Capítulo 9: Oye gigantóna, te sugiero que te alejes de mi amorcito.

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Asta: ¿Quién demonios eres? - Gritó molesto por el ataque.

?????: ..... - El sujeto encapuchado y con una peculiar máscara sólo se limitó a mirar a Asta.

Sally: Amorcito, cuidado. Por su postura veo que es bueno asesinando con velocidad, sin duda es un Assassin - Dijo mientras lo veía.

Asta: ¿Un Assassin? - Pregunto con duda.

Sally: Si, según se por los libros son mercenarios que hacen trabajos ya sea de asesinato o terrorismo. La verdad pensé que no eran reales en este país, pero su descripción encaja perfecto - Dijo mientras se acomodaba los lentes.

Asta: Ya veo entonces voy a...
- No alcanzó a terminar de hablar, pues recibió un corte de aquel Assassin.

Sally: ¡¡¿¿Amorcitooooooo??!! - Gritó al ver aquel ataque.

Asta: ¡¡¡Ahhhhhhh!!! - Fue todo lo que se alcanzó a escuchar.

El impacto fue de lleno así que logró lastimar a Asta en el abdomen.

Sally: ¿¿¡¡Amocito!!??...
¡¡Tu!! Maldito, me las pagarás - Gritó con furia para después intentar clavar un bisturí en el sujeto.

El Assassin al darse cuenta de ello lo esquivo con facilidad.
Por lo cual soltó una pequeña risa de burla.

Sally: ¿En verdad pensaste que diría eso idiota? - Dijo con una sonrisa desquiciada mientras que salía su gigante Salamandra pegajosa.

La Salamandra lo sujeto con su sustancias pegajosas y por más que lo intentaba aquel Assassin no podía liberarse. Por su parte Sally aprovechó el momento e injecto en un brazo de su enemigo lo que parecía una sustancia de dudosa procedencia.

Con ira por lo sucedido hizo que sus cuchillas brillaban con magia y empezó a cortar a aquel ser de glucosa.

Sally: No mi Salamandra - Gruño al verlo caer.

El Assassin furioso por el ataque de Sally, corrió a toda velocidad con sus cuchillas dispuesto a despedazar.

Sólo se escuchó el choque de aquellos metales, metales que impactaron contra las espadas de Asta, quien ya se encontraba en condiciones de pelear.

Asta: Sally, disculpa que haya tardado tanto en recuperarme. Pero te agradezco por entretenerlo lo suficiente - Dijo con algo de molestia en su voz.

Sally: Cuando quieras amorcito, pero déjeme decirte que lo tenía todo bajo control. En el momento que se acercará lo suficiente a mi, pues le tenía una sorpresa. Pero eso ya no importa, si tu estas bien claro - Habló con una sonrisa.

Asta: Si, no te preocupes. Pero olvidando eso... ¡¡Tu grandísimo idiota!! ¿Listo para que te haga picadillo? Bueno, listo o no. A ya voy...
- Gritó para después arremeter contra el.

El pelicenizo lanzó varias estocadas, las cuales aquel sujeto hiba bloqueando y/o evitando. Era una lucha por ver quien restia mas, si Asta con sus estocadas o el Assassin con con su contraataque. Pero para mala suerte de aquel, Asta era expertos en no rendirse y cada instante se volvía más rápido que lento.
La desigualdad se empezaba a notar, pues bien quisas Asta no será el amo del asesinato veloz y preciso, pero cuando se trataba de no rendirse y romper sus límites no había nadie como el.

Parecía que la batalla había durado horas, pero en realidad no habían pasado más de 10 minutos de que empezaron.
El Assassin comenzaba a ralentizarse y cansarse, mientras que Asta todo lo contrario. Parecía que irradiaba más y más energía.

Asta: ¡No me rendire! ¡¡No me rendire!! ¡¡¡No me rendire!!! - Gritó con todas sus fuerzas y lanzó un potente tajo.

Un tajo tan potente y veloz que no le dio tiempo de reaccionar a su oponente, el cual recibió el corte en si abdomen.

Un idiota muy encantador. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora