Muchas veces las historias, ya sea a través de libros o películas, nos han planteado si lo que concebimos como realidad es realmente un sueño y viceversa. Yo afirmo que la realidad no existe tal y como nosotros creemos que es, sino que tomando el ca...
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- (Mientras observo el laberinto y hablando más para mis adentros que en voz alta): Lo he conseguido... no puedo creerlo
Sonrío ante la idea de haber ganado el juego.
Sin embargo, ¿por qué me siento así?
- Debo darte mi enhorabuena. Sabía que lo conseguirías
- Si. Yo también lo sabía. Ha sido pan comido
- Pues no ha dado esa impresión en ningún momento
- Dejemos de pelear. Ahora que vamos a dejar de vernos, creo que deberíamos terminar con buen pie
- ¿Quien te ha dicho semejante majadería?
- ¿Que he dicho? Lo decía por ser cortés pero si prefieres que terminemos a la greña por mí perfecto
- Me refiero a dejar de vernos
Creo que este hombre tiene lagunas mentales
- Dijimos que si ganaba el juego volvería a mi casa
- Yo nunca dije eso
¡¿Qué?!
- Dije que si ganabas volverías a tu insulsa vida de ser humano mediocre
- Eres un tramposo. ¡Y un embustero!
Con un gesto de la mano hace aparecer el reloj. Habían pasado dos minutos de la hora acordada
- Tú si que eres una tramposa. Pretendes que todo vuelva a la normalidad cuando el reloj pasa dos minutos de lo acordado
- ¡Eso lo has manipulado tú! Además llevamos un rato hablando
- Tómalo como quieras
Empieza a irse en dirección al laberinto
- ¡¿Y donde vas ahora?!
- Voy a revisar los destrozos que has causado en mi Laberinto. Con lo torpe que eres seguro que me llevará mucho tiempo arreglar todo otra vez.
- No eres capaz de mantener ninguna conversación. Cuando no quieres enfrentar un problema cambias el rumbo de la conversación y punto. Pero las cosas no funcionan así. Tu y yo hicimos un trato. Ni tus trampas ni tus tonterías van a cambiar eso. De modo que enfréntate por una vez en tu vida y llévame a casa.
Que dramático me ha quedado el discurso. Me ha salido de dentro. Creo que me he pasado, pero ya era hora de que alguien le dijera las cosas a la cara.
-¡¿Todavía sigues con esa idea en la cabeza?! Eres más ilusa de lo que creía
- ¿Y eso por qué?
- ¿Todavía no te has dado cuenta de que todo esto lo he hecho por ti?
Con los brazos en jarras comienza a rodearme. Está visiblemente molesto.
- ¿Por mí?
- Te he dado lo que querías. He cumplido tus deseos: Aventura, emociones ¡¿Qué más quieres?! Dime UNA sola persona en el mundo ese en el qué tu vives que te haya hecho sentir así. Que haya cumplido tus deseos y te haya hecho sentir importante
- ¡Cállate! ¡Tú no sabes nada de mi!
-¡¿Y quién lo sabe?! Se perfectamente que he dado en el clavo porque de lo contrario no estarías hecha una furia. Sabes que tengo razón.
Mis ojos están inundados de lágrimas de pena y frustración. Lo odio. No es justo que me hable así... Aunque tenga razón...
- (Volviéndole el rostro) No sabes nada sobre mí...
- Creo que más de lo que te imaginas. Si hubiera pensado por un segundo que no eras digna de mi Laberinto, nunca hubiera ido a buscarte
- ¿De verdad? ¿De verdad yo...?
- Mira, si quieres volver a tu antigua vida, yo te envío de regreso. Pero te advierto que luego no habrá vuelta atrás, no volveré a buscarte. Siempre has sido una sonrisa de lágrimas en un mundo que no te merece. Mientras los demás te usan, tú te dedicas a dejarte utilizar desaprovechando tus cualidades en pos del beneficio de unos desgraciados que merecen vivir en el Pantano del Hedor Eterno. Mientras tu sueñas, te enamoras, te emocionas y empatizas, el resto te cree un monstruo sin escrúpulos incapaz de buscar un beso a la luz de la luna, o de disfrutar con cada fibra de tu ser aquello en lo que crees. Sólo porque no estás dentro de lo que ellos consideran "sociedad". Eso no es vida. Eso es una ilusión.
No puedo dejar de llorar. Lo odio y a la vez...
- ¿Nunca te has planteado si lo que consideras como realidad no es más que una ilusión? ¿Si la verdadera realidad era aquella a la que acudías en tu rincón favorito o en tu cuarto cada vez que me invocabas y querías convertirte en Sarah? ¿y nunca te has planteado si tú estás en lo cierto y los demás están equivocados?
- Eso no es lógico
- ¿Y quién decide lo que es lógico?
Se gira y comienza a marcharse
-(Enjugándome las lágrimas) ¡Espera!
Se gira. Su mirada no muestra compasión, comprensión, empatía ni nada parecido.
- Yo... querría quedarme
- ¿De modo que no tienes tanta prisa por volver?
- Quiero probar algo. Quiero ver si me echan de menos
- ¿Quienes?
- Mi familia, mis parientes, los que dicen ser mis amigos... hasta el perro
- ¿Te importa la opinión de ese saco de pulgas asqueroso?
- Es el saco de pulgas más bonito del mundo y lo quiero con locura. Y el a mí
- Mira, ahí coincidimos en algo. Esa bola de pelo parece sentir apego hacia ti.
- Unos días
- Un año
-¿Un año? Eso es demasiado tiempo
- Yo pongo las reglas
- ¡¿Por qué?!
- Porque soy el rey, este es MI Laberinto, MI submundo, tu me has pedido quedarte y, por lo tanto YO pongo las reglas
- ¡Eso no es justo! ¡No quiero destrozar así a mi familia!
Se acerca a mí amenazante. Se pone justo enfrente. Nuestras caras están peligrosamente cerca. Su mirada es amenazante y autoritaria.
- Ahora que vas a permanecer aquí voy a encargarme personalmente de que reconsideres tu idea de la justicia. Estoy harto de esas acusaciones sin fundamento. Y por lo de tu familia... Tendrías que haberlo pensado antes
- Pero...
Me interrumpe
- Ya no hay vuelta atrás
-Espera...
No me da tiempo a replicar. Saca una esfera de cristal, me agarra fuerte y la tira hacia arriba, cayendo sobre nosotros.
