My Dulce Maldad.

capítulo #: 20.

*.Dilan.*

--DESPIERTA ESTÚPIDO!!!.

Escucho a alguien gritarme, pero no sé quién es.

Me duele mucho la cabeza, siento como si todo el peso de un carro estubiera sobre ella aplastándola, mientras permanezco con los ojos cerrados.

una intensa luz hace contacto con mis ojos provocando que los fuera abriendo muy lentamente. pero era estúpido intentar hacerlo, es demasiada intensa para poder abrirlos.

--HE DICHO QUE DESPIERTES!!.

Escucho la voz nuevamente, pero está vez golpean mi rostro provocando un impacto tan fuerte que hace que todo mi cuerpo caiga al suelo.

Es cuando me doy cuenta que no estoy tan libre como pensaba. Estaba atado a una silla metálica, con cadenas sujetando ambas muñecas por detrás de mi espalda, provocando que fuera imposible no impactar directamente con el suelo y protegerme.

Me doy cuenta que no tengo la misma ropa que antes tenía, me han puesto una especie de abriago cubriendo mi cabeza. No sé cuál ha sido la razón de esto!.

Escucho risas mientras permanezco estático sin poder hacer nada. es cuándo me doy cuenta que mis pies también están atados.

--levantalo!!.

Escucho la voz ronca de uno de los hombres dar una orden.

Es cuándo siento que me levantan bruscamente volviendo a ponerme en la posición que antes estaba.

Todo me da vueltas. no puedo definir muy bien el rostro de aquel hombre que ahora está justo al frente de mí, y la luz que ciega mis ojos, juega también en mi contra.

--La pasaremos muy bien contigo niñito!!.

Su voz suena como si todo fuera un pequeño juego, una rutina la cuál cumple a diario.

--Quieres refrescarte?..

Dijo mientras sonríe.

Sin esperar un solo minuto derramó una cubeta llena de agua helada sobre mí, la cuál provoca que todo mi cuerpo reaccionara negativamente ante su toque.

Tomo grandes bocanadas de aire intentado no quedarme sin el, mientras derramaban una y otra vez el contenido sobre mí.

--Ya déjalo Thomas, o no tendremos mucho que disfrutar mas tarde si sigues golpeándolo así.

Esa voz!.... juro reconocerla!.

Al escucharlo Thomas deja de vertir el contenido de agua sobre mi.

Respiro profundamente y trato de calmarme. he tragado mucha agua, lo cual hace que no toser sea imposible.

Por un momento fijo mi mirada al rededor de dónde estoy, al igual que me doy cuenta que estoy sangrando. las gotas de mi sangre bajan desde mi rostro hasta mi pecho.

Estoy en una especie de habitación, no es tan grande pero tampoco tan pequeña, lo suficiente para hacer lo que se desea. Las paredes son viejas un poco curtidas por el gran contenido de polvo que se acumula en ellas. Una especie de camilla con cadenas metálicas supuestas para sostener todo lo que se propongan a sujetar, se encuentra a unos pocos metros de mi, la cuál está manchada por alguna especie de sangre.

--Que está!!!

Digo en voz baja sorprendido.

--Tienes suerte de que no te mate aquí mismo.

Dijo Thomas en forma de susurro a mis oídos, mientras se alejaba.

--Se supone que debo asustarme?.

Dije amenazante, sin ninguna clase de miedo. Ya estoy cansado de lo que está pasando, no entiendo el porqué de nosotros. por qué nos hacen esto y sin ninguna clase de explicación?.

Sus pasos se detienen al escucharme mientras sonríe. al mismo tiempo devuelve sus pasos hacia a mí.

--Veo que eres valiente chico!.

Dijo mientras se bajaba algunos centímetros para poder estar a mi altura.

Ya podía distinguir las cosas con mejor claridad, algo que me alegraba el momento.

Su rostro era grueso, duro de intimidar, mientras que uno de sus ojos es de color marrón y el otro estaba totalmente blanco con una pequeña cicatriz en él.

--Me agradas chiquillo!!.

Su rostro estaba tan pegado al mío que pude sentir perfectamente su espantoso olor que provenía de su asquerosa boca.

Una pequeña reacción de asco se hizo notar en mi rostro lo cual hace que él levante una ceja.

--Si eres lo suficientemente amable, no me hables tan cerca de mis fosas nasales porque tu aliento me repugna!.

Hubo un pequeño silencio en la habitación al escuchar lo que dije.

Una pequeña sonrisa se formó en su rostro para luego erguirse completamente.

--Aún me sigues agradando niño!!...

Se ríe por un momento para luego mirarme como si yo fuera un reto para él.

--Pero no lo suficiente!.

Termina por completo sus palabras para luego de la nada impactar su gran puño contra mi rostro, haciéndome caer nuevamente hacia el suelo para finalmente marcharse.

--Es todo tuyo!.

Lo escuché decir a otra persona.

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*Una vez más... Muchas gracias por leer:**

.*My dulce maldad*.

Espero que sea de su agrado!.