*varios meces después*
Todo se remonta en un pequeño espacio donde piensas que lo que tienes verdaderamente te pertenece, pero luego te das cuenta de que sólo es una ilusión de la vida, donde lo que creías tener nunca te perteneció.
Luego de lo que pasó aquella noche no volví hacer la misma, aquella chica donde todo lo que soñaba era un cuento de hadas, donde sólo se remontaba en tener el chico perfecto donde nos "casaríamos" y formaríamos una vida perfecta.
Que estúpida fui!. Nunca me detuve a pensar que el mundo en el que vivo o la vida que tengo no es perfecta, que el mundo y la vida misma está llena de secretos, secretos oscuros que duelen al saberlo.
Nunca pensé que Rick el chico que empezaba a querer era sólo un actor que se disfrazaba de chico bueno sólo para enamorar a todas las bobas que se cruzaban en su camino y lamentablemente, una de esas bobas era yo.
Apreté la sabana de mi cama en la que me encontraba con profunda rabia haciendo que mis palmas tomaran un color rojizo.
--Eres un estúpido Rick!.
Susurre mientras apretaba mis labios con profunda ira.
No puedo creer que ese estúpido sólo se enfocaba en mi cuerpo y no en mi personalidad y lo que verdaderamente soy.
Es verdad lo que dicen algunas: todos son iguales, unos perros disfrazados de hombres.
--Cariño?... El desayuno está listo, se te hará tarde para ir a la universidad.
La voz suave de mi madre tras la puerta destruyó la torre de pensamientos que se formulaban en mi mente.
--Solo cinco minutos, por favor!.
Formulé la respuesta mientras aún enojada me dejaba llevar por lo sucedido aquella noche.
--Esta bien, pero no tardes Evelin.
--Esta bien madre!!!. Ya no soy una niña de diez años, ya tengo veinte y se lo que tengo que hacer!!!.
Dije muy enojada por causa de los pensamientos.
Rápidamente cubrí mi boca con la palma de mi mano al darme cuenta como le había hablado.
No escuché ninguna palabra salir de su boca, sólo sentí sus pasos alejándose.
No es justo para nadie tratar a una persona indiferente sólo por algo que has vivido que pospuso tu mundo de colores por uno gris y sin vida, y menos para mi madre que es una de las razones por la cual sigo subsistiendo en esta vida y que a pesar de lo que pasa sigue apoyándome en todo.
Muchos dicen que soy la típica niñita de mami que sólo vive de su gran fortuna y que nunca ha pasado por situaciones duras, pero esos sólo son estúpidos que no viven sus vidas por vivir la de otra, para andar murmurando como paparazzi sólo para dar a conocer al mundo todo lo que hago.
Pero si sólo supieran que porque mi familia sea adinerada, también paso por situaciones incómodas.
Saco todos los pensamientos que se han incrustado en mi mente y paro mi tracero de la cama, de todos modos no sufriré internamente por un psicópata, estúpido como Rick.
Estiro mis músculos para que se relajen ya que tuve una noche espantosa mientras tomo una toalla y me dirijo hacia el baño de la habitación.
Dirijo mi mirada hacia el gran espejo de cristal y noto que las pupilas de mis ojos azules están hinchadas y mi pelo negro el cual es lacio esta desordenado y no cualquiera pensaría que es lacio.
Una pequeña sonrisa se descubre en mis labios al ver mi apariencia.
--no puedo creer que me haya descuidado tanto!.
Susurré mientras me acercaba al espejo para pasar suavemente uno de mis dedos bajo mi ojo derecho.
Nunca me he descuidado tanto con mi apariencia. Muchos dicen que soy muy vanidosa, pero si vanidad significa no querer estar como una callejera sin familia con mi apariencia sólo por querer estar linda, entonces si, soy vanidosa.
--Es hora de comenzar!.
Dije mientras daba un aplauso y me despegaba del espejo.
*Gracias por leer*.
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My Dulce Maldad.
De TodoTodo ya es diferente!. Desde aquel fatídico día ya no he sido la misma, la chica inocente que un día era se ha ahogado en un mar profundo quedando atrás y sacando mi nueva versión del mal. Buscando saciar mi sed con sangre estoy, dejando un único te...