Un idiota muy encantador.

Capítulo 44. Los celos de Yuno, no me los quitarás.

Anteriormente...

Asta/Noelle: ¡¡Realmente eres increíble Juliette!! - Dijeron mientras la miraban muy de cerca.

Juliette: ¡Gracias! supongo que también tengo mis momentos. - Dijo un poco nerviosa por la atención que recibía.

Mimosa: ¡Si! ¡Hasta parecías una princesa de verdad! - Dijo con estrellas en sus ojos.

Juliette: ¡Pero!... Yo soy una princesa de verdad... - Dijo un poco decaída.

Secre: Casi hasta respeto te tengo. - Dijo en tono de poca importancia.

Juliette: ¡¿Eh?! ¡¿Qué quieres decir con casi?! ¿Qué no me respetan ya?

Mei Long: La verdad si fuiste un poco imponente... Casi olvido lo tonta que eres... - Dijo mientras miraba hacía otro lado.

Juliette: ¡¿Tú también?! ¿Pero qué idea tienen de mí? - Preguntaba casi llorando.

Asta: Eso ya no importa, no libraste de esta situación así que te daré una recompensa. - Dijo mientras la abrazaba.

Juliette: ¡Hoy toca!... Perdón, me dejé llevar. - Dijo rascándose la nuca.

Asta: No te preocupes, si eso es lo que quieres hoy lo tendrás. - Dijo que le sonreía.

Secre: Éstos norteños... - Dijo con un ligero tono de burla.

Asta/Juliette: ¡¡porfavor ya olvida eso!! - Dijeron sonrojados por recordar el incómodo momento.

Noelle: Lo que me recuerda... - Dijo mientras tomaba a la Assassin del hombro.

Mei Long: ¡¿Eh?! ¡¿Qué?! - Dijo sorprendida.

Noelle: Tú por boca suelta recibirás tu castigo. - Dijo con voz tenebrosa.

Mei Long: Tengo miedo, tengo miedo. - Dijo con un mal presentimiento.

Asta: Pues volvamos a casa.

Ahora...

Era una tarde normal en la base de los toros negros, Asta y compañía ya habían regresado. Nadie se esperaba la sorpresiva visita de cierto chico pelinegro.

Yuno: Hola. - Dijo el pelinegro mientras golpeaba con fuerza las puertas de la base para ser escuchado.

Casi al instante las puertas se abrieron para mostrar a nadie más que Asta, quien al parecer estaba cerca de las puertas.

Asta: ¡¿Yuno?! ¿Qué te trae por aquí? ¡Ah!... Claro, la fiesta a nuestro honor es mañana. No te preocupes, ya estoy listo para ella. - Dijo de forma positiva mientras recordaba dicha fiesta.

Yuno: Es bueno saberlo, pero estoy aquí por otra razón. Una más personal. - Dijo con un tono un tanto más nervioso, sólo ligeramente nervioso.

El pelicenizo vió que su hermano no sanguíneo traía unas flores con el, además de un cesto de panes de todo tipo de sabores.
Aquello realmente sorprendió al chico, pues no era normal en Yuno el comportarse así.

Asta: Con que personal. ¿Eh? Escucha me siento halagado, pero sólo te veo como mi hermano. Lo lamento mucho. - Dijo con un tono burlesco, mientras fingía rechazarlo dolorosamente.

Yuno: Muy gracioso tarado, no soy regalos para ti. Son para... - Trató de continuar, pero no pudo pues se le hizo un nudo en la garganta el pensar en la chica. Mientras sus mejillas se formaba un sonrojó evidente.

Asta: Ya lo sé, sólo bromeo. ¿Vienes por Charmy verdad? - Le Preguntó más como un he hecho que como pregunta, mientras le daba pequeños codazos de forma pícara.