My Dulce Maldad.

Capitulo #: 34

.Dilan.

-Que pasa conmigo.

Suspiré.

No sé cómo reaccionar a todo esto, el miedo recorre todo mi cuerpo, pero al mismo tiempo siento deseos de tener la cabeza de Rick entre mis manos.

He obtenido información valiosa de uno de sus secuaces, y no lo echaré a perder.

Ya he matado con mis propias manos a uno de estos idiotas, no me detendré por nada ni nadie que se meta en mi camino, juro que mataré a cualquiera que lo haga.

Apreté mis puños con fuerza mientras sostenía el cuello de aquél chico que rogaba por su vida, mientras que la herida que le hice en su pierna sangraba cada vez más.

–Solo te pido que no me mates, por favor!!.

Dijo con desesperación mientras lágrimas salían de sus ojos.

-Rápido, rápido.

Escuchaba las voces a lo lejos de los otros hombres que se acercaban.

Sabía que no tenía mucho tiempo antes que entraran y me hicieran pedazos.

De todos modos no tenía posiblidad. Yo soy solo uno, no tengo idea de cuántos hombres serían para enfrentarme a ellos, mientras ahora solo tengo mis puños y ellos tienen armas.

-Sería una batalla perdida

Susurré.

Me levanté rápidamente, soltando el cuello del chico haciendo que al instante comenzara a inalar el aire por su boca, tanto que solo podía observar como jadeaba como si fuera un pez fuera del agua.

Observé por todos lados buscando una salida.

La pequeña habitación era oscura no se podía ver claramente.

–Rayos!!!.

Grité desesperado.

Me sentía como una rata atrapada, siendo acorralada por un enorme gato que busca comerla.

-RÁPIDO, RÁPIDO!.

Escuchaba las voces nuevamente de varios hombres pero está vez más cerca apunto de entrar dónde estaba.

–Estas atrapado maldito!.

Dijo con voz irónica el chico tirado en el suelo mientras sonreía, pero al mismo tiempo tapando su herida.

-Esto no me sorprende.

Susurré al ver su estado y como aún tenía las agallas de decirme esas palabras.

–Creíste que te saldrías con la tuya?.

Lo miré mientras podía escuchar como corrían los demás hacia nosotros.

-No puede ser.

Susurré inquieto, sin saber que hacer.