El Rey, ha muerto

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[Despacho de Jareth]

Entro abriendo la puerta con un gran estruendi llevada por los demonios.

- ¡JARETH!

Me abro paso entre los goblins y me arrodillo junto a él.

-¡APARTAOS!

Palmeo su cara en busca de que reaccione.

- Vamos, vamos

Hablo más para mi, que para el impaciemnte y desesperado grupo.

- Despierta

Palmeo palmeo

- Vamos, no me hagas esto.

Acerco mi oreja a su corazón y posteriormente trato de reanimarlo sin éxito.

Beso sus labios antes de rodear su cabeza con mis brazos y estrecharlo con desesperación.

Siento una furia tan potente y desgarradora en mi interior, que soy incapaz de soltar una lágrima.

Hablan a mi espalda.

- Majestad... El Rey ha muerto

La mirada que lanzo es tan peligrosa y asesina, que la dueña de la voz no puede por menos, que echarse atrás.

Nunca había visto a la Señora Druid tan asustada y obediente.

Un impaciente goblin se aventura a hablar.

- ¿Debemos trasladarlo a algún sitio, Majestad?

Me pongo en pie tratando de mostrar entereza y liderazgo.

- Llevadlo a mis aposentos.

Los habitantes de la sala rompen en cuchicheos.

La Señora Druid, totalemnte convencidas de que se me ha ido definitivamente la cabeza, me habla con voz más autoritaria y condescendiente.

- Mi Reina, su Alteza ha muerto. No podemos llevarlo a vuestras dependencias. Hay que celebrar un funeral.

¿Aquí también se celebran funerales? Quien lo diría.

- Como que "No podemos". En este Castillo y en todo el Submundo, ahora mismo YO soy la mayor autoridad que hay, y ni usted, ni ningún goblin van a decirme como he de gobernar mi reino. ¡¿Queda claro?!

La Señora Druid no puede por menos, que agachar la cabeza y asentir.

- Ahora que ya no hay ninguna duda, cogereis a mi esposo y lo llevareis a mis aposentos. Una vez allí, no quiero que le toquéis, ni habléis, ni siquiera que os acerqueis, ¿queda claro?

Todos asienten temerosos ante palabras tan contundentes.

Entre diez o doce goblins levantan al monarca como si del objeto más preciado se tratase y se marchan.

La Señora Druid se va con ellos, pero llamo sua tención antes de que salga de la sala.

- Señora Druid

-¿Si?

- Quiero que te asegures de que NADIE, salvo yo entre a los apoasentos ni se acerque al Rey.

- Si, mi señora.

- Y otra cosa antes de irte: localiza a Frizz y dale recado para que venga cuanto antes. Es una urgencia.

- Como desee, su Aletza.

- De acuerdo, puedes marcharte.

[Aposentos de la Reina]

Los goblins han tendido a Jareth en mi cama y he ordenado que se marchen.

No estoy acostumbrada a ser líder, pero tratándose de proteger a mis seres queridos, no me faltan autoridad y dotes de mando.

¿Y si todo fuera un sueño?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora