My Dulce Maldad.

capítulo: 6.

--Respira Evelin, sólo respira!.

Susurré muy despacio, estaba frenética!,  Sólo de pensar en ese instante me llena de pesares. Mi corazón aún late inesperadamente rápido mientras recorro la carretera. Dilan después de todo, sólo confio en mis palabras y me dejó ir sin poner peros mientras el muy descarado entraba una chica muy sexi a la casa, esas fueron sus razones por la cual salió en ese momento.

Despojo mi mente por unos instantes y me dispongo a estacionar el auto, no me tomó más de diez minutos llegar al centro de estudio. para mi suerte, justo delante de mi estaba un estacionamiento vacío pero rápidamente fue tomado por otro auto el cual rozó levemente la parte delantera de mi auto dejando un rasguño en ambos automóviles.

--pero que hiciste!!!!.

Grita un obeso hombre que bajó del auto señalando el daño mientras toca su pelada cabeza.

<Genial, definitivamente hoy es mi día!>

Comenté dentro de mí, mientras respiraba profundo.

--Eres una estupida!!!.

Paso suavemente mi mano por mi rostro al escuchar sus palabras. no pude evitar sentir una gran ira, y veo como mi rostro enrrojese al mirarme en el pequeño espejo del auto.

--Eres estúpido o qué?, Acaso no viste que el culpable fue usted?.

Grité mientras bajaba del auto sólo para ver el insignificante daño que provocó, si sólo el pequeño tonto supiera que mi auto BMW vale diez veces más que su pequeño auto.

--Te voy arrancar los ojos pequeña zorra!!.

No podía creer lo que estaba apunto de hacer!.

Sus pasos rápidamente se dirigen hacia a mí mientras con todas sus fuerzas me agarra por el cuello deteniendo poco a poco mi respiración.

Sus manos me apretaban con furia mientras sus intensiones de matar se podían prolongar en sus ojos. Mis intentos de soltarme no sirvieron para nada, su fuerza era demasiada para mis frágiles manos.

El aire cada vez era menor y mis fuerzas poco a poco estaban desvaneciendo. Todo comenzaba a tornarse negro a mi alrededor mientras mis manos dejaban de hacer fuerza para defenderse.

--llegarás al cielo antes de poder cerrar los ojos pequeña zorra!.

Fueron sus últimas palabras antes de caer al suelo desplomado agarrando su mandíbula la cual le sangraba.

Tomé grandes bocanadas de aire mientras comenzaba a toser sin parar. todas mis fuerzas escaparon de mis piernas, lo único que pude hacer fue caer al suelo y poner las manos en el mientras desesperadamente tosía .

--Espero que te quedes en el suelo si te consideras afortunado, sino, sólo levántate que con gusto te partire tu estupida mandíbula nuevamente.

No pude evitar mirar hacia arriba, mirar aquél chico que le propinó tal golpe al estúpido que por poco me mata.

Muy despacio se acercó a él y con una increíble fuerza lo agarró por el cuello y lo levantó mientras lo miraba fijamente a los ojos.

--Sino quieres morir...

Dijo mientras se le acercaba al oído para susurrarle de una forma muy aterradora.

--Lo mejor será que te marches ahora mismo, porque estoy dispuesto a matar en este mismo momento!.

Terminó sus palabras mientras lo apretaba más fuerte por el cuello haciendo que el hombre jadeara.

En sus ojos podía reflejarse la angustia y el deseo de querer respirar naturalmente. Sus manos débilmente tocaban el rostro de aquel chico mientras comenzaba a jadear y una gran multitud de estudiantes miraban atónitos.

Sus ojos comenzaban a cerrarse, pero antes de que lo hicieran totalmente, lo soltó haciendo que cayera desplomado en el suelo mientras al soltarlo  desesperadamente respiraba. No tomó más de dos segundos para que corriera a su auto y se fuera.

--Estas bien?.

Se acercó a mi para suavemente pasar su mano por mi cuello notando el gran enrojecimiento que ahora tenía.

--Desgraciado!!.

Dijo casi en un susurro.

--Descuida, estarás bien!.

Dijo mientras suavemente tomaba mi barbilla para hacer que lo mirara a los ojos.

Mi corazón comenzó a latir inesperamente rápido ante la multitud que nos rodeaba. No pude reprimir los nervios, rápidamente me levanté mientras sin retrocesos me marchaba de aquel lugar.

--Por favor espera!!, espera sólo un momento!!.

Gritó con voz audible aquél chico que me salvó la vida siguiendo mis pasos, pero fue detenido por la gran cantidad de personas que no le permitía avanzar.