2010년 5월 5일Volvía a entrar al lugar que más odiaba aquel lunes, después de pasar todo el domingo encerrada en cuatro paredes, estudiando y durmiendo. De nuevo esa rutina de la que tanto me quejaba pero de la que no podía escapar.
Se notaba que la época de exámenes se acercaba ya que los alumnos provenían de la biblioteca, o ibas oyendo conversaciones entre ellos sobre lo mal que se le daban alguna de las asignaturas o lo poco preparados que llevaban los exámenes.
Todos mis pensamientos sobre las pruebas que haría en la próxima semana fueron interrumpidos por una voz dulce que había echado de menos.
— ¡Song HyeRi! — dijo alargando las vocales de mi nombre, como ya era usual en ella.
— Hola — sonreí a EunJi — y hola — miré a su acompañante, JiHyun, cómo no.
— ¿Estuvisteis juntos el sábado? ¿Quedasteis? — me dijo haciendo un puchero, como si la hubiese ofendido.
— Quedamos para ver un maldito partido de baloncesto en otro instituto, HyeJin y JiMin jugaban — le expliqué — ¿tú crees que quería ir? — resoplé.
— ¡Podríais haberme invitado a ir! — sonó con un tono triste, pero completamente fingido.
— ¿Y que también te quedases mirando a los chicos que vinieron a saludar todo el partido? — JiHyun fingió una risa — no, gracias.
— Oye, Park JiHyun — soné seria — ¿de qué chicos hablas ahora? — sabía a quienes se refería, o más concretamente a quién, pero tenía una razón para haber estado mirándole, y es que le conocía. O bueno, no. Y era por eso por lo que le miraba.
— Así que Song HyeRi fijándose en unos supuestos chicos, ¿estás seguro JiHyunnie? — dijo burlándose EunJi
— Es... extrañamente, cierto — intentó justificarse antes de que entrásemos a nuestra clase y tuviésemos que sentarnos ya que la clase empezaba en breve.
❀
──────────Recogía mis bolígrafos pensando que por fin era lunes y al menos podría volver a Yeouido, no por aquel chico que me llamaba la atención, no, no. Iba a tener que ir porque tenía que estudiar bastante y aunque fuese un parque era, a la vez, cómodo para estudiar. Al menos para mí.
Recordándome al viernes, caminaba sola hacia casa porque la gente que conocía estaba ocupada, aunque fuese lunes, la gente tenía cosas que hacer, y yo iba a un parque de cerezos siempre, como rutina.
Después de tener que explicarle a mi madre que tenía que estudiar y que en aquel sitio era donde mejor me concentraba, salí libre de la casa en la que había pasado la mayoría del tiempo los ultimos dos días. Cargaba con mi mochila llena de libros, los que pretendía estudiar esta tarde, acercándome a la parada de autobús para llegar a mi sitio favorito de Seúl por lejos que estuviese. Y es que era de esas personas que disfrutaba de paseos en autobús con poca gente, de leer bajo un cerezo, de una buena taza de café, de escuchar mi canción favorita.
Así que sabía que iba a visitar más a menudo el parque ahora que tenía que estudiar, aunque pensase que estaría yo sola. Yo también lo pensé, en principio, siempre estaba sola cada vez que visitaba Yeouido, pero no sabía que serían las últimas veces que estaría sola por allí,
— Chica cerezos — dijo a modo de saludo una voz grave, desconcentrándome por completo y llegando a sobre saltarme.
Elevé mi mirada y para ese entonces ya se había sentado a mi lado, y mis nervios volvían a estar a flor de piel.
— Chico Converse — sonreí una milésima de segundo mirando sus zapatillas, mordí mi labio para no sonreírle — ¿se puede saber qué haces?
— Mi cerezo está ocupado — me contó para luego señalar el cerezo en el que siempre le veía — y como ya nos conocemos...
— ¿Cómo que ya nos conocemos? ¿Quién se supone que eres? — reí por aquello.
— Tú eres la que me persigue — esta vez cambió su tono a uno más serio — primero la cafetería, luego mi propio instituto.
— Mira, era la cafetería más cercana porque llovía, y lo de tu instituto... pues lo siento, supongo, mi hermano estudia allí y solo iba al maldito partido — le expliqué.
— ¿Quién es tu hermano? — me preguntó curioso.
— No te lo voy a decir, si no sabrías quién soy yo — reí.
— ¿Vas a guardar tu identidad para que nadie sepa que eres la chica de los cerezos? — rió, era la primera vez que reía tan cerca, y unos hoyuelos se mostraron en sus mejillas haciendo que mi corazón se acelerase un poco por aquella escena — tú podrías saber la mía con tan solo preguntar a JiHyun o a tu hermano, no es justo — dijo después.
— Ya lo sé, pero no les voy a preguntar, tu identidad también es secreta, chico Converse — siguió sonriéndome.
— ¿Tú eres la novia de JiHyun? — me preguntó posteriormente más serio.
— ¿También tengo que responderte a eso? ¿Es que tus amigos de verdad no te cuentan nada? — me sorprendí por aquello.
— No hablamos de relaciones, chica cerezos, sabes muy poco — soltó.
— No soy su novia — le miré a los ojos — deja de confundirme todo el rato con otras personas — reí — si lo fuese no estaría aquí intentando entender esto.
— ¿Entender qué? — se aproximó mirando el libro de química para luego sonreír
— ¿Te estás riendo de mí? — le miré seria — a mí no me hace gracia, no entiendo nada.
— Es que me recuerda a cuando yo lo estudiaba — intentó explicarse sin aparar la mirada de las páginas
— Ya sé que eres mayor que yo — rodé los ojos
— Ya sé que lo sabías — levantó su mirada
— ¿No te vas a presentar en condiciones? — mantuve su mirada — algo como : "hola mi nombre es..."
— Me gustan nuestros apodos — terminó por apoyar la espalda en em tronco del árbol y dirigió su mirada al resto del parque, intentando analizarlo.
— Vale, chico Converse — resoplé.
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-ˏˋ ⁿᵃᵐʲᵒᵒⁿ | 𝗯𝗹𝗼𝘀𝘀𝗼𝗺𝘀 𝗼𝗳 𝗳𝗮𝘁𝗲 ࿐ྂ
FanfictionA ti, Chico Converse, o Kim NamJoon: ¿Quién imagino alguna vez que realmente te convertirías en la persona más brillante, en esa que siempre quisiste ser? Y cuando pensaba que no volvería a verte, no, no lo hice. Pero tus canciones, ya escritas y...