos han planteado si lo que concebimos como realidad es realmente un sueño y viceversa. Yo afirmo que la realidad no existe tal y como nosotros creemos que es, sino que tomando el ca...