¿Y si todo fuera un sueño?

¿Tienes miedo?

La luz del Sol me despierta. Me duele todo el cuerpo y estoy entumecida...

- ¿Donde estoy? ¡Ay! ¡Joder! Creo que me he torcido el tobillo...

Observo el entorno. Sigo en el maldito bosque.

-¿Cómo he llegado hasta aquí?

La cabeza me duele horrores.

- Yo...

Me levanto con dificultad y me apoyo en un árbol

- Estaba huyendo de algo... o de alguien...

Pienso durante unos segundos

- ¡Jareth! ¡Tengo que largarme de aquí! ¡Frizz! ¡Tenemos que huir!

Vuelvo al castillo a por ti. Estás en peligro

Estoy en el patio trasero escondida. Por suerte tú sales al huerto a recoger fruta.

Te agarro del brazo y te llevo conmigo a los arbustos

- ¡No me mate por favor! ¡Mi carne es asquerosa!

- Shh, que soy yo, Susana

-¡Susana! ¿Donde te habías metido? El rey está como loco buscándote

- Tenemos que huir. El rey en realidad es...

Un ruido ensordecedor nos hace dar un respingo.

- Es el rey. Si te ve aquí, seguro que te mata.

- Debemos irnos Frizz. Este lugar no es seguro

- Pero no conocemos esto y nos moriríamos de hambre y sed

- Nos buscaremos la vida ¡Vámonos!

- A plena luz del día seremos un blanco fácil. Mejor nos marchamos esta noche

- ¿Esta noche? No puedo esperar tanto tiempo

- Yo lo dispondré todo. Nos vemos aquí cuando caiga la noche.

Sales corriendo en dirección al ruido

[Patio trasero del castillo por la noche]

Es noche cerrada y aún no has aparecido. Estoy empezando a preocuparme

- ¡No por favor! ¡Déjenme salir!

¡Es tu voz! Corro hacia el interior del castillo con cuidado de no ser vista.

- ¡Socorro!

Sigo el sonido de tu voz por todo el castillo. Los sonidos me llevan a un torreón

- ¡No me hagan daño! ¡Se lo suplico!

Subo corriendo las estrechas escaleras

-¡Ayuda!

Llego al final y abro la única puerta que hay con cuidado

- ¡Soltadme!

- (en un susurro) ¡Te encontré!

Las cuerdas te amoratan el cuello, las muñecas y los pies

Salen dos guardias y me escondo tras la puerta

Entro

- ¡Susana!

- Shh, no grites que no sé cuanto tardarán en volver

Te libero de tus ataduras. Sorprendentemente no me cuesta ningún trabajo.

- Vamos, el rey ha enloquecido. Hay que salir de aquí YA

Salimos corriendo y bajamos el torreón. Todo despejado.