Un idiota muy encantador.

Capítulo 41: ¿Estás seguro de esto Asta?, El día llegó.

Base de los Toros negros...

Ya es de día por la mañana y nos encontramos en la base de los Toros negros donde Asta y compañía se preparan para ir al lugar de la reunión. Y si, el día de ir a conocer a aquel hombre había llegado. Aunque tampoco es como que estuvieran emocionados por ir, pero de no ir el hombre sería un dolor de cabeza.

Habitación de las chicas...

Noelle: Bueno, creo que está ropa estará más que bien. - Decía mientras se veía al espejo y se probaba un conjunto de ropa.

Mimosa: Te queda hermoso primita, espero que el mío se vea tan bien como el tuyo. - Decía mientras se mira junto a Noelle en el espejo.

Noelle: ¿Por qué la duda? Sabes que cualquier cosa va bien contigo. - Le dijo con un tono cotez.

Mimosa: ¡Gracias primita! ¡Te quiero mucho! - Decía mientras la abrazaba.

Noelle: Ya empezaste de empalagosa... Pues... Yo también te quiero. - Dijo un tanto sonrojo y con un tono bajo.

Mimosa: ¡Ay gracias! Abrázame también. - Dijo con alegría en su voz mientras intentaba abrazarla más.

Noelle: No quiero, Mimosa me estás lastimando. - Se quejo con molestia.

Mimosa: Pero... - No terminó de hablar.

Letoile: Si que se llevan muy bien. - Dijo mientras desviaba la vista.

Noelle/Mimosa: ¡¿Qué quieres decir con eso?! - Dijeron al mismo tiempo sonrojadas.

Letoile: Nada, sólo una broma tonta. Lo siento. - Dijo mientras se acomodaba sus lentes.

Mimosa: Dejando eso de lado, veo que el vestido que te dejé en la habitación donde te quedaste te quedó muy bien. Me alegro mucho. - Dijo con una sonrisa.

Letoile: Gracias, pero aún no entiendo el porque necesitas que te acompañe. ¿Qué no basta con que tu prima y novio vayan contigo? - Preguntó tan extrañada como curiosa.

Mimosa: Porque eres mi amiga y necesito tu apoyo, no puedo hacerlo si no están a mi lado las personas más importantes para mí. - Dijo un tanto sonrojada y con una sonrisa.

Letoile: ¡Mimosa! Yo... Muchas gracias, también eres importante para mi querida amiga. - Le dijo igual de sonrojada que la chica.

Mimosa: ¡Letoile! Gracias amiga, te quiero mucho. - Dijo mientras la abrazaba fraternalmente.

Letoile: Yo, bueno. Yo también. ¿Pero estás segura qué no seré una molestia? Ya sabes, por ir sin invitación. - Preguntó apenada por la situación.

Mimosa: No te preocupes por eso Letoile, Noelle llevará a Nero. -

Letoile: ¡¿A quién?! - Preguntó extrañada.

Secre: A mí. - Decía mientras entraba a la habitación.

Noelle: Veo que te quedó el vestido, muy bien. - Dijo con calma mientras la veía.

Secre: Sí, lindo detalle el color. Siento que el negro me queda bien. - Dijo de manera seria mientras le regalaba una peque sonrisa.

Noelle: No hay de que, bueno sólo falta ver como se encuentra Asta. - Decía mientras recordaba lo sucedido el día anterior.

Mimosa: Es verdad, será mejor que vayamos a ver como va. - Sugirió al recordar lo mismo que su prima.

Noelle: Si, tienes razón. - Dijo apoyando la idea de su prima.

Así las cuatro chicas se dispusieron a ir a donde Asta, al caminar por el pasillo pasaron por el frente de algunas habitaciones de las compañeras de orden de Noelle y Secre. Pero una que sin duda les llamo la atención fue una que estaba con la puerta abierta. Se trataba de la habitación de Juliette, la rubia cabeza hueca de la orden. Al principio sólo la miraron de reojo y decidiron ignorarla, pero lo poco que vieron en esos segundos las desconcertó bastante. Se veía y oía muy feliz, pues se veía en un espejo y tarareaba una canción muy alegre. Cosa que hizo que Noelle regresara a la puerta de la chica, cosa que desconcertó más a las presentes.