--Despacio sucy, podemos caer y hacernos algún daño.
Digo mientras bajamos las escaleras y esta me hace caso reduciendo la velocidad.
--De todos modos él no se irá, lo tendrás toda la noche, no?.
Una sonrisa se dibuja en mis labios al ver su reacción de chica enamorada. En otras ocasiones la había visto ilusionarse de otros chicos, pero esta ocasión es extrema. para ser así, el chico tiene que ser muy pero muy sexi, son las clase de chicos que le gustan a ella.
Llegamos a la sala de estar rápidamente gracias a sucy, pero lo que no podía deducir era: si era una inmensa sala de estar o una inmensa discoteca.
Habían chicos y chicas por doquier, bailando, bebiendo y otras que otros hablando. Las luces de diferentes colores eran las que iluminaban el lugar ya que las bombillas estaban todas apagadas dandole la especialidad a la sala de discoteca. Una inmensa mesa estaba en una de las esquinas con diferentes manjares que hacían agua la boca a cualquiera y diferentes bebidas.
No puedo negar que es una de las mejores fiestas que sucy ha creado.
--Espera aquí Evelin!.
Apenas escuché la voz de sucy ya que el estruendoso sonido de la música me impedía escuchar bien. Sólo pude asentir con la cabeza.
Unos que otros chicos pasaban a invitarme a vailar mientras muchos de ellos me enamoraban, pero sólo los ignoraba.
Me repugna saber que todos los hombres son iguales. sólo buscan sexo y más nada, mientras que algunas de las mujeres se enamoran como tontas, como lo hice yo con el estúpido de Rick.
Para ser sincera, no busco nada que sea romanse, prefiero estar sola, así me amo!.
Suspiro un poco molesta al rechazar el último estúpido que quiso bailar conmigo a las malas.
Después de unos minutos, pude notar dos presencia de dos personas que creo conocer.
Al mirar detenidamente sus rostros, pude confirmar lo que pensaba.
Una sonrisa se dibuja en mis labios al recordar aquél momento el cual me ha alludando a reír. Recuerdo su tracero atorado en el inodoro, mientras que la otra tenía su rostro lleno de jabón líquido mientras gritaba.
Al fijarse en mi presencia, ambas miraron detenidamente hacia mi dirección mientras yo alzaba una ceja con mirada provocativa.
<No puedo creer que esas dos estén aquí. Creo que me alegrarán la noche como aquél día!.>
Sonrío al imaginar hacer nuevas maldades.
Puedo ser la más tranquila de todas pero, cuando me provocan, suelo ser la más mala de todas.
Sonrío maliciosamente al mirarlas.
Camino lentamente hacia ellas para divertirme un poco pero, antes de dar el tercer paso, unas manos me detienen.
--Evelin!.
Escucho mi nombre pronunciado por sucy mientras miro hacia atrás para verla.
--Quiero presentarte a Evans!!.
Juraría que mi corazón se detuvo por unos instantes al verlo. si me hubieran dicho que aquél chico era el tal (Evans) del cual mi amiga hablaba tanto, no hubiera bajado aunque sucy me rogara.
Las palabras no querían salir de mi boca al recordar ese momento.
Aquél chico salido de la nada para salvar mi vida, su preocupación aún sin conocerme al defenderme de aquel hombre que casi me mata, y lo que no olvido: sus pasos corriendo tras de mí para hablarme.
--Evelin?...
La voz de sucy me sacó de mis pensamientos haciendo que volviera a la realidad.
--Yo... Yo... Yo.
<Es él Evelin!!... El chico que salvó tu vida. Es momento de agradecer ya que fuiste cobarde en aquel momento que salíste huyendo.>
Grita mi subconsciente al instante.
Ahora comprendo a sucy por sus hemosiones. es un chico, no, es un ángel caído del cielo!!!.
Una media sonrisa se dibuja en sus labios al ver como quedaba como tonta al no decir una palabra, sonrísa que haría que cualquier chica se derritiera al sólo verla.
--Soy Evans, mucho gusto.
Dijo con una voz que no olvidaría jamás, mientras me extendía la mano.
No se como lo hice, pero rápidamente extendí la mía para estrecharla pero en vez de eso, la tomó suavemente mientras depositaba un beso en ella, lo cual provocó Miles de mariposas en mi estómago, mientras podía sentir una fuerte conección entre ambos.
*Muchas gracias por seguir leyendo*
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My Dulce Maldad.
Ngẫu nhiênTodo ya es diferente!. Desde aquel fatídico día ya no he sido la misma, la chica inocente que un día era se ha ahogado en un mar profundo quedando atrás y sacando mi nueva versión del mal. Buscando saciar mi sed con sangre estoy, dejando un único te...