My Dulce Maldad.

Capitulo: # 21.

*Dilan*

Todos mis sentidos por un pequeño momento se apagaron. tengo que admitir que aquel hombre sabe golpear muy bien!.

Aprieto mis puños con todas mis fuerzas, no soporto la impotencia de no poder hacer nada para defenderme. Pero lamentablemente, no tengo la ventaja sobre todo esto!.

--Lamento todo lo que está pasando ahora pequeño Dilan!.

Escucho esa voz nuevamente tan peculiar. Su ironía se puede distinguir a simple vista en sus palabras.

--Levantenlo!!.

Escucho sus palabras dar una orden, he inmediatamente me levantan.

Veo por un momento todo borroso, mientras siento que la cabeza me da vueltas.

--Dame las gracias a mi Dilan por no dejar que Thomas te haga trisas!.

Sonríe con ironía mientras me deja ver su rostro.

Siento como pierdo toda la cordura al verlo, todo mi cuerpo se tensa al ver el rostro de Rick.

--ERES UN IMBÉCIL, ESTÚPIDO!!!.

Grité ante la impotencia de no poder hacer nada.

--Juro por mi vida que te mataré con mis propias manos!!.

--JAJAJAJA.

Sonríe a carcajadas al escucharme, lo que hace que mi furia sea aún mayor.

--Si que eres gracioso Dilan!.

acerca su rostro mucho más al mío y con una increíble fuerza y rapidez, me toma con sus manos por el cuello, haciendo que el aire se detenga, impidiéndome respirar.

--A ver Dilan, te lo voy a explicar una sola vez....

Hace énfasis en sus palabras.

--No tienes derecho para hablar en estos momentos, el único que lo puede hacer es la persona que tienes al frente ahora mismo!!...

--Quieres saber algo Dilan?.

Me mira sonriente mientras detiene por un momento sus palabras.

Me aprieta con más fuerza el cuello, mientras comienzo a jadear.

--Te has ganado un pequeño castigo por esto niñito!.

Sonríe para luego escupir mi rostro mientras suelta su agarre de mi cuello.

--Ya saben lo que tienen que hacer chicos!.

Lo escucho decir mientras comienzo a toser sin control.

Al terminar sus palabras, veo como dos hombres corpulentos se acercan a mi, mientras una sonrisa se dibuja en sus labios.

Uno de ellos sujeta mi cuello con su antebrazo, haciendo que el aire se detenga a mitad de mi garganta.

El segundo impacta fuertemente su puño en mi abdomen, haciéndome gemir de dolor.