¿Y si todo fuera un sueño?

¿Cómo me has llamado?

 " - Mira, Susana, todo lo que he dicho ahí dentro es cierto. Tú y yo vamos a contraer matrimonio y por lo tanto TÚ serás mi reina"

Estoy petrificada.

No puedo creer lo que me está pasando.

Él continúa hablando y acercándose como si hubiese dicho una obviedad

- Así que no hay que retractarse de nada. Es hora de que todo el mundo sepa que tú y yo...

Lo interrumpo

- ¡¿Pero tú estás loco?! ¡¿Te das cuenta de la sarta de tonterías que estás diciendo?!

Se pone justo delante de mí.

- Loco es el que dice locuras. No es mi caso

- ¡Pero! ¡Esto es increíble! ¡No me puede estar pasando! No... no puedo creerlo...

Empiezo a dudar si sus momentos de amabilidad no son brotes psicóticos fracasados.

Se cruza de brazos. Está enojándose

- ¿Creer qué? ¿Qué demonios hay que creer? Dentro de un mes nos casaremos y reinaremos juntos ¿qué problema hay?

- ¡Cómo puedes tener tanto morro! ¡¿A qué viene esto de "casarse?! Es que no sé, no lo entiendo... ¿Y cuando pensabas decírmelo? Ya que te importa un carajo mi opinión ¡al menos podrías habérmelo dicho sin que tuviera que enfadarme con una señorona desgraciada!

- Ambos congeniamos. Estamos bien. Tú sabes demasiado sobre mí y yo sé mucho sobre ti. De todos modos no podía dejarte marchar por todo lo que viste el otro día. Necesitaba una esposa y tú no tienes pareja

Madre mía. Lo Mato. Encima se indigna. ¡INCREÍBLE!

-¡¿Y qué te hace pensar que quiero cambiar mi estado civil?! ¡Estoy muy bien así! ¡Mejor sola que mal acompañada! Y esto ¿es una venganza por que entré en ese maldito baile macabro tuyo? Te pedí perdón, y si no quieres que los demás vean lo que haces, cierra la puerta.

- Estoy empezando a hartarme de que te subleves cada vez que las cosas no salen como tú quieres.

Le doy la espalda. No puedo mirarle a la cara

- ¡Si en el fondo me deseas!

Le cruzo la cara. No lo ha visto venir.

Sus ojos echan fuego.

Pero no voy a amedrentarme.

- ¡Cómo puedes ser tan hiriente! ¡Cómo puedes jugar de ese modo con los sentimientos de los demás!

Ya no estoy enfadada. Solo dolida.

- Te arrepentirás de lo que acabas de hacer

- ¡¿Qué pasa?! ¡¿Me vas a pegar?! ¡Es lo que te falta para ser el machista más machista de todo los mundos! ¡De los dos!

- Nunca te pondría la mano encima

- Nunca te lo permitiría

- (en tono despectivo) Eres increíble. ¿Te das cuenta de lo que estás diciendo? ¡Te estoy ofreciendo todo, Susana! ¡Muchas querrían estar en tu lugar!

Odio que diga mi nombre. LO ODIO

- Pues ofréceselo a ellas. Seguro que ninguna te rechazará. Y te querrá como tú crees merecerte.

Me coge de los brazos. Esboza una sonrisa burlona, pero peligrosa.

- Pero yo sólo te quiero a ti