My Dulce Maldad.

capítulo: 8.

7: 48 PM.

Los minutos pasan unos tras otros, se me hace tarde para llegar a la gran fiesta de mi amiga sucy, no quiero tardar más de lo normal, definitavamente ella es muy estricta con la puntualidad y creo que soy la invitada de ''honor''.

Invitada de honor?.

Viro los ojos ante tal pensamiento, no puedo creer que sucy se tome las cosas tan encerio.

No tardo en notar que mi teléfono comienza a vibrar.

<Mensaje de sucy>.

Tomo el teléfono y habro el mensaje.

<Hola amiga... Sólo faltan unos minutos para empezar, esto está que arde, todos los y las chicas de toda la universidad incluyendo amigos personales están aquí, creo que sólo faltas tú amiga. Y por si fuera poco, no creerás quien aceptó venir a mi fiesta!!!!...

Creo que su emoción podía hacer estallar el teléfono ante sus palabras.

<Nada más y nada menos que el chico más apuesto, Rico y exclusivamente, el más popular de la universidad: Evans!!!>

<No puedo creerlo!!!>

Terminó mostrando muchas cáritas de amor.

Una sonrisa se dibuja en mis labios, definitivamente, no se de quien me habla y tampoco me importa. Sucy no ha cambiado esa pequeña forma!.

Respiro suavemente y suelto el teléfono. Estoy totalmente lista y concluyo con perfume sobre mi cuello he inmediatamente me paralizo, me había olvidado de aquél enrojecimiento en él.

Sobre mi cuerpo tenía un hermoso vestido negro el cual llegaba un poco más arriba de mis rodillas y dejaba mis hombros al descubierto, algo que no me ayudaba si no quería mostrar la marca en mi cuello, y en mis pies unos exclusivos y lindos tacones. Mis cabellos estaban hermosos y lacios como siempre, los cuales los acomodé un poco para tapar el enrojecimiento en mi cuello, lo que funcionó muy bien.

Me miro por última vez en el espejo y salgo de la habitación.

Al bajar noto como Dilan y la chica están semidesnudos en el gran sofá, ella sobre sus piernas mientras lo besaba.

--O no!!... Estos dos al parecer no se cansan!.

Dije en un pequeño susurro al ver el acto mientras frotaba mi rostro con la mano. Pero Al parecer fui escuchada, ambos miraron hacia a mí deteniéndose, mientras la chica baja de las piernas de Dilan sorprendida.

No pude evitar sonrojarme ante sus miradas.

--Amm... Por favor, no se detengan!, sigan en lo suyo, nada ha pasado!.

Dije rompiendo el hielo mientras aceleraba mis pasos para salir de aquel ambiente.

--hay espacio para alguien más hermanita!.

--Eres un asqueroso Dilan!.

Digo mostrando una mirada de reprobación pero sólo le saca una gran sonrisa. Arqueo una ceja y sigo caminando.

Abro la puerta de la sala de estar para encontrarme frente a frente con unos ojos azules como el cielo.

Mamá?.

Digo en mi mente para luego mirar a Dilan y la chica semidesnudos en el sofá.

--Mamá!!!.

Digo fuertemente esperando que Dilan me escuche para que suba a la habitación y exactamente así fue, el chico miró exaltado hacia mi dirección para llevarse a la chica.

--A dónde se supone que vas? Evelin!.

Dijo mirándome de pies a cabeza para luego mirarme fijamente a los ojos esperando una respuesta.

Cruzo los dedos para que no viera el gran enrojecimiento en mi cuello.

Pero antes de poder decir una palabra, alzó mis cabellos para ver mi cuello.

Mis esperanzas cayeron al suelo ante su mirada.

--Me explicas esto Evelin?.

Se que si le explico toda la historia, ni por un momento me dejaría salir. es muy sobre protectora y se preocupa más de lo natural por Dilan y por mi desde aquél fatídico día que papá falleció gracias a una explosión mientras trabajaba en nuestra empresa familiar.

--No tengo tiempo para esto mamá, te explico al regresar, si?. Iré con sucy, me invitó a su fiesta.

Digo tratando de combencerla pero en vez de eso, cruza sus brazos y arquea una ceja.

--No saldrás de aquí hasta explicarme Evelin!!.

--Mamá!!... Acaso tengo que decirte nuevamente que no soy una pequeña niña la cual tienes que estar cuidando a cada momento!!!.

Grite sin poder darme cuenta.

Varios segundo después, no escuché ni una palabra más, sólo se abrió paso para cruzar y darme la espalda.

--Sólo comprende Evelin:

Se detuvo por un momento sin mirar atrás.

--Que lo hago porque, te quiero!.

Finalizó para seguir caminando.

--Mamá... Espera!.

Dije, pero no fue suficiente. ya había desaparecido de mi vista.