My Dulce Maldad.

capitulo: 5.

Entrecierro los ojos al sentir los rayos del sol. No pude evitar respirar profundo la increíble Brisa de la dulce mañana y tomar una pequeña flor del hermoso jardín para ponerla en mis cabellos.

Todo parecía perfecto. El ambiente estaba fenomenal; el cielo azul, hermoso como siempre!. los niños jugaban de un lado a otro mientras las aves volaban pronunciando sus cantos. Pero todo lo perfecto en este mundo, aunque no lo quiera, tiene su imperfección:

No podía evitar dejar desapercibido dos autos negros que se encontraban parqueados justo debajo de un inmenso arbol mientras unos de sus conductores bajaba el vidrio negro poco a poco mirando hacia mi dirección. Mi corazón acelero rápidamente, juro reconocer aquel rostro dentro de ese auto!.

No lo podía creer!. El segundo auto bajó sólo unos cuantos centímetros sus vidrios para sacar muy despacio un arma mientras apuntaba hacia mi dirección.

Mi corazón parecía querer hablar, podía sentir como quería salir de mi pecho. Los nervios hicieron que mis piernas comenzarán a temblar mientras mis manos poco a poco hacían lo mismo. Mi cuerpo se neutralizo, no quería responder a las órdenes que le mandaba mi cerebro, por ende no podía mover ni un músculo por causa de los nervios.

El arma negra apuntaba directo a mi cabeza haciendo que con tan solo verla, mi respiración disminuyera.

Mis musculos poco a poco comenzaban a moverse permitiendome tomar el control de mi cuerpo nuevamente.

Sin esperar tan solo un segundo, rápidamente entré a mi auto el cual se encontraba a sólo unos cuantos pasos al lado de mi, he inmediatamente bajé todo mi cuerpo hacia el suelo del auto esperando que el sonido del disparo se escuchara, pero en ves de eso, sólo escuchaba las risas de los niños.

Mis manos temblaban y el sonido de mi corazón era el único que se escuchaba en aquel espacio donde estaba. Despacio me asomé por la ventanilla de mi auto para mirar nuevamente hacia el lugar donde se encontraban los autos negros, pero ya no estaban ahí.

Abrí mi boca para tomar grandes bocanadas de aire ya que sentía que me faltaba aire tan solo respirando por mis fosas nasales.

Me aferré al guía con los brazos mientras ponía mi cabeza en el y cerraba los ojos, sólo para calmarme.

No podía entender lo que estaba pasando, juraría que Rick estaba en el primer auto!. Pero por qué?, Por qué querría matarme?. Acaso porque no logro su objetivo aquella noche?.

--Evelin?.

La voz que escuché y los pequeños golpecitos que se escuchaban en la ventanilla de mi auto hicieron que me asustara y gritara fuertemente haciendo que Dilan tapara sus oidos.

--pero que?.... Que te pasa Evelin?, Acaso te has vuelto loca?.

Mis manos automáticamente se dirigieron hacia mi pecho por la impotencia de que respirar fuera muy difícil.

--Se que eres cobarde hermanita, pero no sabía hasta que punto. Enserio esta cara hermosa te asusta?.

Señaló su rostro con ambas manos mientras sonreía.

--A..a.. acaso no viste eso Dilan?.

Dije entre estragos.

--ver que?, Evelin!.

No le había contado nada de lo que pasó aquella noche con Rick y ahora el tiempo me estaba pasando cuenta. No soy de las personas que cuenta sus problemas a nadie, nunca me ha gustado esa forma. Pero, creo que la situación me está pidiendo contar mi pequeño secreto, esto no es algo que amerita silencio!.

Por unos instantes mi mirada se dirige hacia el lugar del acto y luego, a los ojos azules de Dilan.

--Evelin!, que te pasa?.

Sus palabras hicieron énfasis al volver a preguntar. Pero para nada quería que supiera como el estúpido de mi ex-novio quería disfrutar de placer forzado al violarme. Sólo de pensar que Dilan supiera de mi trágico encuentro con Rick, me daba total vergüenza.

--No pasa nada hermano!, sólo fue que me asuste, eso es todo!.

Una pequeña sonrisa forzada se formó en mis labios al decir tal engaño.